Por
Manuel Rodríguez Bonilla
Miembro
Fundador del Comité de Historia de Mao, Inc.
Desiderio Arias |
Escuchando
en día reciente la muy oída emisora Z-101, en su popular programa “El Gobierno
de la Mañana”, escuché en la voz del conocido
historiador Euclides Gutiérrez Félix mediante llamada telefónica que hiciera,
referirse a las circunstancias de la muerte del entonces general retirado
Desiderio Arias, en los inicios de la tiranía trujillista.
Las
informaciones dadas por el conocido político tuvieron aciertos y varios desaciertos
que merecen precisarse, para la efectiva orientación de la ciudadanía. Esto
así, considerando la gran audiencia del referido programa radial y la confianza
que inspira, por sus dotes intelectuales, el señor Gutiérrez Félix. El mismo
día, como el día siguiente, llamé de manera insistente al referido programa
para ofrecer mis informaciones, pero el acceso resultó más que imposible, por
lo que me decidí referirme al caso a través de un artículo publicado en el
Portal de la Z de la indicada emisora.
Dentro
de los yerros pronunciados por el referido profesional están el que Salomón
Haddad fue el que expresó a Desiderio la intención de matar a Trujillo el día
que estos se reunieron en Mao, el que Trujillo estaba en Mao al momento de la
muerte de Desiderio, y que Desiderio se levantó en armas contra Trujillo, entre
otros.
Desiderio
Arias fue asesinado en los cerros de Gurabo, en las afueras de Mao, próximo a
la hoy comunidad de Pueblo Nuevo. Esto fue el 20 de junio del año 1931.
Debe
recordarse que Rafael Leonidas Trujillo, ya decidido a establecerse con firmeza
en el control de la nación, desarrollaba entonces su estrategia de liquidar a
todos los caudillos existentes en cada
región del país. Es por esto que días antes del asesinato del principal
líder de todo el noroeste de la República, por sugerencia del ya Presidente de
la República, Desiderio se reunió con Trujillo en Mao en la casa del señor Agustín Hernández, edificación
donde luego funcionó por muchos años la oficina de la Corporación Dominicana de
Electricidad, al lado de la Escuela “Juan Isidro Pérez”.
Disponemos
de numerosos testimonios que afirman que mientras se desarrollaba la reunión
Trujillo-Desiderio, seguidores cercanos de este último fueron visitados y llamados
reuniéndose con los altos militares que acompañaban al tirano,
comprometiéndoles a traicionar al viejo caudillo noroestano a cambio de dinero
y de disponer del apoyo político del Gobierno.
Se dice que esos desideristas pasados luego a trujillistas fueron los
hermanos Torres: Alejando, Emiliano y José del Carmen, alias Carmito; así
mismo, Victoriano Almánzar y Félix Rodríguez, alias Chaco.
Al
concluir el encuentro con Trujillo, quien llegara al mismo completamente desarmado
como muestra de que buscaba establecer una paz duradera con Arias, Amado Colón,
uno de los principales lugartenientes de Desiderio presente en la vivienda de
la reunión, preguntó a su líder mientras Trujillo se alejaba en su caballo
“¿Usted quiere que se lo mate? Ese sale más malo que Lilís”, oponiéndose el
antiguo Ministro de Guerra de la República y entonces Senador por la provincia
de Montecristi.
Para
el logro del objetivo, que era eliminar a Desiderio Arias, Trujillo facilitaría
a través de los traicioneros desideristas armas inservibles y de limitados usos
al núcleo de Desiderio, haciendo llegar al general Arias la voz de que las
tropas de Trujillo se acercaban a Mao para hacerle preso, obligando al viejo
caudillo y sus pocos hombres a tomar contra su voluntad el monte con las armas
que los traicioneros le decían tener guardadas.
Periódicos
de la época, bajo el control del gobierno trujillista, destacan ampliamente con
informaciones diarias “la rebelión de Desiderio contra el gobierno legalmente
constituido”. Todo estaba previamente montado. Mientras tanto, el Dictador
esperaba el desenlace de los acontecimientos en la casa de su amigo Pedrito
Chávez, en la comunidad de Guayacanes, a unos 5 kilómetros de la ciudad de Mao.
Pedrito Chávez, fue el padre de Pedro Chávez que posteriormente llegó al rango
de Teniente del Ejército Nacional, y este a su vez padre del conocido médico
maeño Pedro José Chávez que todo el que le conoció le recuerda con afectos como
el Doctor Chávez.
Aunque
algunos de los periódicos reseñan que en las proximidades de las lomas de
Gurabo se escuchaban intensos tiroteos, la verdad es que Desiderio y sus
seguidores no lograron disparar un tiro.
El disparo escuchado fue el de Victoriano Almánzar dado a la espalda de Desiderio
Arias, seguido de tiros repetidos avisando a las tropas del gobierno que el
objetivo había sido alcanzado.
El
Teniente Mélido Marte (padre del destacado deportista Cristóbal Marte) entró
con sus tropas al filo de la medianoche por las espesas breñas hasta llegar al
lugar donde reposaba el cuerpo sin vida de Desiderio Arias. El Teniente
Ludovino Fernández le corta la cabeza para llevarla a Trujillo como muestra de
que la misión había acabado, haciendo sepultar su cuerpo en las proximidades
donde fuera asesinado por uno de sus propios hombres.
En
la mañana del día siguiente la cabeza de Desiderio fue mostrada por las
principales calles de Mao, como demostración a sus pobladores de que la era de
Desiderio había concluido y de lo que le esperaba a quienes admiraban o seguían
al ya muerto caudillo noroestano.
Ya
en la residencia de Pedrito Chávez, en Guayacanes, frente al tirano que
esperaba, Ludovino saca del macuto que transportaba la cabeza de Desiderio.
Trujillo reacciona con muestra de desaprobación, mandando a colocar de
inmediato la cabeza a su cuerpo original; pues, eso no encajaba con su plan
previsto que era entregarlo a su esposa Pomona Navarro que residía en Montecristi
y mostrarlo a la prensa en Santiago, al tiempo de mostrarse ante el país
compungido por el triste desenlace.
Al
retornar la guardia a los predios de Gurabo en procura del cuerpo de Desiderio,
el Teniente Ludovino Fernández y acompañantes no lograron localizar el lugar
exacto donde se diera sepultura, por lo que debieron dar muerte a un pobre
hombre que se movía por el área para a su cuerpo colocar la cabeza y así
cumplir con el mandato del tirano. Fue visible el desconcierto de doña Pomona
al recibir el cadáver de su esposo, afirmando entre sus íntimos de que ese
cuerpo no correspondía al de Desiderio, por lo que su cuerpo quedaría sepultado
en las cercanías de Mao mientras que su cabeza quedaría sepultada en Montecristi.
Al
tiempo que Trujillo daba a la viuda las más sentidas condolencias y expresar su
pesar por “la caída de quien fue mi aliado y amigo”, las fuerzas represivas del
tirano perseguían, apresaban y asesinaban a los más cercanos seguidores de
Desiderio en el poblado de Mao.
El conocido y ejemplar ciudadano Chaguito
Espaillat fue asesinado, de lo que fue inculpado el valiente Amado Colón, aquel
que en la reunión de mayo del 1931 le preguntara a Desiderio que si quería que
asesinara a quien su olfato ya le decía saldría “más malo que Lilís”. Amado fue
perseguido, apresado y luego desaparecido.
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