El momento más álgido fue el viernes en la
noche y fue breve. Ocurrió cuando se conoció que el Senado paraguayo,
por mayoría casi unánime, destituía al presidente Fernando Lugo.
Hubo
escaramuzas, algunas balas de goma, choques entre manifestantes y
policías, y después silencio.
Los cientos de simpatizantes que se agruparon
frente al Legislativo se retiraron lentamente y no hubo más
manifestaciones. Nada de nada.
En Asunción quedó una calma y una
normalidad que contrasta con el presunto descontento que habría en
algunos sectores de la población por la salida de Lugo.
Este sábado volvieron a abrir las tiendas, los
restaurantes. Se vio a gente paseando y a vendedores ofreciendo comida
en las veredas. Como si no se hubiese dado un abrupto cambio de
gobierno.
Pero lo que varios presidentes de la región han
llamado "golpe de Estado" encuentra eco entre muchos paraguayos. Incluso
pese a que la destitución se efectuó siguiendo paso a paso lo que
dictamina para un juicio político la Constitución Nacional.
"Fue una atropello. Si lo eligió el pueblo, lo
tiene que haber quitado el pueblo", señaló Shirley, una de varias
personas a quienes BBC Mundo se acercó en las calles de Asunción.
"A mí no me gustaba Lugo, pero lo que le
hicieron está mal. Es totalmente antidemocrático, deberían de haberlo
dejado terminar su gobierno porque fue elegido democráticamente en
elecciones libres", señaló otra entrevistada, María Teresa.
Para algunos observadores y analistas, la falta
de protestas no significa un acuerdo con la forma en que ocurrió el
cambio de gobierno.
"Estamos en silencio porque se están buscando
estrategias para revertir la situación. No significa que estemos
tranquilos", afirmó Zulma.
Declive
Marchas por TV pública
Pocas horas después de oficializarse
la destitución de Fernando Lugo, el principal asesor de prensa del
ahora presidente, Federico Franco, se presentó en la televisión estatal.
El asesor Cristian Guzmán, como se puede ver en un video subido a youtube por empleados del canal, exigió la grilla de programación para saber qué contenidos saldrían al aire.
Los directivos del canal denunciaron que fue un intento de censura y varios renunciaron en protesta.
Al final del sábado, se dio una protesta de decenas de trabajadores y transeúntes frente al canal por lo que llamaron el "intento de censura".
Aunque la ocasión sirvió también para criticar lo que se señaló como un "golpe de Estado".
Era pequeña, pero una protesta a fin de cuentas.
El asesor Cristian Guzmán, como se puede ver en un video subido a youtube por empleados del canal, exigió la grilla de programación para saber qué contenidos saldrían al aire.
Los directivos del canal denunciaron que fue un intento de censura y varios renunciaron en protesta.
Al final del sábado, se dio una protesta de decenas de trabajadores y transeúntes frente al canal por lo que llamaron el "intento de censura".
Aunque la ocasión sirvió también para criticar lo que se señaló como un "golpe de Estado".
Era pequeña, pero una protesta a fin de cuentas.
Según el sociólogo Marcial Cantero la ausencia
de masivas protestas en las calles se debe a una confluencia de
factores, pero el principal quizás se centra en el propio Lugo.
"Lugo fue perdiendo respaldo popular en forma
creciente, incluso sus más allegados venían frustrados por sus vaivenes
y vacilaciones, y sus medidas favorables a los grandes empresarios",
dijo a BBC Mundo.
Una de las áreas que se le señala en Paraguay de
no haber cumplido se refiere a la reforma agraria y el eterno problema
de las tierras para los campesinos.
Además, en 2010 el censo nacional mostró un
aumento del índice de desigualdad en el país en los dos primeros años
del gobierno de Lugo.
"Todas sus medidas en el plano de tierras tenían
un alto contenido antipopular, no hubo una sola desocupación sin
desalojo, lo que fue un récord que ostentó orgullosamente", aseveró
Cantero.
Fue justamente un desalojo el que a la postre
significó su fin en la presidencia. En un incidente aún no aclarado del
todo murieron 17 personas, entre policías y campesinos que eran
desalojados.
"Lugo perdió al Partido Liberal de su coalición
al nombrar como ministro a un hombre del Partido Colorado (opositor),
por lo que los liberales vieron que una alianza dejaba de tener
sentido", comentó el sociólogo.
"Y además perdió el apoyo de varios gremios
importantes y la Iglesia Católica, esta última por los escándalos de su
paternidad", agregó.
El ahora ex mandatario prácticamente se quedó
sin base política y ello se vio en los votos casi unánimes en la Cámara
de Diputados y en el Senado para sacarlo del poder.
Pero hubo un gesto que para el sociólogo marcó el fin.
Según se conoció, varios dirigentes campesinos
-de su base electoral más cercana- se habrían acercado a Lugo para saber
si acataría la destitución recién votada en el Senado.
"Yo no soy Allende, me voy a mi casa", habría sido su respuesta, según el relato que transmitió Cantero.
"Anécdotas de ese tipo abundaron antes durante
su gobierno. Al no tener respaldo de Lugo, las propias bases no se la
jugaron en la calle", añadió el sociólogo.
Estrategias
El recién designado presidente Federico Franco
apeló a la "normalidad" existente para refutar a quienes lo acusan de
romper con el hilo democrático.
En su primer encuentro con los medios
extranjeros -al que asistió BBC Mundo- rechazó que hubiese "golpe de
Estado o quiebre institucional".
Y en las calles de Asunción se puede encontrar a quienes lo respaldan.
"Creo que estuvo bien, probablemente (Lugo) no estaba haciendo su trabajo", señaló Severiana.
Para Andrés, Paraguay "demostró una madurez
democrática. Yo trabajé para la elección de Lugo, pero con el tiempo nos
sentimos defraudados", señala.
Varios analistas coinciden en que los grupos
sociales y políticos que respaldaban a Lugo podrían estar diseñando una
nueva estrategia de respuesta ante lo sucedido con el exmandatario.
Quizás el escenario de esta respuesta se encuentre en los tribunales.
Según dijo a BBC Mundo el abogado que defendió a
Lugo en el juicio político, Adolfo Ferreiro, el expresidente podría
apelar su destitución en el Tribunal Supremo del país o en la Corte
Interamericana.
"En esta última instancia se podría iniciar un
proceso que puede concluir con un fallo adverso para el Estado
paraguayo", dice el abogado.
Sin embargo, Ferreiro reconoce que ello no
significaría el retorno de Lugo al poder. El mejor escenario para el
expresidente sería una compensación de índole política sobre su
destitución.
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