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lunes, 26 de agosto de 2013

MUERTE DESIDERIO ARIAS

Por Manuel Rodríguez Bonilla
Miembro Fundador del Comité de Historia de Mao, Inc.

Desiderio Arias
 
Escuchando en día reciente la muy oída emisora Z-101, en su popular programa “El Gobierno de la Mañana”, escuché en la voz del  conocido historiador Euclides Gutiérrez Félix mediante llamada telefónica que hiciera, referirse a las circunstancias de la muerte del entonces general retirado Desiderio Arias, en los inicios de la tiranía trujillista. 


Las informaciones dadas por el conocido político tuvieron aciertos y varios desaciertos que merecen precisarse, para la efectiva orientación de la ciudadanía. Esto así, considerando la gran audiencia del referido programa radial y la confianza que inspira, por sus dotes intelectuales, el señor Gutiérrez Félix. El mismo día, como el día siguiente, llamé de manera insistente al referido programa para ofrecer mis informaciones, pero el acceso resultó más que imposible, por lo que me decidí referirme al caso a través de un artículo publicado en el Portal de la Z de la indicada emisora.

Dentro de los yerros pronunciados por el referido profesional están el que Salomón Haddad fue el que expresó a Desiderio la intención de matar a Trujillo el día que estos se reunieron en Mao, el que Trujillo estaba en Mao al momento de la muerte de Desiderio, y que Desiderio se levantó en armas contra Trujillo, entre otros.

Desiderio Arias fue asesinado en los cerros de Gurabo, en las afueras de Mao, próximo a la hoy comunidad de Pueblo Nuevo. Esto fue el 20 de junio del año 1931. 

Debe recordarse que Rafael Leonidas Trujillo, ya decidido a establecerse con firmeza en el control de la nación, desarrollaba entonces su estrategia de liquidar a todos los caudillos existentes en cada  región del país. Es por esto que días antes del asesinato del principal líder de todo el noroeste de la República, por sugerencia del ya Presidente de la República, Desiderio se reunió con Trujillo en Mao  en la casa del señor Agustín Hernández, edificación donde luego funcionó por muchos años la oficina de la Corporación Dominicana de Electricidad, al lado de la Escuela “Juan Isidro Pérez”.

Disponemos de numerosos testimonios que afirman que mientras se desarrollaba la reunión Trujillo-Desiderio, seguidores cercanos de este último fueron visitados y llamados reuniéndose con los altos militares que acompañaban al tirano, comprometiéndoles a traicionar al viejo caudillo noroestano a cambio de dinero y de disponer del apoyo político del Gobierno.  Se dice que esos desideristas pasados luego a trujillistas fueron los hermanos Torres: Alejando, Emiliano y José del Carmen, alias Carmito; así mismo, Victoriano Almánzar y Félix Rodríguez, alias Chaco. 

Al concluir el encuentro con Trujillo, quien llegara al mismo completamente desarmado como muestra de que buscaba establecer una paz duradera con Arias, Amado Colón, uno de los principales lugartenientes de Desiderio presente en la vivienda de la reunión, preguntó a su líder mientras Trujillo se alejaba en su caballo “¿Usted quiere que se lo mate? Ese sale más malo que Lilís”, oponiéndose el antiguo Ministro de Guerra de la República y entonces Senador por la provincia de Montecristi.

Para el logro del objetivo, que era eliminar a Desiderio Arias, Trujillo facilitaría a través de los traicioneros desideristas armas inservibles y de limitados usos al núcleo de Desiderio, haciendo llegar al general Arias la voz de que las tropas de Trujillo se acercaban a Mao para hacerle preso, obligando al viejo caudillo y sus pocos hombres a tomar contra su voluntad el monte con las armas que los traicioneros le decían tener guardadas.

Periódicos de la época, bajo el control del gobierno trujillista, destacan ampliamente con informaciones diarias “la rebelión de Desiderio contra el gobierno legalmente constituido”. Todo estaba previamente montado. Mientras tanto, el Dictador esperaba el desenlace de los acontecimientos en la casa de su amigo Pedrito Chávez, en la comunidad de Guayacanes, a unos 5 kilómetros de la ciudad de Mao. Pedrito Chávez, fue el padre de Pedro Chávez que posteriormente llegó al rango de Teniente del Ejército Nacional, y este a su vez padre del conocido médico maeño Pedro José Chávez que todo el que le conoció le recuerda con afectos como el Doctor Chávez.

Aunque algunos de los periódicos reseñan que en las proximidades de las lomas de Gurabo se escuchaban intensos tiroteos, la verdad es que Desiderio y sus seguidores no lograron disparar un  tiro. El disparo escuchado fue el de Victoriano Almánzar dado a la espalda de Desiderio Arias, seguido de tiros repetidos avisando a las tropas del gobierno que el objetivo había sido alcanzado.

El Teniente Mélido Marte (padre del destacado deportista Cristóbal Marte) entró con sus tropas al filo de la medianoche por las espesas breñas hasta llegar al lugar donde reposaba el cuerpo sin vida de Desiderio Arias. El Teniente Ludovino Fernández le corta la cabeza para llevarla a Trujillo como muestra de que la misión había acabado, haciendo sepultar su cuerpo en las proximidades donde fuera asesinado por uno de sus propios hombres.

En la mañana del día siguiente la cabeza de Desiderio fue mostrada por las principales calles de Mao, como demostración a sus pobladores de que la era de Desiderio había concluido y de lo que le esperaba a quienes admiraban o seguían al ya muerto caudillo noroestano.

Ya en la residencia de Pedrito Chávez, en Guayacanes, frente al tirano que esperaba, Ludovino saca del macuto que transportaba la cabeza de Desiderio. Trujillo reacciona con muestra de desaprobación, mandando a colocar de inmediato la cabeza a su cuerpo original; pues, eso no encajaba con su plan previsto que era entregarlo a su esposa Pomona Navarro que residía en Montecristi y mostrarlo a la prensa en Santiago, al tiempo de mostrarse ante el país compungido por el triste desenlace.

Al retornar la guardia a los predios de Gurabo en procura del cuerpo de Desiderio, el Teniente Ludovino Fernández y acompañantes no lograron localizar el lugar exacto donde se diera sepultura, por lo que debieron dar muerte a un pobre hombre que se movía por el área para a su cuerpo colocar la cabeza y así cumplir con el mandato del tirano. Fue visible el desconcierto de doña Pomona al recibir el cadáver de su esposo, afirmando entre sus íntimos de que ese cuerpo no correspondía al de Desiderio, por lo que su cuerpo quedaría sepultado en las cercanías de Mao mientras que su cabeza quedaría sepultada en Montecristi.

Al tiempo que Trujillo daba a la viuda las más sentidas condolencias y expresar su pesar por “la caída de quien fue mi aliado y amigo”, las fuerzas represivas del tirano perseguían, apresaban y asesinaban a los más cercanos seguidores de Desiderio en el poblado de Mao. 

El conocido y ejemplar ciudadano Chaguito Espaillat fue asesinado, de lo que fue inculpado el valiente Amado Colón, aquel que en la reunión de mayo del 1931 le preguntara a Desiderio que si quería que asesinara a quien su olfato ya le decía saldría “más malo que Lilís”. Amado fue perseguido, apresado y luego desaparecido.

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