Rusia prohibió hoy la propaganda de la
homosexualidad, una nueva vuelta de tuerca en la campaña legal del
Kremlin para frenar la importación de los valores homosexuales en un
país que presume de ser la nueva reserva moral de Europa.
"Lo peor de todo es el hecho de que (ésta ley)
oficialmente consagrará la existencia de dos categorías de personas en
Rusia", aseguró Yelena Kostiuchenko, periodista y activista de los
derechos homosexuales, a medios locales.
La ley, que recibió en su tercera lectura el apoyo
de 436 diputados de la Duma o cámara de diputados, mientras sólo uno se
abstuvo y nadie votó en contra, prohíbe la propaganda homosexual entre
los menores de edad.
La iniciativa, que las minorías sexuales
consideran una flagrante violación de su libertad de expresión, alude a
la propaganda de "las relaciones sexuales no tradicionales" y no
menciona en ningún momento el término "homosexualidad", según sus
autores.
El proyecto de ley estipula multas para los
particulares que infrinjan la nueva ley de 4.000-5.000 rublos (125
dólares-155 dólares), 40.000-50.000 (1.250 dólares-1.550 dólares) para
los cargos públicos y 800.000-1.000.000 (25.000 dólares-31.000 dólares)
para las personas jurídicas.
En caso de que la difusión de esos valores se haga
con la ayuda de medios de comunicación o internet, la multa para un
particular será de 50.000-100.000 rublos (1.550-3.100 dólares), para un
cargo público, 100.000-200.000 rublos (3.100-6.200) y para una persona
jurídica, un millón.
En el caso de que los infractores sean
extranjeros, además de las correspondientes multas en metálico, se
estipula la inmediata deportación o 15 días de arresto administrativo,
tras lo que se procedería a su expulsión del país.
La propaganda homosexual "persigue la formación
entre los menores de edad de cánones sexuales no tradicionales", aseguró
Yelena Mizúlina, jefa del comité parlamentario de Familia, Mujeres e
Infancia.
Mizúlina, diputada del partido socialdemócrata
Rusia Justa, subrayó que la difusión de esa clase de información busca
promover "el interés y la atracción hacia las relaciones sexuales no
tradicionales".
Además, agregó, los defensores de esa propaganda
se proponen equiparar las relaciones sexuales tradicionales con las no
tradicionales a ojos de los menores.
La diputada considera que las marchas de orgullo
gay también son actos de propaganda homosexual directa a los que tienen
acceso libre los niños, por lo que habría que prohibirlos.
Las organizaciones homosexuales critican duramente
la ley al considerar que supone una violación de su libertad de
expresión y manifestación, y un pretexto para seguir prohibiendo las
marchas de orgullo gay, lo que ha sido condenado por el Tribunal Europeo
de Derechos Humanos.
Además, denuncian que la ley es muy vaga, ya que
no define lo que significa propaganda de las relaciones sexuales no
tradicionales, lo que deja las manos libres a las autoridades para
aplicarla de manera arbitraria.
"Rusia intenta dignificar la discriminación al
maquillarla con la palabra tradición. Intentar identificar a los
representantes de los colectivos homosexuales como gente no tradicional
es un intento de humillarlos", señaló Human Rights Watch en un
comunicado.
Los homosexuales consideran que la actual campaña
homofóbica lanzada por las autoridades es la causa de los dos brutales
asesinatos homófobos cometidos en las últimas semanas en este país.
La ley fue aprobada poco después de que los
homosexuales conmemoraran el 20 aniversario de la derogación del
artículo 121 del código penal de la URSS, que sancionaba con penas de
cárcel las prácticas homosexuales
El presidente ruso, Vladímir Putin, aseguró la
pasada semana que promulgará otra ley que prohíbe la adopción de niños
rusos por parte de parejas del mismo sexo, al tiempo que negó que en
Rusia haya "discriminación" de las minorías sexuales.
"Debemos reaccionar ante lo que ocurre a nuestro
alrededor. Nosotros respetamos a nuestros socios, pero pedimos que
respeten nuestras tradiciones culturales y éticas, y las normas legales y
morales de Rusia", dijo Putin.
Según una encuesta divulgada hoy por el Centro
Ruso de Análisis de la Opinión Pública, un 88 por ciento de los rusos
está a favor de la prohibición de la propaganda homosexual, mientras un
42 por ciento incluso aboga por perseguir penalmente las tendencias
sexuales no tradicionales.
La Asociación Internacional de Gais y Lesbianas
concedió en 2012 a Rusia y también a Moldavia el dudoso honor de ser los
países de Europa donde menos se respetan sus derechos.
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