NUEVA YORK._ High Bridge Park, una de las áreas recreativas más extensas del Alto Manhattan, se ha convertido en las últimas semanas en un “cementerio” de agujas de drogadictos y condones.
Los desperdicios son usados por los viciosos de estupefacientes como la heroína y otros psicotrópicos inyectables y jóvenes y adolescentes que sostienen relaciones en matorrales y zonas boscosas de la instalación. El parque, con un área especial para niños, escuelas próximas y una piscina pública, está situada en la avenida Amsterdam desde la calle 155 y Edgecombe hasta la 190 y en la primera franja funcionan varias instituciones como la Asociación Comunal de Dominicanos Progresistas (ACDP), instalaciones deportivas y oficinas de la ciudad.
Cuenta con un play de béisbol, donde practican y juegan pequeñas ligas comunitarias, pero por la misma situación y cuando llueve fuerte en el área, el diamante se inunda por falta de un adecuado drenaje. Johnati Pol de 19 años de edad y quien practica ese deporte a la altura de la calle 174 dice que el home plate y la “lomita” de lanzar se convierten en fangos y se llenan de bachez.
Es la zona verde más grande en todos los barrios pobres de Nueva York, pero no cuenta con un presupuesto específico para la conservación ni la seguridad y a veces, las organizaciones comunitarias del área tienen que hacer el trabajo por sí mismas.
También se mantienen programas para después de la escuela y se realizan competencias recreativas y deportivas. Las agujas hipodérmicas y los condones, son lanzados principalmente cerca del parque infantil en la calle 190.
Cerca de allí, está la escuela secundaria George Washington de la que han salido súper estrellas deportivas como Manny Ramírez de los Dodgers de Los Angeles y otros. Casi llegando a la calle 170. Más condones y agujas se encuentran en un sendero corto que conduce a un pequeño puente.
Residentes de la comunidad han deplorado la situación y funcionarios de la ciudad como Geoffrey Croft, dicen que es muy difícil ver esos desperdicios en otras áreas recreativas como el Parque Central.
En Highbridge Park, no hay vigilancia por las noches y se pueden observar muchas personas, especialmente adictos a la heroína y al crack, pululando por sus más sombríos recovecos. Croft, quien mostró una aguja casi llena de droga.
Un atajo con escaleras ubicado en la calle 156 y Edgecombe tuvo que ser cerrado con vallas de metal y pusieron letrero que advierte la prohibición de pasar por allí. En esa parte, llegaron funcionar los primeros campos de polo e incluso sirvió de hogar al equipo Los Gigantes de Nueva York cuando esa novena operaba en la ciudad.
“Escalera John T. Brush” reza una placa en dedicación al otrora jugador de Los Gigantes. Croft dijo que en vez de mantener las condiciones deplorables del parque, el Departamento de Parques y Recreaciones prefiere que no existan.
Pero el comisionado de parques, Adrian Benepe anunció recientemente que el municipio invertirá $60 millones de dólares para renovar el área que conecta a Manhattan con El Bronx, prevista a terminarse en el 2013.
La instalación tiene 118 acres (unos 7,200 metros cuadrados de terreno).
Autor: Miguel Cruz Tejada
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