Por Humberto Marte
El autor es un destacado comunicador dominicado residente en Philadelphia Estados Unidos
Sino estuviera convencido de que elegí el mejor camino, ese que solo es dado a seres humanos desprendidos, el de defender a los más pobres, no existiera en mi la más mínima acción o deseo de continuar por un camino tan lleno de espinas y obstáculos que para avanzar es necesario cubrirse con una coraza echa de vergüenza, honestidad, paciencia, humildad, y por sobre todo entendimiento
Estoy feliz de despertar en algunos ese monstruo que llevan por dentro cuando se les habla de defender al pueblo haitiano y más en mi caso que es el de plantear la posibilidad de unir la isla,
Pero ese monstruo les sale no es porque no quieran ser parte de otro país sino porque se trata de Haití ahora el quinto más pobre del planeta, porque si se les abrieran las puertas a los dominicanos para que emigraran a estados unidos los haitianos tendrían un país vacío para disfrutarlo, ya lo hemos expresado que buena ventura Báez y Lilis trataron al igual que pedro Santana de anexarnos y que morales Languazo entrego las aduanas al imperio para que nos robra por 37 años eso lo repetiremos cuantas veces sea posible para hacer conciencia
Pero como este escrito tiene que continuar y queremos ser breve les dejo con una carta a manera parábola que le escribí al presidente en diciembre del año dos mil cinco
Debo aclarar que ahora es la apertura de los albores de esas parábolas el que las descifre como soy pobre le daré como premio un chele de palmita
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