Escrito por Lavinia Del Villar La autora es una Maestra consagrada de la Republica Dominicana |
Casi siempre cuando nace una
criatura surge automáticamente la pregunta: “¿Y a quién se parece?”, lo que da
lugar a la inmediata comparación: “Tiene los ojos del papá, la boca del tío,
las entradas (sin el bebé tener pelo) del abuelo etc., y no falta quien con una
sutil mala intención exprese: “No se parece en nada al papá.”
Parece como si
cada ser humano debiera ser una caricatura de otro, especialmente del papá o su
familia, y que el parecido fuera la garantía de la paternidad.
Hasta las madres
nos gusta que los hijos se parezcan a sus padres, como si inconscientemente necesitáramos
probar nuestra integridad y fidelidad.
Aunque las comparaciones en
torno a lo físico muchas veces afectan la personalidad, el problema real
aparece cuando queremos justificar comportamientos con herencia. A veces
escuchamos el pronóstico de que niños de meses van a tener mal genio igual que
el padre, y solapamos algunas conductas inadecuadas porque son heredadas de los
ancestros.
Así disculpamos pataletas y violencia,
porque salió al abuelo que no era fácil cuando joven; inclinación a la bebida,
porque heredó a los tíos que son unos borrachones; desorden y falta de
cooperación, porque actúa igualito al otro tío que todo lo dejaba regado…
Y no
hablemos de las abuelas que, con algunas excepciones, nos especializamos en excusar
la mala conducta de los nietos.
Si no respeta las reglas… “así mismo era el
papá cuando chiquito, desobediente y malcriado.” Si no saluda, no da gracias,
ni pide por favor…, “es tímido, pim pum su papá cuando estaba en esa edad.”
El mensaje sería que nuestros
niños y jóvenes no son responsables de su conducta, sino los genes. Sin
embargo, no siempre el hijo de gato caza ratón, y a veces las ahuyamas paren
calabazas.
Así pues, permitamos que nuestros descendientes tomen
responsabilidad de sus acciones, porque en materia de comportamiento, hasta la
genética se puede modificar con orientación, voluntad y disciplina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinion nos ayuda a crecer