Hermanazo: La cruda realidad que en este escrito tu describe y que dejó
como secuela el fallecimiento de otro compueblano nuestro, en este caso
un valioso maeño como lo era Luis Rosario, el suscrito la vivió en dos
ocasiones anteriores con la misma indignación e impotencia que te tocó a
tí en esta ocasión.
La primera de ella ocurrió hace aproximadamente un año, para ser más exacto a principio del mes de Junio, cuando un sobrimo de mi esposa sufrió un aparatoso accidente en una motocicleta en la ciudad de Puerto Plata y fué traslado de emergencia al hospital Cabral y Baéz en Santiago, por presentar algunas fracturas en la vértebra cervical.
Cuando nos trasladamos al referido hospital, encontramos al paciente tirado en la sala de emergencia, que desde ese momento bauticé como la antesala del infierno, por la cantidad de lamentos que allí se escuchan de los pacientes tirados en el suelo, en el baño y por doquier, en condiciones deplorables, y por el hedor nauseabundo que ese espacio despide. Al paciente habían pasado más de 8 horas sin que le hubiesen prestado atenciones médicas, lo cuál contribuyó, según el médico que le atendió luego, a que sus condiciones se agravaran. Al igual que Luis era una persona joven y con deseos de vivir, apenas contaba con unos 33 años, estaba en estado lúcido y en mi presencia preguntó al médico:¿ Doctor, cuando me van a operar?, señal inequívoca de su deseo de seguir viviendo.Para que seguir contando esta tragedía?, nos vimos en la obligacion de sacarlo de alli y llevarlo a la clinica "la Unión médica" donde fué operado con la advertencia hecha a sus familiares de que había transcurrido demasiado tiempo sin recibir atenciones médicas, lo que constituía un agravante peligroso, no obstante la operación resultó "un éxito",según el médico, pero el paciente falleció el 27 de Junio de 2012. Claro que hubo que pagar al referido centro alrededor de un millón es pesos.
La otra ocasión se trató de una tía. La llevamos al médico en esta ciudad de Mao debido a unos dolores estomacales y los médicos diagnosticaron una "oclusión intestinal",por lo que recomendaron trasladarla de inmediato al hospital Cabral y Baéz, donde según ellos existían los equipos y médicos capaces de llevar con éxito la operación que era necesaria hacer en este caso. No quiero contar "los malos ratos" que pasé, sólo quiero decir que pregunté al médico por la conveniencia de la operación ya que mi tía tenía alrededor de 95 años y recibí como respuesta lo siguiente "Si no la operamos se muere, y operandola existe una posibilidad de que se salve.¿ Que usted prefiere?- Ante esa respuesta no me quedaba otra alternativa que aceptar la operación, que aunque también fué "un éxito", mi tía falleció unos dias después.
Pensé que con la llegada a la dirección de ese hospital regional de mi urólogo por muchos años, Dr. Rolando Baéz, esa situación iba a dar un cambio, pero lo pasado con Luis me ha demostrado que todo sigue igual y mi recomendación a mis amigos es que se cuando se presente la ocasión, lleven a sus familiares a un centro de salud privado en Santiago, aunque después haya que "reburujarse" con los batas blanca que los atendieron.
Saludos de su hermano,
HUMBERTO PERDOMO.
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