Contigo Pan y Cebolla

Escrito por Tiberio Castellanos

Pan y cebolla, "Es de hecho una frase muy coloquial aquí en España, ( como decir) contigo pase lo que pase..." lo encontré en mi computadora buscando información para esta descarga. Es que esta expresión me llamó la atención pues pensé, que al menos en España, lo que nunca podía faltar era el pan y la cebolla. Eso parece  confirmado en los versos de Miguel Hernandez, en sus Nanas de la Cebolla:

                  "En la cuna del hambre

                        mi niño estaba.

                  Con sangre de cebolla 

                         se alimentaba".

 

 Eso escribió a raiz de recibir (en la cárcel) una carta de su mujer, en la que le decía que no comía más que pan y cebolla. Y ocurría esto en la España de la terrible post guerra civil. "Período Especial" que por cierto no duró tantos años como el de aquella isla hermosa, Caimán del Caribe y Llave del Golfo.  Pablo Neruda, por su parte, vincula también a la cebolla con la pobreza. Pero, según me parece, de un modo menos extremo. Esto dice en su Oda a la Cebolla:   "La tierra así te hizo, cebolla,

                  clara como un planeta,

                   y destinada a relucir,

                   constelación constante,

                   redonda rosada agua,

                   sobre la mesa

                   de las pobres gentes."

 

 Aquí hoy en Miami, muy lejos de la Guerra Civil Española y del período especial de la revolución marxista, no veo que la cebolla sea muy barata, ni muy cara tampoco. Yo la compro a veces a más de un dollar y otras veces a 80 o 90 centavos, la libra.

 

      Todo lo anterior viene al caso, porque yo creo haber echo un descubrimiento.

Digo así con el temor de que ya muchos otros conozcan lo mismo que yo: me estoy comiendo ahora la cebolla roja cruda (la roja, porque la amarilla ya también la había comido cruda en la ensalada).

 

 La uso, picadita y mezclada con la lechuga y la col (repollo) también picaditos, con sal (soy de presión arterial baja), un poquito de vinagre y mucho aceite de oliva, que siempre queda en el plato y que yo me como con pan, al estilo de un restaurante italiano al que Rocío me lleva y que a Sama le encanta. Bueno, esa es la primera parte del descubrimiento.

 

 La segunda, es que hoy estoy muy creído en que un incremento de vigor que he sentido en estos días, se debe a la cebolla cruda que he comido últimamente.

 

       Y, como he seguido buscando noticias sobre la cebolla, he encontrado las siguientes. De antiguo, gladiadores y legionarios usaban la cebolla en una mezcla con ajo y aceite de oliva, a los que agregaban laurel, perejil, albahaca y romero( no se dice si esos valientes usaban la cebolla cruda como yo la uso).

 

Se dice tambien que la cebolla posee una potente accion contra el reumatismo, de manera similar al ajo. La cebolla, sobre todo la roja, ayuda a prevenir la osteoporosis, gracias a su alto contenido de flavonoide queretina, antioxidante de la familia del polifenol.

       Y, sobre la cebolla, "el que quiera más es un gandío", como dicen los dominicanos.