EFE. El uso de teléfonos móviles puede producir
cáncer de cerebro en los niños y por ellos los expertos en epidemiología
ambiental aconsejan el uso de auriculares o altavoz, o que se envíen
mensajes, pero que no pongan el aparato en contacto con la oreja, y si
lo hacen, que sea a una distancia prudencial.
La recomendación se ha dado en el 23 Congreso Mundial de la
International Society of Environmental Epidemiology (ISEE), que hoy se
ha inaugurado en Barcelona con la asistencia de 1.200 expertos de más de
60 países, en el que el casi el 20% de las ponencias tiene relación con
factores medioambientales y su repercusión en los niños.
Manolis Kogevinas, uno de los organizadores del encuentro y director
del CREAL (Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental de
Barcelona), ha explicado a Efe que ya hay evidencia de los efectos de la
radiaciones no ionizantes de los móviles.
Ha explicado que aunque en este encuentro no hay resultados nuevos
porque los últimos estudios en los que se clasificaron a los móviles
como posiblemente cancerígenos los publicó hace poco la OMS, sí se va a
presentar el protocolo de un nuevo estudio que financiará la Unión
Europea, con una aportación inicial de 3,5 millones.
El estudio denominado "Mobi-Kids", lo coordinará el CREAL, y servirá
para identificar el riesgo de cáncer de cerebro en personas jóvenes,
adolescentes y jóvenes adultos, debido al teléfono móvil.
Ha asegurado que actualmente hay mucha preocupación en este sentido
porque la exposición de los móviles es muy limitada en el espacio y muy
localizada, en dos o tres centímetros, y es muy difícil que provoque
otras cosas que no sea cáncer de cerebro.
Según este investigador, hay indicios en estudios en adultos de que
pueden ser cancerígenos y se han cuantificado incluso la dosis de
radiaciones que pueden ser perjudiciales.
En este sentido, ha añadido que hay que tener en cuenta que los
niños, al tener el cerebro más pequeño que un adulto, pueden ser más
susceptibles a estas radiaciones que los mayores y que eso es lo que
quieren precisar con este trabajo.
Kogevinas ha explicado que se estudiarán más de 5.000 niños, con
cáncer y sanos, que se reclutarán en una veintena de países europeos,
entre ellos Italia, Dinamarca, o Alemania. En España participarán niños
de Barcelona, Madrid, Valencia y Andalucía.
Las edades de los chicos estudiados oscilan entre 15 y 24 años y se
quiere evaluar, con la exposición que tienen al teléfono móvil, las
posibles consecuencias que pueden tener, aunque ahora muchos niños
menores tienen móvil y su exposición a las radiaciones es mayor.
También ha explicado que se hablará de la relación del medio ambiente
con el crecimiento y el desarrollo de los niños, desde que está en el
seno materno.
Kogevinas ha insistido en que la repercusión del entorno en los niños
por exposición a pesticidas, a metales como el plomo, tienen efectos
desastrosos, aunque ha reconocido que siempre ha habido contaminantes
ambientales.
Ahora hay agua con menos microbios pero con más contaminantes
químicos que en la época de sus abuelos, en la que tenían más
contaminación atmosférica, pero el gran cambio con respecto a hace dos
generaciones es el cambio climático global, que ha hecha cambiar incluso
a los microbios y que aparezcan enfermedades como la malaria en zonas
que antes no tenían ese problema.
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