Cada año unos 20 millones de
niños nacen con un peso más bajo del normal, ya sea debido a un parto
prematuro o a problemas durante la gestación y el embarazo.
Entre estos, unos 500.000 bebés mueren cada año,
principalmente en los países de bajos ingresos, y para muchos otros
bebés, haber nacido de forma prematura significará un alto riesgo de
sufrir complicaciones y problemas crónicos físicos y mentales más tarde
en la vida.
En muchos países, el cuidado
tradicional de los bebés prematuros involucra atenderlos en una sala
especial de cuidados intensivos en donde quedan aislados y protegidos en
incubadoras o cunas especiales.
Pero cada vez más estudios demuestran que este aislamiento podría no ser la opción más beneficiosa para estos bebés.
A principios de la década de los años 80, el
doctor Edgar Rey Sanabria, profesor de neonatología y pediatría del
Instituto Materno Infantil en Bogotá, alarmado por la alta tasa de
mortalidad de bebés prematuros en su hospital, decidió introducir un
nuevo método para enfrentar la falta de incubadoras y de atención
especializada para estos bebés.
El experto sugirió que las madres tuvieran un
contacto continuo de piel a piel con sus bebés prematuros o de bajo peso
para mantenerlos calientes y amamantarlos cuando fuera necesario.
Si un bebé necesitaba oxígeno, se le administraba con una mascarilla mientras dormía sobre el pecho de su madre.
"El doctor Rey Sanabria ideó el método que
llamaría método madre canguro (MMC)", le dice a BBC Mundo la pediatra
Natalie Charpak, directora de la Fundación Canguro, en Colombia.
"Uno de los riesgos del bebé prematuro es que no ha logrado desarrollar un sistema de regulación términa".
"El pediatra mostró que con ese contacto
permanente de piel a piel se podía obtener un control de temperatura tan
bueno como el de la incubadora".
El método mostró que no sólo lograba reducir la mortalidad, sino que también los bebés podían prosperar de forma drástica.
Con el tiempo, explica la doctora Charpak, el
método se fue extendiendo a otros hospitales y se conoció en otros
países, pero no fue ampliamente recibido por la comunidad médica y
pediátrica.
"El doctor Rey publicó sus observaciones
empíricas. Pero hizo falta evaluar los resultados a largo plazo, lo que
había pasado con los niños que no necesitaban regresar a consulta al
hospital, cómo estaba su salud, etcétera".
"Y eso generó un rechazo de la comunidad médica tanto en Colombia como en el extranjero", dice la pediatra.
Contacto continuo
Fue en las últimas dos décadas cuando finalmente
se logró revaluar el beneficio de esta estrategia para neonatos
prematuros y los estudios han mostrado que el método no sólo reduce la
mortalidad de estos bebés sino también las complicaciones de salud,
tanto físicas como mentales, asociadas al bajo peso al nacer.
"En 1986 creamos la Fundación Canguro para
evaluar los resultados a largo plazo del método madre canguro. Y en los
últimos 15 años hemos recibido unos 60 equipos de 30 países del mundo. Y
en América Latina el método se ha extendido rápidamente en las
maternidades de clínicas y hospitales", afirma Natalie Charpak.
"Contamos con una guía basada en la evidencia que indica que el MMC ofrece una regulación térmica estable tan buena como la incubadora, que la madre puede producir más leche al estar en contacto permanente con el bebé, que hay un 'empoderamiento' de los padres en las salas de maternidad"
Dra. Natalie Charpak
"Hay países como Brasil, donde el método canguro es ya una ley de salud pública".
Hoy, el método canguro ha demostrado que no sólo
es una alternativa para los países de bajos recursos donde faltan
incubadoras o salas de atención neonatal, sino también es una estrategia
con múltiples ventajas para el recién nacido, tanto prematuros como los
nacidos a término, a corto y largo plazo.
Un estudio publicado en International Journal of Epidemiology
en 2010, que revisó 15 estudios previos sobre mortalidad y morbilidad
del método madre canguro en países de bajos y medianos ingresos,
concluyó que el "MMC sustancialmente reduce la mortalidad neonatal entre
bebés nacidos antes término en hospitales".
"Y este es altamente efectivo para reducir la morbilidad severa, particularmente debida a infección".
Tal como expresa la doctora Charpak, "ahora
contamos con una guía basada en la evidencia que indica que el MMC
ofrece una regulación térmica estable tan buena como la incubadora, que
la madre puede producir más leche al estar en contacto permanente con el
bebé, que hay un 'empoderamiento' de los padres en las salas de
maternidad".
"También sabemos que el bebé puede aumentar de
peso más rápidamente, que presenta menos infecciones y por lo tanto
puede salir del hospital más pronto".
"Con el MMC se puede ahorrar en promedio unos 10
días de estancia hospitalaria. Y esto tiene un alto valor en todos los
sitios, no sólo en los países en desarrollo", dice la pediatra.
La doctora Charpak está actualmente coordinando
un estudio sobre el impacto físico y mental a largo plazo del MMC y se
espera que los resultados sean publicados en octubre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinion nos ayuda a crecer