El modelo dorado del nuevo iPhone 5S es un objeto
codiciado debido a que su «stock» era muy limitado. Pocos compradores
se han hecho con uno de estos móviles de Apple que estará agotado hasta
entrado octubre.
Incluso algunos dueños han decidido aprovecharse de
esta grande demanda (y poca oferta) para vender estos móviles por hasta
10.100 dólares por eBay.
Uno de estos móviles ha caído en las manos de Richard Ryan, un
popular bloguero que se especializa en grabar en cámara lenta las
«torturas» que sufren los dispositivos en ciertas pruebas de
resistencia, le llaman el Tech Assassin (El Asesino de tecnología).
Ryan ha realizado y grabado varias pruebas de resistencias a este
móvil. Primero hizo dos tests de caída libre, en suelo de tierra y sobre
el cemento. En la primera, el móvil no resistió lo esperado ya que
resultó con varias zonas con grietas. Al segundo Test sí que sobrevivió.
Al parecer el iPhone 5S está mejor preparado para caer sobre
superficies lisas.
La tercera prueba ha sido dejar caer en un bol con agua el móvil.
Sólo por un par de segundos. También sobrevivió, aunque aclaran que el
iPhone 5S no está diseñado para ser sumergido en agua.
Se trata de
simular una situación como por ejemplo, que al usuario se le cae el
móvil en el inodoro y reacciona con rapidez.
En este caso Ryan dejó que
el móvil se secase al sol durante quince minutos y el móvil encendió
correctamente, el sensor dactilar también así como el resto de
funciones.
La cuarta prueba ha sido la más dura y que se sabía que iPhone iba a
fallarla. Ryan disparó al móvil con un rifle Barrett M82A1, un arma que
suele utilizar en sus pruebas.
El iPhone no sobrevivió pero se mantuvo en «pie» una vez recibió el
primer disparo. Como resultado, se podía mirar las entrañas del iPhone
5S a través del agujero.
Ryan disparó de nuevo al iPhone 5S maltrecho, esta vez no de manera
frontal sino de un lateral. El iPhone no resistió y voló por los aires
en pedazos. También ha grabado el disparo desde las Google Glass
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