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lunes, 26 de octubre de 2009

Unas 300 mil tareas de cítricos pueden desaparecer región Este por nueva enfermedad



HATO MAYOR.- La incertidumbre y el pánico se han apoderado de más de 500 productores de cítricos en las provincias de la región Este, debido a la presencia de la enfermedad conocida como “Huanglongbing (HLB)”, que ya ha matado más de 99 millones de plantas en todo el mundo desde 1990 y que ya apareció en plantaciones de de Hato Mayor.


El Huanglongbing (HLB), una enfermedad bacteriana y considerada por los científicos como la más devastadora, dejaría sólo en Hato Mayor más de 5 mil personas sin empleos y unas 150 tareas afectadas.


La enfermedad ya ha sido detectada en los campos de chinas del grupo de empresa Barceló, cuyos ejecutivos están implorando al gobierno enfrentar con decisión el problema que diezmará la producción de naranja y dejará sin empleos a miles de trabajadores y técnicos agrícolas, así como personal de oficina.


El HLB es peor que la “Tristeza de los Cítricos”, que aún sigue dando agua de beber a los productores, que solucionaron el problema sembrando plantas resistentes, pero esta no tiene cura y aparte de que va matando las matas en un período de cinco año, también cambia de dulce a amargo el ácido de la fruta.


Técnicos del Departamento de Sanidad Vegetal de la Secretaría de Agricultura (SEA) y el gerente del Comité Nacional para el Manejo Integrado del HLB de los Cítricos, Julio Borbón, han estado visitando la región Este y ya han confirmado que unas 130 matas de naranja dieron positiva en al menos unas ocho provincias del la Línea Noroeste, Nordeste, Sur y Este
Las 130 plantas positivas fueron encontradas en las provincias de Hato Mayor, Azua, Puerto Plata, Santiago de los Caballeros, Montecristi, Santiago Rodríguez, Valverde Mao y María Trinidad Sánchez.


Según las explicaciones científicas dada por Humberto Puello, doctor en cítrico y encargado del programa fitosanitario del Consorcio Citrícola del Este, la empresa mayor productora de cítrico de Hato Mayor, el HLB es una enfermedad causada por la bacteria candidatus liberibacter spp, que reduce de manera drástica la productividad de las plantas.


Sostiene el facultativo que en la República Dominicana fue detectada en septiembre de 2008, en muestras de hojas de limón criollo, en los municipios de Imbert y Luperón, en Puerto Plata, por técnicos del Departamento de Sanidad Vegetal de la SEA y del Instituto Dominicano de Investigaciones Agrícolas y Forestales (IDIAF).


Dijo que la letal enfermedad puede acabar con cientos de miles de tareas en un período de 3 a 5 años, por lo que sugirió al gobierno ir auxilio de los productores no sólo de la región Este, sino de todo el territorio nacional, porque “más temprano que tarde no habrá cítrico en el país, porque esta enfermedad es realmente el Sida de los cítricos”.


“Si se comienza muy tarde habrá tantas plantas infectadas, que aunque se establezcan controles no se va a poder limitar la enfermedad. La clave de esto está en el control temprano”, acotó el Humberto Puello.



Significó que la enfermedad está ya en todo el país, pero se puede hacer algo todavía para evitar el colapso total y que cientos de productores vayan a la quiebra.


El HLB se habría detectado por primera vez por Luperón y hay mucha infección en esa área y entró con material importado contaminada a través de los puertos por donde llegan turistas
El 100% de las plantaciones de Puerto Plata e Imbert están infectadas y más del 90% ya están en declive, lo que hace una situación insalvable, que llevará miseria y desempleo en la zona.


Hasta ahora la única forma de enfrentar el vector, un insecto parecido a una langosta o esperancita, es fumigando, pero hacerlo elevaría el costo de producción y se contamina el medio ambiente.


