SANTO DOMINGO.- Mediante un comunicado emitido la tarde del lunes, el presidente de la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana, doctor Leonardo Matos Berrido, anunció la suspensión de por vida del dirigente de los Tigres del Licey José Antonio Offerman de toda actividad beisbolística oficial que se celebre en el país.
La sanción fue la respuesta a las acciones antideportivas e incivilizadas del dirigente Offerman, quien derribó de un puñetazo al árbitro norteamericano Daniel Reyburn, durante un incidente ocurrido en el último partido de la ronda semifinal del torneo 2009-2010, celebrado el pasado sábado entre los Gigantes del Cibao y los Tigres del Licey, en el estadio Quisqueya de la capital dominicana.
“La decisión es definitiva, la tomé el mismo sábado en la noche con mucho pesar y así lo hice saber mediante una nota en la cual declaré haber presenciado con estupor desde las gradas la actitud del dirigente azul”, dijo Matos Berrido.
El presidente de Lidom también hizo referencia a que días antes del incidente había aconsejado a Offerman en presencia de varios directivos del Licey y dijo lamentar profundamente la suerte de quien expresó su simpatía como atleta y hombre de béisbol.
“Me parece un hombre serio pero aparentemente no puede dominar sus impulsos. Las faltas graves hay que sancionarlas drásticamente. Yo siempre trato de no suspender a un pelotero porque este es un campeonato corto y busco no afectar a los equipos. Aspiro a que este año los equipos comiencen a cobrar las multas a sus jugadores en lugar de pagarlas en las respectivas oficinas”, indicó.
Un día después de la vergonzosa acción, Offerman presentó disculpas y pidió indulgencia por el hecho a través de una carta pública: “Deseo por este medio expresar mis más profundas disculpas a mi familia, mis seguidores fieles, a toda la afición deportiva dominicana, a los fanáticos de nuestro equipo, a la directiva de los Tigres del Licey, al Colegio de Árbitros y Anotadores, a la Asociación Nacional de Ligas de Béisbol y a la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana, por mi conducta inadecuada y contraria a la ética y los principios generalmente aceptados en nuestro deporte”.
Además añadió: “Apelo a la generosidad de la indulgencia del público y la sociedad dominicana y a la comprensión de quienes hacen opinión pública nacional e internacionalmente, en el entendido de que soy un ciudadano respetuoso y firme creyente de la convivencia civilizada”.
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