La línea telefónica de enlace situada en la
militarizada frontera, y cuyo cierre el pasado 11 de marzo interrumpió
las comunicaciones en plena etapa de tensión, se reabrió hoy nuevamente
en un gesto conciliador de Corea del Norte que podría marcar la apertura
de una nueva etapa de entendimiento.
Además de retomar la que por el momento será su
única vía de contacto telefónico, Norte y Sur ultimaron hoy los detalles
sobre un primer encuentro bilateral este mismo domingo, que sería "un
primer contacto entre autoridades antes de las conversaciones a nivel
ministerial", según la propuesta norcoreana.
Seúl aceptó oficialmente mantener esta cita previa
y ambas partes solo han de ponerse de acuerdo sobre el lugar, ya que el
Norte sugirió la localidad de Kaesong, en su territorio, y el Sur su
lado de la frontera en la conocida como "Aldea de la Tregua" de
Panmunjom.
Tras esta primera cita, autoridades de ambas
partes celebrarían conversaciones oficiales el próximo miércoles 12 en
Seúl, tal y como planteó ayer Corea del Sur, en una propuesta que de
momento ha recibido la aceptación tácita del régimen de Kim Jong-un.
Las futuras negociaciones, que abren una puerta a
la distensión tras más de tres años de malas relaciones, estarán
orientadas a resolver los principales asuntos bilaterales pendientes.
De ellos, el más urgente es el relativo al
complejo de Kaesong, un macroproyecto industrial con capital surcoreano y
mano de obra del Norte detenido desde que en abril Pyongyang decidiera
retirar a sus trabajadores en plena campaña de hostilidades.
Además, ambas partes buscarán modos de retomar los
viajes al balneario turístico del monte norcoreano Kumgang, suspendido
en 2008 tras la muerte a tiros de una turista del Sur, y reanudar los
encuentros de familias separadas por la Guerra de Corea (1950-53), que
no se celebran desde 2010.
El repentino y esperanzador punto de inflexión en
las relaciones intercoreanas ha sido recibido con optimismo en la
comunidad internacional, donde los países implicados en las estancadas
negociaciones para la desnuclearización de Corea del Norte han
expresado, en general, su satisfacción.
"Celebramos que Corea del Norte y Corea del Sur se
hayan puesto de acuerdo para establecer un diálogo", divulgó el
Departamento de Estado de EEUU, mientras China recibió la noticia con
"alegría" y con la esperanza de que ambos países puedan "dar la vuelta a
la situación", según su portavoz de Exteriores.
El presidente estadounidense, Barack Obama, y su
homólogo chino, Xi Jinping, iniciarán hoy una reunión de dos días en un
rancho privado de California que contará entre sus principales asuntos
las ambiciones nucleares de Corea del Norte y la amenaza a la seguridad
que plantea este país.
China y EEUU, junto a las Coreas, Japón y Rusia,
forman parte de las conversaciones a seis bandas, proceso orientado a
negociar la desnuclearización de Pyongyang que se encuentra paralizado
desde 2009.
China, tradicional aliado de Corea del Norte y su
único socio importante a día de hoy, había ofrecido recientemente
muestras de dar la espalda al régimen de Kim Jong-un al apoyar sanciones
de la ONU a Pyongyang y criticar su actitud hostil de los pasados
meses.
En esta coyuntura, la presidenta de Corea del Sur,
Park Geun-hye, realizará su primera visita oficial a Pekín el próximo
día 27 para citarse con Xi Jinping, en un encuentro en el que el tema
estrella será, previsiblemente, Corea del Norte.
Mientras, en Seúl los medios locales evalúan que
tanto la programada visita de Park a China como el inminente encuentro
entre Xi y Obama habrían contribuido de forma definitiva al repentino
giro conciliador de Corea del Norte.
"Pyongyang probablemente quiere impedir que China
se una a EEUU" en contra de su país y "teme sumirse en un aislamiento
aún mayor tras la cumbre entre Pekín y Seúl" de finales de mes, valoró
hoy en un editorial el diario Chosun, uno de los de mayor tirada en
Corea del Sur.
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