Humberto Puello, el único doctor en fisiología vegetal y biotecnología en el país, advierte la amenaza que representa el HLB para la citricultura nacional que comprende un área de explotación estimada de 350 mil tareas, cuyo potencial de producción se calcula en 493 mil toneladas al año por un valor de RD$2,219.00 millones.


Puello, también especialista en citricultura e integrante del Comité Técnico para el Manejo Integrado del HLB, recuerda que a partir de 1990 la enfermedad bacteriana ha causado la muerte de alrededor de 99 millones de plantas cítricas en el mundo.


La enfermedad es transmitida por el insecto vector Diaphorina Citri que se alimenta de una planta enferma y luego infecta una sana.


Enfrentar el insecto causante de la enfermedad tiene un costo de unos 10 millones de pesos, solo a las empresas citrícolas Agroindustria BHS, Consorcio Citrícola del Este, Naranja Barceló y Hacienda Romelia, propiedad de los inversionistas Jean Santoni, José Hazim Frappier y Juan y Ricardo Barceló, que totalizan unas 150 mil tareas cultivadas.


Se ha determinado, según Puello que el HLB también se transmite por medio de plantas injertadas con yemas obtenidas de plantas madres.


“En plantaciones organizadas la enfermedad ha sido detectada en el Consorcio Citrícola del Este, en Hato Mayor, donde se analizaron 257 muestras y 93 dieron positivas”, explicó Puello en declaraciones a LISTIN DIARIO.
El costo de detención o muestra ronda los RD$700, en equipos donado al CENTA por empresas productoras de cítricos.


En los últimos meses más de 1,500 plantas altamente sospechosas fueron eliminadas en Luperón, Imbert y la Línea Noroeste.


La enfermedad no tiene cura y los productores no disponen de los recursos necesarios para enfrentar al vector, lo que está llevando pánico e incertidumbre entre los cultivadores.


Una vez que la enfermedad fue detectada en el país, el secretario de Agricultura, Salvador Jiménez, emitió el 2 de diciembre de 2008, la resolución 47-2008 que en su artículo 5 indica: “A manera de prevención queda prohibido el movimiento de todo material de propagación de cítricos en todo el país, sin la autorización técnica del Departamento de Sanidad Vegetal de esta Secretaría de Estado”.


Sin embargo, productores de cítricos de la región Este, están denunciando que el traslado de plantas y materiales si la debida autorización desde otras regiones y la falta de controles y vigilancia en los puertos de la zona, estarían posibilitando que la entrada de material contaminado con la bacteria.


“En esa resolución están todas las instrucciones, lo que pasa es que no ha sido tan efectiva y todavía a estas alturas hay movimiento de plantas en todo el territorio nacional”, dijo Puello, quien también pertenece al departamento de Investigación del Consorcio Citrícola del Este, en Hato Mayor.


Advirtió que a través de los viveros es otra forma de diseminación de la enfermedad. “En nuestro país cualquier persona puede injertar y no hay regulación de los viveristas para que propaguen plantas sanas”, dijo Puello.


Sostuvo que los productores tendrán que aprender a convivir con la enfermedad y su control implica la localización y erradicación de plantas enfermas, controlar el insecto vector a través de la fumigación con insecticida y la siembra de plantas sin enfermedades.


Reconoció que no todo los productores podrán económicamente enfrentar la situación por los altos costos de los insecticidas, para enfrentar el vector, por lo que “aquí se salvará y quedará con naranja sembrada el que tenga la capacidad económica para mata el insecto”.


RICARDO BARCELÓ


El agroempresario y ejecutivo del Consorcio Citrícola del Este, Ricardo Barceló, advirtió que unos 30 mil empleos directo que genera la producción de naranja en el país, pueden desaparecer si el gobierno no dispone acciones urgentes y va en auxilio de los productores de cítricos “que estamos en apuros”


Explicó que en el Consorcio Citrícola del Este, donde 93 plantas dieron positivas con HLB se desarrolla un programa de control del insecto vector con la fumigación de sus plantaciones, lo que ha disparado el costo de producción
Hasta ahora este consorcio es la única plantación organizada donde se ha detectado la enfermedad en la región Este.


