HIPÓLITO MEJÍA: UN FRAUDE NO CONSUMADO

Escrito por  José Tavárez 

El autor es filósofo, psicólogo y profesor universitario.

 

Los alegatos de fraude que Hipólito Mejía y sus voceros oficiosos han lanzado por diversos medios, son vanos intentos por ocultar el fracaso electoral y echar una cortina de humo sobre las verdaderas causas de la derrota sufrida a manos de Danilo Medina, el PLD y los partidos aliados.

 

Si hemos de hablar de fraudes, el más claro de todos podría ser el que el propio Mejía representa. Si alguien tiene dudas al respecto, lo invito a leer los siguientes detalles:

 

1)     Empecemos con los apelativos con que Mejía se hace llamar: Ingeniero y Presidente lo titulan sus acólitos, siendo que no es ninguna de las dos cosas. Lo correcto sería llamarle ex presidente, porque no preside ni siquiera su propio partido, y su grado académico demostrado es el de perito agrónomo ¿No constituye una forma engañosa (fraudulenta) de presentarse públicamente?

 

2)     No me consta, pero muchos perredeístas, incluyendo al presidente de esta agrupación, aseguran que Hipólito fue electo candidato presidencial del PRD de forma fraudulenta.  Juzgue usted a quiénes creerle la historia.

 

3)     La adopción del nombre “Papá” y el correspondiente eslogan: “Llegó Papá”, aparte de un recurso publicitario, tenía el propósito de ocultar el propio nombre del candidato. Este cambio de identidad, mal disimula una actitud engañosa del señor Mejía ¿Intención fraudulenta del candidato blanco? Hay pocas dudas sobre este particular.

 

4)     Hacer una campaña como si nunca hubiera sido presidente ¿no es un intento de engaño (fraude) al pueblo dominicano? Esta ambigüedad de Mejía obligó a sus contrarios a levantar el eslogan: “Memoria contra el olvido” y a presentar en documentales y spots publicitarios el desastre que provocó su gestión de gobierno en los diversos órdenes de la vida nacional.

 

5)     Una campaña vacía, basada en diatribas, falsedades y descalificaciones fue el mayor de los fraudes intentados por Hipólito y su equipo estratégico. De manera machacona y obsesiva, su línea comunicacional insistió en ignorar que Danilo era el candidato presidencial del PLD, no Félix Bautista o Leonel Fernández ¿No es esto un intento de fraude al elector, de cuya inteligencia se pretendía burlar Mejía?

 

6)     Las encuestas amañadas y engañosas que financió el candidato blanco, para confundir a la gente, y luego encontrar asidero para los pataleos postelectorales ¿no era otra forma de engaño (fraude), que de paso aumentó el sufrimiento y la frustración de sus seguidores? Esas mediciones, incluyendo las que el CEC y Bendixen hicieron a boca de urna, evidencian una actitud retorcida y sinuosa por parte del señor Mejía.

 

7)     El intento de desconocer los resultados electorales, puestos en evidencia por gente de su propio equipo, entre ellos Morrison y López Nieto, revela la simulación y falta de transparencia con que se manejó el señor Mejía. A esta altura del proceso, sabiendo que había perdido, intenta confundir a la gente jugando al misterio, lo que representa un verdadero fraude para la opinión pública.

 

8)     Lo dicho hasta aquí puede darnos pistas para intuir las razones por las cuales Hipólito perdió las elecciones. Él no lo reconocerá así, por el contrario intentará buscar a quién echarle la culpa de una derrota, que quizá no tenga madre, pero sí un Papá que no debiera esconderse. Ahora resulta que MVM es el responsable de que el PRD perdiera las elecciones.

 

 Con esto, Mejía desnuda su falta de espíritu autocrítico, su irresponsabilidad e intenta confundir a la militancia de su partido para que pida la cabeza del presidente y lo aúpen a él como nuevo líder del partido blanco ¿No es esto un engaño doble, una especie de capicúa, por parte del señor que una vez se nos vendió como un hombre serio?

 

Estas y otras formas de engaño no lograron convencer a los 2 millones 323 mil 463 dominicanos/as (51.21%) que votaron por el PLD y aliados. Esta cifra resultó superior en 193 mil 274 votantes a los obtenidos por Mejía y los suyos. Esto significa que el paquete engañoso y fraudulento representado por Hipólito no se consumó. ¡Qué suerte tuvo el pueblo dominicano, incluyendo a quienes no votaron por Danilo Medina!