Quien piense que Milly Quezada, haciendo perfecto
uso reglamentario de la información y los titulares, es sólo la Reina
del Merengue, quien sea capaz de entender que es únicamente una figura
sin la cual es imposible contar la historia del ritmo nacional, se ha
equivocado de medio a medio. Milly Quezada, en realidad, es un camino.
Una indicación de la superación humana a que nos convocan, a veces de
forma drástica, los vericuetos de trayectos tan desconocidos como
inesperados.
Milagros Quezada Borbón, la Milly Quezada que amamos a rabiar desde
que abre esa hermosa boca de mujer en el centro de su plenitud artística
y femenina es, sobre todo la mujer que supo sobrevivir, el ser de
temple probado bajo el fuego del dolor y el inesperado luto que con
tanta facilidad quiebra voluntades y almidona sueños y carreras,
laceradas por la braza urticante de la pérdida, la sorpresiva voltereta
del querer establecido.
La Milly es, en realidad, un camino que marca al
resto de la humanidad, una ruta de valor insospechado, de fuerzas
sacadas desde lo más profundo y una vida sentida hacia el futuro,
creando belleza, entregando sus dones. La voz de Milly llegó desde New
York, con un estilo de canto popular profundo, sentido y amigable,
redujo la distancia entre público y merengueros al ser una alternativa
que gustó por su autenticidad.
No existe otra cantante dominicana que
guarde entre sus tesoros dos premios Grammy ( Tanto el Awdars y el
Latino) (2003) y (2006). No hay otra figura femenina dominicana con esa
conquista.
A fuerza de tenerla tan próxima, de sentirla que nos acompaña por la
fuerza del eco de sus éxitos (y pese a que vive radicada en New
Jersey), poca gente hace conciencia de que esta mujer puede ser ubicada
en el listado de precedencias artisticas, al ser protagonista de
episodios y procesos que tienen origen en ella.
Fue la suya, Milly y Los Vecinos, la agrupación merenguera que por
vez primera se presentó en Japón, abriendo ese destino artistico a las
orquestas nacionales.
En 1990, ella fue invitada a actuar en Casa Blanca, en la gala
inaugurar del gobierno de George Bush (entonces no se sabía que iría a
ser tan mal ejercicio del poder).
Ella ha sido galardonada por los senados de Puerto Rico y República
Dominicana en 1997, año que cerró con la designación del 8 de noviembre
como día de Milly Quezada por parte de la Alcaldía de New York.
A partir de 997, con el lanzamiento de su primera producción como
solista: en que la que ofreció los éxitos “Hasta siempre”, “Porque me
amaste”, “Quizás”, “Lo tengo todo”, entre otros, se generó una
abrumadora demanda de presentaciones personales en escenarios que
incluyeron el Teatro Nacional y Altos de Chavón, Bellas Artes de Puerto
Rico, Lechman Collage, Theatre Madison Square Garden de New York y en
el Jefferson Auditórium de Washington, en el 2001, Milly obtiene otro
Premio Casandra, como Cantante Femenina del Año, la entrega de las
llaves de la ciudad de West New York y la condecoración Presidencial de
su país, con la Orden de Cristóbal Colon, Grado Oficial, otorgada por
el Presidente de la Republica, Ing. Hipólito Mejía.
En el 2002, obtiene otro Premio Casandra, en la categoría
“Espectáculo del Año”, por la producción “Mas Milly”, presentado en el
Teatro Nacional y el Teatro Regional de Santiago, a toda capacidad.
En el año 2005, Milly lanza su nuevo CD ¨MQ¨, con el sello J& N
Records. De esta producción se destacan los temas “La Mala Palabra”,
fusión de Merengue y Regueton, grabado a Dúo con Héctor “El Father”, y
el merengue “Quiero Ser”, compuesto y orquestado por el productor
musical del CD, Ramón Orlando. Esta producción le valió a Milly una
nominación como Album Tropical en Premios Lo Nuestro, dos nominaciones
en los Premios Billboard 2006 y su segunda nominación en Los Latín
Grammy”s en el renglón Album de Merengue del Año. También en este año
2006, Milly recibe “El Congo de Oro”, en el renglón merengue, en el
Carnaval de Barranquilla, Colombia.
En noviembre del 2010 el Centro de Visitantes del Capitolio, en
Washington, DC: le otorga el premio “Lifetime Achievement Guanin Award”,
dentro del evento anual “The Dominican American National Roundtable’s,
por su trayectoria y aportes a la proyección del legado musical y el
patrimonio cultural de República Dominicana.
Vida intensa
· 35 años es su tiempo de su carrera
· La orquesta inicial tuvo dos nombres, Millly, Jocelyn y Los Vecinos y Milly y los Vecinos
· Retiro temporal: de 1996 a julio de 1997.
· Dúos con: José Feliciano, Tito Nieves, Olga Tañon, Elvis Crespo, Juliana. Ramón Orlando, y Gilberto Santa Rosa.
· Es una de las pocas personalidades dominicanas reconocidas por el Instituto Smithsoniano.
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