Benedicto XVI se reunió hoy en el Vaticano con
unos cuatro mil españoles, en su inmensa mayoría jóvenes que
participaron en la Jornada Mundial de la Juventud católica que se
celebró en Madrid en agosto de 2011, a los que exhortó a ser
"misioneros" de Cristo.
"Aquel espléndido encuentro (la JMJ Madrid 2011)
sólo puede entenderse a la luz de la presencia del Espíritu Santo en la
Iglesia.
Él no deja de infundir aliento en los corazones, y
continuamente nos saca a la plaza pública de la historia, como en
Pentecostés, para dar testimonio de las maravillas de Dios", afirmó el
papa.
El Obispo de Roma aseguró a los jóvenes españoles
que Cristo les necesita a su lado "para extender y edificar su Reino de
caridad" y que ello será posible si lo tienen "como el mejor de los
amigos" y lo confiesan "llevando una vida según el evangelio, con
valentía y fidelidad".
El papa Ratzinger manifestó que en la "aventura" de divulgar el Evangelio "nadie sobra" y les animó a dar lo máximo de cada uno.
"Queridos jóvenes, como aquellos apóstoles de la
primera hora, sed también vosotros misioneros de Cristo entre vuestros
familiares, amigos y conocidos, en vuestros ambientes de estudio o
trabajo, entre los pobres y enfermos.
Hablad de su amor y bondad con
sencillez, sin complejos ni temores. El mismo Cristo os dará fortaleza
para ello", dijo en español.
El papa les exhortó a escuchar a Cristo, a tener un trato frecuente con él y a contarle sus anhelos, aspiraciones, penas, etc.
Evocó aquellos día de agosto, que el papa calificó
de "espléndidos", invitó a los muchachos a "no ahorrar esfuerzo" para
que los que les rodean "lo descubran personalmente y se encuentren con
él, que está vivo, y con su Iglesia".
Benedicto XVI recordó que las Jornadas Mundiales
de la Juventud católica las creó el papa Juan Pablo II, del que hoy se
cumplen siete años de su fallecimiento, "su tránsito al cielo".
El pontífice se refirió asimismo a la próxima JMJ
católica, que se celebrará en 2013 en Río de Janeiro (Brasil), de la que
espera, dijo, "sea una nueva y gozosa experiencia de Cristo resucitado,
que conduce a toda la humanidad hacia la claridad de la vida que
procede de Dios".
Benedicto XVI señaló: "Estamos en Semana Santa" y
recordó el Vía Crucis de la JMJ de Madrid por las calles de la capital
española exhortó a los jóvenes: "Cargar con vuestra cruz y la cruz del
dolor de los pecados del mundo, para que entendáis mejor el amor de
Cristo por la humanidad".
A la audiencia asistió el cardenal de Madrid, Antonio María Rouco Varela y la alcaldesa de la capital, Ana Botella.
El cardenal Rouco dijo en su discurso de
agradecimiento al papa que conforme pasa el tiempo perciben "con más
profundidad la gracia que ha supuesto para España y para Madrid" la
visita de Benedicto XVI.
La alcaldesa Ana Botella resaltó a Efe que no hay
nadie como el papa "capaz de agrupar a tantas personas" y destacó que
durante la JMJ católica Madrid fue una ciudad alegre, en la que no hubo
problema alguno.
Durante la audiencia tocó la orquesta y coros de
la JMJ católica de Madrid 2011, formada por 75 músicos y 128 voces.
El
himno de la JMJ católica de Madrid ("Firmes en la fe"), un avemaría en
latín, una nana en alemán fueron tocados durante la ceremonia.
La orquesta cerró el encuentro con el papa con la jota de "El Sombrero de Tres Picos", de Manuel de Falla.
Los organizadores de la JMJ católica de Madrid
regalaron al papa un cuadro con su imagen, inspirado en el encuentro que
mantuvo con los jóvenes en la base de Cuatro Vientos, obra de la
pintora española Irene Iribarren. EFE
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