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viernes, 7 de enero de 2011

MARAVILLOSO‏

Autor Tiberio Castellanos
Desde Miami

Según el poeta chileno Vicente Huidobro, el adjetivo, cuando no da vida, mata. Mucha gente cree que esta advertencia rige sólo para los poetas. No, también rige para todo aquel que escribe o habla y aspira a tener un acierto en su comunicación.

Estoy oyendo, temprano en mis mañanas, a través de una radio donde escucho un programa antes y otro después de éste, un programa deportivo al cual presentan hablando del

" maravilloso mundo de los deportes".

Pienso, que aquí el adjetivo maravilloso está impropiamente utilizado. En mi pequeño Diccionario de Sinónimos y Antónimos aparecen como sinónimos de maravilloso: los adjetivos portentoso, prodigioso, milagroso, asombroso, pasmoso, extraordinario, sorprendente, fantástico, sobrenatural.



Ninguno de estos adjetivos, ciertamente, puede aplicarse ni al deporte ni al atletismo. Actividades donde sólo triunfan los bien entrenados y los muy disciplinados.

Innecesario es decir aquí, pero lo digo, que además del entrenamiento y la disciplina hacen falta ciertas condiciones innatas que, muy tempranamente, descubren en los atletas los buscadores de talentos.

Claro, que aun así, en este mundo de los deportes y el atletismo puede haber sorpresas. Pero nada que podamos calificar como sobrenatural, o fantástico, o extraordinario. Es decir, entre los bien entrenados y cuidados, y como cosa muy natural, aunque a veces con algunas sorpresas, unos sacan mejores notas que otros.

Se supone que esto lo conocen muy bien los cronistas deportivos y todo el que habla o comenta sobre deporte o atletismo. No obstante, al hablar de"records", "averages",

y logros de los atletas y deportistas, estos que hablan, parecen olvidar el importante detalle de la disciplina. Sin disciplina en el comer, en el dormir, en el entrenamiento diario, y hasta en otra actividad que no quiero mencionar aquí, no hay triunfadores deportivos.

Otra cosa que quiero señalar en esta descarga

es lo que ya he mencionado en una anterior. Y que se refiere a lo que para mí ha sido tan importante descubrir en esa Epistola de Pablo a los Corintios (9:24-27). Me refiero a lo que entiendo como la base de la disciplina. Condición necesaria para triunfar, no sólo en los deportes y el olimpismo, si no en cualquier otra empresa, así también para conservar la buena salud del cuerpo y del espíritu. Pablo dice, refiriéndose a su boxeo, "mis directos van a mi cuerpo y lo obligo a que me sirva..."

Lo obligo a que me sirva. Pienso que algunos cristianos de otros tiempos que castigaban su cuerpo con flagelos y otros crueles instrumentos, no estaban interpretando bien a Pablo. Creo que lo que el Apóstol quiso subrayar es la soberanía de la mente sobre el cuerpo. No el debilitamiento o castigo del cuerpo.

Asimismo, me parece que muchos llamados cristianos no han leído bién esta epístola. De otro modo no funcionarían según "las ganas" o deseos de hacer esto o aquello, o de actuar según lo "que me pide el cuerpo". En vez de hacer, en cada momento, lo necesario, lo conveniente, lo justo. Y no otra cosa.

Un abrazo.

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