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lunes, 19 de julio de 2010

A Figueroa lo tenían en la mira desde el día antes de su captura

Javier Valdivia

javier.valdivia@listindiario.com

San Juan, Puerto Rico

Aquí cayó el hombre Esta es la intersección de las calles Loíza y Degetau, en el barrio Santurce de Puerto Rico, donde José David Figueroa Agosto fue capturado el sábado por las autoridades puertorriqueñas. En el lugar, un enclave de inmigrantes procedentes de República Dominicana, los vecinos dicen que no vieron nada ni saben nada del capo boricua.

Desde el viernes en la noche, José Figueroa Agosto estuvo ubicado por sus persecutores boricuas y esa información fue comunicada, de inmediato, a las autoridades dominicanas.



Fuentes estrechamente vinculadas al operativo que culminó al día siguiente, sábado, con el arresto del fugitivo narcotraficante, dijeron que la información de inteligencia fue servida a las autoridades dominicanas para que estuviesen atentas a la evolución de los operativos del día siguiente.



De acuerdo con las fuentes, el jefe de la Policía dominicana y el presidente de la Direccion Nacional de Control de Drogas, ya estaban el viernes en la noche al tanto de estas expectativas.



Una vez confirmado el éxito de la operación, las autoridades dominicanas lo comunicaron al presidente de la República y, luego, partieron hacia esta ciudad para estar presentes en el manejo del caso.



El seguimiento a Figueroa Agosto se intensificó a raíz de las evidencias fílmicas que lo mostraban junto a Sobeida Felix Morel, en una plaza comercial local en marzo pasado. Estas imágenes fueron las primeras que daban una idea real de su paradero hasta entonces desconocido.



La Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA) y los representantes de otras agencias tuvieron una reunión que fue calificada de “decisiva” la semana pasada con el gobernador Luis Fortuño.



Fuentes dijeron al LISTÍN DIARIO que en ese momento se tenía un cuadro bastante aproximado de la estrategia y logística para la captura de Figueroa Agosto.





Las pistas que estaba dejando, al parecer inadvertidamente, permitieron a las autoridades puertorriqueñas darle el seguimiento que culminó a las 11 de la manana del sábado en la esquina de las calles Loíza y Degetau, del centro de Santurce, vecindario donde viven muchos dominicanos.



Las pistas



Su inclinación por la decoración de interiores, además de la personalidad que José Figuera Agosto asumió en cuatro diferentes facetas, dieron pistas a las autoridades dominicanas para establecer vínculos en el accionar del capo boricua.



El presidente de la DNCD explicó que el narco boricua había adoptado cuatro diferentes identidades con las cuales se mostraba a determinado estrato social.



Así, Figueroa Agosto se llamó también Felipe Rodríguez de la Rosa, Christian Almonte Peguero, Ramón Sánchez y Felipe Rodríguez.



De acuerdo con el nombre que adoptaba, explicó el funcionario, el detenido se codeaba con la clase alta dominicana o compartía con la clase baja.



En todo caso, agregó, hacía negocios reñidos con la ley: lavando dinero con gente acomodada, o colocando drogas en los barrios de Santo Domingo.



El funcionario dominicano también habló de las excentricidades del capo boricua.



“Figueroa Agosto tenía la costumbre de comprar dos autos de la misma marca, del mismo año, del mismo modelo, pero de distinto color: si era un Mercedes, era un Mercedes negro y otro blanco”.



También tenía la costumbre de comprar dos apartamentos en un mismo edificio o toda una manzana, si se trataba de una casa, y las conectaba entre sí siempre, simplemente por el hecho de que de esa manera podía fugarse cruzando de una a otra sin levantar sospechas.



La Fortaleza, sede del gobierno puertorriqueño, fue el lugar elegido por el gobierno local para dar más información sobre el perfil del detenido, sobre sus operaciones y sobre su futuro legal.



En la rueda de prensa participaron el gobernador Luis Fortuño y autoridades federales y estatales de Puerto Rico, además del jefe de la Policía dominicana, de la DNCD y del secretario de Prensa de la Presidencia, quien a una pregunta sobre la corrupción en el gobierno que dirige el presidente Leonel Fernández, manifestó que en éste no “hay vacas sagradas”.



“En nuestro país nadie está por encima de la ley”, dijo Rafael Núñez.



Precisamente, el mandatario dominicano conversó por teléfono con el gobernador de Puerto Rico en presencia de autoridades dominicanas y puertorriqueñas para participar después en una conferencia de prensa.



En la ronda de participaciones, el jefe de la Policía Nacional dominicana, mayor general Rafael Guzmán Fermín, alabó la labor común que realizaron las autoridades de ambos países para golpear al narcotráfico y por la captura del capo puertorriqueño.



Desafío vencido

“Este es sin duda el mayor golpe contra el tráfico de drogas dado en el Caribe y la costa este de Estados Unidos”, dijo el jefe de la Policía.



Agregó que la captura del prófugo boricua se convirtió en el desafío más grande de la historia dominicana, y aseguró que si se pudo lograr su captura se debió a la sinergia de las autoridades dominicanas y puertorriqueñas, a la efectividad de su trabajo y a la voluntad política de los gobiernos de ambas islas.

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