CULTURA VIVA

1959

Por Lincoln López

La geografía política latinoamericana estaba mayoritariamente poblada por dictaduras de derechas.

Algunas tenían el sello de origen de una institución educativa. Todas patrocinadas.

Todos meticulosamente explotados por monopolios extranjeros y por las oligarquías domésticas. Hubo varias intervenciones militares USA, y en muchos casos, los países fueron gobernados por el militar de mayor rango. La guerra de guerrillas contra la intervención norteamericana tiene una expresión en el general César Augusto Sandino (1895) inició sus hostilidades en los años 20 en la América Central. Su consigna era: “Más vale morir como patriota que vivir como esclavo. ¡Libertad o muerte!”.

La Gran Revolución Socialista de Octubre de 1917 en Rusia fue el hecho que sirvió de guía. La chispa inspiradora en el desarrollo “del movimiento revolucionario en el mundo entero”.

Por eso no se puede ignorar el proceso de los revolucionarios y obreros latinoamericanos entre los años del 1920 al 1950, siguiendo de algún modo la metodología marxista-leninista, y por supuesto, antiimperialista.

Hubo todo un proceso de formación de los partidos comunistas que avanzaron a ritmo muy desigual. En enero de 1918 surge en Argentina, en el 1919 en México, en 1920 en Uruguay, en 1922 en Chile, Brasil y Guatemala. En el 24 en Honduras, y un año más tarde, en Cuba. A partir de 1926 en Ecuador y Paraguay, Panamá, Perú, Colombia, Venezuela, Costa Rica, Puerto Rico, Haití y Nicaragua. En República Dominicana nace en 1944. Y así sucesivamente…

Muchos de esos fundadores del movimiento obrero y comunista pasaron a la historia como son los casos de J. A. Mella en Cuba, J. C. Mariátegui en Perú, A. Farabundo Martí en El Salvador, F. R. Pintos en Uruguay…

Cada proceso con sus altas y sus bajas. Con sus progresos y retrocesos. Con sus coincidencias y sus contradicciones, pero contrario común: el capitalismo y la dictadura.

Hay que destacar La Primera Conferencia Comunista Latinoamericana (1929) en la que se vinculó la revolución inevitablemente con el izquierdismo, “y quedaba planteada la necesidad de evaluar con exactitud el rumbo del ataque principal y las fases de la revolución”.

Ese proyecto tuvo la primera fase exitosa con el triunfo de los revolucionarios cubanos comandados por Fidel Castro cuando el 1959 alcanzaron el poder político aunque se concretizara un año y meses más tarde cuando el mismo Fidel en su cuarto comunicado de guerra expresara: “Fuerzas del ejército rebelde y de las milicias nacionales revolucionarias tomaron por asalto las últimas posiciones que las fuerzas invasoras habían ocupado en el territorio nacional Playa Girón, que fue el último punto de los mercenarios, cayó a las 5:30 de la tarde”.

La secuencia de la historia y el importante hecho ocurrido en una isla del Caribe, marcó la rotura de la hegemonía del poder político, y era obvio que encontrara grupos que pretendieran repetir ese triunfo en sus respectivos países.

Es el caso de la Raza Inmortal. La gesta patriótica del 14 de junio compuesta por jóvenes dominicanos y de varias nacionalidades que ofrendaron sus vidas por la libertad del Pueblo Dominicano.