Washington.- Entre 3.500 y 4.000
casos de niños desaparecidos, como el de las tres jóvenes que en la
pasada noche fueron halladas tras diez años de secuestro, aún se
encuentran sin resolver en Estados Unidos según el Centro Nacional para
Niños Desaparecidos y Explotados (NCEMC).
El director ejecutivo del
programa de niños desaparecidos del NCEMC, Bob Lowery, explicó hoy a Efe
que a diario se reportan unos 2.000 casos de desapariciones infantiles
de los cuales el 80 % son huidas de los propios pequeños, mientras que
menos de un 1 % están relacionados con secuestros similares al caso de
las tres jóvenes.
"Son unas circunstancias muy inusuales que no
habíamos visto antes, nunca tres niñas ni tres hombres relacionados con
un mismo secuestro durante tanto tiempo", dijo Lowery.
El director del programa de niños desaparecidos
del NCEMC subrayó además que este tipo de casos son muy difíciles de
resolver porque cuando estos niños son secuestrados o retenidos "es muy
raro que haya testigos ni escena del crimen, por lo que se tiene que
recurrir a la colaboración ciudadana".
"Pedimos, junto a las fuerzas de seguridad, que
los ciudadanos sean nuestros ojos y nuestros oídos para poder analizar
cualquier tipo de pista que nos ayude a avanzar en los casos", agregó.
Pero en aquellas desapariciones prolongadas
durante tanto tiempo es precisamente la gente que rodea a las víctimas
la que termina perdiendo la esperanza.
Los vecinos del barrio de Cleveland donde fueron
encontradas las tres jóvenes ya no confiaban en que aún estuvieran con
vida después de tanto tiempo, sin embargo el Buró Federal de
Investigaciones (FBI) continuaba teniendo sus nombres en la lista de
desaparecidos al no encontrar indicios de su muerte.
"La gente pierde la esperanza con el tiempo. Pero
casos como éste nos demuestran que hay que seguir pendientes porque todo
es posible. Trabajamos desesperadamente para encontrar a esos niños que
seguro siguen vivos ahí fuera de entre esos 3.500 o 4.000 casos que aún
quedan por resolver", añadió.
Este centro, en colaboración con el Departamento
de Justicia y las fuerzas de seguridad, provee a las familias que han
sufrido la pérdida de sus pequeños de medios técnicos y especialistas
forenses para poder analizar desde diferentes disciplinas todas las
pistas posibles que puedan ayudar a encontrar a los pequeños
desaparecidos.
Durante más de una década, la policía y otras
fuerzas del orden en los alrededores de Cleveland persiguieron
innumerables pistas en busca de Amanda Berry, Gina DeJesus y Michelle
Knight. Sin embargo, en su caso, no sabían lo cerca que estuvieron de
los presuntos secuestradores.
Las jóvenes desaparecieron entre 2002 y 2004, y
precisamente en enero de este año la policía visitó la casa propiedad
del principal sospechoso de su secuestro, Ariel Castro, pero lo hizo
para preguntar por qué éste, conductor de autobús escolar, había dejado a
un niño dentro de su vehículo al terminar el turno.
Desde el NCEMC recuerdan que pese a que este tipo
de casos no se resuelvan con prontitud, el centro continúa trabajando en
ellos de manera individual, aportando ayuda a las familias y
compartiendo con las fuerzas de seguridad todas las herramientas con las
que cuentan para continuar con las investigaciones.
"Nuestro caso más antiguo data de un niño
desaparecido con cuatro años en 1938 y aún está abierto. (...) Es un
ejemplo de que tenemos que mantener nuestro compromiso en la búsqueda de
estos niños", añadió.
De los 2.000 casos diarios que se registran de
media, el 99 % de ellos suele ser resuelto con éxito y en el corto
plazo, ya que, según Lowery, las primeras horas de la desaparición son
críticas para recuperar a los pequeños.
"Un porcentaje muy pequeño de casos son los que
están sin resolver en comparación con los que se reportan cada día
-dijo-. Aunque no por ello es menos importante continuar pidiendo el
compromiso de la gente ante estos casos tan extremos", añadió.
Autor: Raquel Godos
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