Barceló Salas detalló que cuentan con unas 55 mil tareas y más de un millón de árboles, principalmente de naranjas, toronjas, limones y mandarinas.


“Es una enfermedad nunca antes vista en el país y hay que ponerle toda la seriedad”, acotó.
El empresario expresó que el Consorcio está colaborando con la SEA y el Bloque de Asociaciones de Citricultores de Hato Mayor en la capacitación de los pequeños y medianos productores para que aprendan a reconocer la enfermedad y el insecto vector.


Ricardo Barceló Salas, secretario del Consejo del Consorcio e integrante del Comité Técnico para el Manejo Integrado del HLB, detalló que la empresa cuenta con 50 personas que están monitoreando todos los días alrededor de 800 árboles para detectar las plantas con síntomas de la enfermedad.


“Hemos elaborado un presupuesto que asciende a unos RD$60 millones que implica la siembra de plantas libres de enfermedades y además, la ejecución de un programa de fumigación quincenal y mensual, y capacitación, pero nos hace falta que se incluya en presupuesto de Ley y Gasto Público del 2010”, indicó el empresario.


Explicó que el “El Greening de los Cítricos”, es una enfermedad bacteriana (candidatatus liberibacter spp) que ataca el sistema vascular de las plantas.


Una vez infectada la planta, no existe cura para una planta infectada por el HLB.
Se trata de una enfermedad cuarentenaria A2 por su gran capacidad de provocar grandes pérdidas económicas y biológicas.


Existen tres formas de la bacteria, la Asiática, Africana and América, pero la raza encontrada en nuestra país parece ser la asiática, similar a la encontrada en La Florida.


Las bacterias son transmitidas principalmente por insectos vectores (psilidos), pero el psilidos que transmite la raza de Huanglongbing (Diaphorina citri Kuwayana), se encontró por primera vez en el país en el 2001, pero no se habían observado síntomas de la enfermedad hasta ahora, que ya está creando estragos en Puerto Plata, Nagua y Santiago.


SINTOMATOLOGÍA


Los síntomas del HLB o greening son similares a aquellos que aparecen en plantas con severas deficiencias nutricionales incluyendo brotes amarillos, con muerte regresiva de las ramas, declinamiento de la planta, frutos pequeños y deformes con semillas abortadas, pobre calidad incluyendo jugo amargo y maduración inversa, entre otras sintomatología.


Las hojas más viejas desarrollan un mosaico característico de manchas verdes y amarillas distribuidas asimétricamente a lo largo de la vena principal de las mismas.
Finalmente los frutos se caen al suelo antes de la maduración y por consiguiente llevan a la quiera a los productores.


Aun no se ha podido cultivar la bacteria en medios artificiales, por lo que para confirmar la presencia de la enfermedad es necesario utilizar costosas técnicas moleculares.
Para enfrentar la enfermedad, producida por insecto, es necesario la unidad de los todos los sectores productores del cítrico, incluyendo el Estado Dominicano.


Recientemente más de 425 científicos y técnicos de diversos países participaron en un congreso celebrado en diciembre en Orlando, Florida, donde se estableció que solo la unidad de los sectores, ligado a los científicos, pueden salvar la situación de incertidumbre que viven los productores de cítricos del mundo con la presencia de esta nueva enfermedad letal.


En la República Dominicana, el subsector citrícola tiene un significativo impacto económico, social y hasta político, ya que se calcula que el cultivo de naranja es de aproximadamente 350 mil tareas, que el valor de la producción es equivalente a mil 400 millones, generando cerca de 30 mil empleos directo en el pico de la cosecha.


La industria citricota de la provincia de Hato Mayor es responsable de más del 50% de la producción nacional, ocupando una superficie de unas 150,000 tareas, que la convierten en la Capital del Cítrico del país.

Autor: MANUEL A. VEGA

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