Río de Janeiro.- La policía
brasileña reprimió hoy con gases lacrimógenos y balas de goma a un grupo
de manifestantes que insistía en aproximarse al estadio Arena Castelao
de la ciudad de Fortaleza, en el que España e Italia se medirán este
jueves por semifinales de la Copa Confederaciones.
Los primeros enfrentamientos entre la policía y
los participantes en la protesta contra los elevados gastos del Gobierno
en la organización de eventos deportivos, entre otras quejas, se
produjeron a unos tres kilómetros del estadio y dejaron al menos un
policía y dos manifestantes heridos, según fuentes oficiales.
Los enfrentamientos comenzaron luego de que un
pequeño grupo de manifestantes, de entre los 5.000 que participan en la
protesta, intentara atravesar un bloqueo de la policía en la avenida
Dedé Brasil, uno de los accesos al estadio Arena Castelao.
Los manifestantes derrumbaron parte de las vallas
metálicas instaladas por los uniformados y lanzaron piedras y otros
objetos a la policía, que respondió con gases lacrimógenos y disparos de
balas de goma.
La protesta fue organizada por estudiantes y
reforzada por militantes de grupos como el Movimiento de los Sin Tierra
(MST) y otras organizaciones sociales.
La protesta en Fortaleza es una de las decenas de
manifestaciones por mejores servicios públicos que sacuden al país desde
el 10 de junio y que obligaron al Gobierno a proponer un Pacto Nacional
para mejorar los servicios públicos y un plebiscito para reformar el
sistema político del país.
Las protestas que se repiten diariamente en Brasil
comenzaron en Sao Paulo exclusivamente por el aumento de las tarifas de
transporte público, pero se extendieron a todo el país y ganaron nuevas
reivindicaciones, como exigencias de mayor inversión pública en
educación y salud, y críticas a la corrupción.
Otro de los motivos que ha llevado a millones de
brasileños a salir a la calle son los elevados gastos del Gobierno en la
organización del Mundial de 2014, por lo que muchas de las marchas de
protesta han tenido como destino estadios en los que en ese momento se
disputaban partidos por la Confederaciones.
Un enfrentamiento ayer entre la policía y
manifestantes que se dirigían al estadio Mineirao de la ciudad de Belo
Horizonte a la misma hora del partido en que Brasil venció por 2-1 a
Uruguay y clasificó a la final de la Copa Confederaciones dejó una
persona muerta, otras seis heridas y 25 presos.
El estudiante Douglas Henrique de Oliveira, de 21
años, cayó de un viaducto por el que pasaban los manifestantes y murió
víctima de múltiples fracturas, con lo que se convirtió en la quinta
víctima mortal de las protestas que se han extendido a todo el país.
El miércoles de la semana pasada otro
enfrentamiento en un local próximo al estadio Arena Castelao cuando
Brasil se medía a México igualmente por la Copa Confederaciones dejó 18
heridos.
El domingo los manifestantes en Fortaleza también
intentaron acercarse al mismo estadio cuando España se medía a Nigeria,
pero, dispersados por la policía, terminaron marchando hacia un acceso
al aeropuerto de la ciudad. EFE
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