Desde la oficina, que ocupa, Amalfis la hija de Don Ramón Grullon, predica con el ejemplo de su padre en la institución y en su vida publica y privada, se hizo templo lleno de espíritu, bondad y solidaridad, buscando la complicidad de su personal,y un grito de su garganta se escuchó “ayudemos a los haitianos”.Amalfis Grullon
Presurosa,como compitiendo con el viento, de su rostro gotitas de sudor se dejaban ver,habia una gran tarea por hacer,entre risas, papeles y suspiros de mujer florecida llena de pétalos ,aprovechaba cada segundo, el amor salía de cada uno de sus poros,Dios le daba la fuerza y la energía para su objetivo lograr.
De otro lado, la Gerente de Recursos Humanos de la intitucion, Rosa Vásquez, con la delicadeza que la caracteriza, con esa paz reflejada en su rostro y esa voz que dulcifica los sonidos, estaba en lo suyo, ella como abeja salida del panal, para trabajar, atendía todos los cartones, los de su función como ejecutiva y los de su Alma en ese momento inspirada por el amor al prójimo.
Amalfis no me lo dijo, pero estoy seguro que ella, en la intimidad de su habitación, agradeció a Dios y a Don Ramón, la bendición le pidió.” Misión cumplida”, ante la desgarradora realidad, de un pueblo que se ha borrado y el equipo del Instituto de Idiomas John F Kennedy los ha abrazado para sin ver atrás de las cenizas levantarlos.
Al centro con bufanda morada ,Rosa Vazques gerente de recursos humanos
Parte de lo recaudado para los haitianos
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