"Creo que será un paso muy importante para los
inmigrantes indocumentados de todos los países, y si no se logra
exactamente todo lo que se requiere de la ley, lo demás será tema de una
nueva lucha", expresó en una entrevista con Efe.
Jiménez, de 62 años, es un veterano político con
experiencia como diputado y senador del oficialista Partido
Revolucionario Institucional (PRI), quien a los 16 años de edad vivió
una experiencia como indocumentado en Chicago, a donde llegó desde San
Luis de Potosí acompañado de dos hermanos.
"A mí me deportaron después de trabajar durante un
año en una fábrica y en jardinería y tengo una vivencia que me marcó
mucho y me motiva a echarle los quilos a esta responsabilidad", dijo.
Sus hermanos permanecieron en Estados Unidos y hoy viven en el estado de Washington y en Texas.
Jiménez, que asumió en la segunda ciudad con más
mexicanos fuera de ese país y la quinta del mundo, dijo estar convencido
que la migración es un fenómeno de la globalización y que "es absurdo"
que los Gobiernos de los países poderosos no lo reconozcan.
"Se benefician de la mano de obra de los inmigrantes pero no están dispuestos a reconocerles derechos", señaló.
Jiménez fue diputado federal en tres ocasiones y senador por San Luis Potosí hasta 2012.
También fue presidente estatal del PRI en San Luis
Potosí y en el Senado presidió la Comisión de Relaciones Exteriores
para Asia Pacífico y ocupó la secretaría de la Comisión de Relaciones
Exteriores para Europa.
Señaló en la entrevista que el tema migratorio y
de las comunidades mexicanas en EE.UU. no le es desconocido porque lo
manejó en el Senado "detrás de bambalinas", cuando fue coordinador de la
ley migratoria mexicana de 2011.
Dijo que siendo México uno de los tres primeros
países migrantes del mundo, según las Naciones Unidas, no tenía una
legislación migratoria específica, que se logró después de una lucha muy
larga.
"Somos migrantes y también un país de inmigrantes y
de gente que pasa rumbo a los EE.UU. y por razones diversas se avecina
en México. Los que logran pasar viven experiencias terribles que el
Gobierno reconoce y asume", dijo.
"No podíamos ser candil de la calle y oscuridad en
nuestra casa, si somos un país de migrantes tenemos que aprender a
tratar bien a los que cruzan México hacia el norte", expresó.
Jiménez encarará de inmediato la saturación que
enfrenta el consulado general de Chicago en la expedición de documentos
con "un riesgo muy alto de colapso".
Para ello será necesario revisar el mecanismo
actual que distribuye números por teléfono para la realización de
trámites y también atiende personas que se presentan sin cita.
Igualmente considera necesario duplicar la cantidad de consulados
móviles y que se vote presupuesto para que el consulado general funcione
los sábados.
"Sería una frustración terrible que no podamos
atender bien a la gente después de la expectativa despertada por la
reforma migratoria, y mucho antes por la expedición de las licencias de
conducir para
indocumentados", dijo sobre la ley que beneficiará a unas
250.000 personas en Illinois a partir de octubre.
La jurisdicción de Chicago abarca, además de
Illinois, el sur de Wisconsin y el norte de Indiana, donde viven unos 3
millones de mexicanos. EFE
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