Desde 1976, cuando se reinstauró la pena de
muerte, 1.333 personas han sido ejecutadas en Estados Unidos y 140 han
salido del corredor de la muerte tras ser exculpadas.
Un grupo de medio
centenar de los que lograron abandonar el corredor de la muerte celebra
hoy en Atlanta la conferencia anual de su asociación "Witness to
Innocence".
La pena de muerte fue introducida por los
británicos en sus colonias americanas en 1608 y desde entonces se ha
mantenido vigente en Estados Unidos.
En 1968 las autoridades decidieron una moratoria
de diez años en su aplicación y en 1972 el Tribunal Supremo de los EEUU
acordó, por cinco votos contra cuatro, que la forma arbitraria en que se
llevaba a cabo constituía una violación de la Constitución.
Sin embargo, en 1976 el mismo tribunal restableció
la pena capital al dictaminar por siete votos a dos a favor de su
constitucionalidad.
Desde entonces y hasta ahora han sido ejecutados
1.333 presos en Estados Unidos, 13 de ellos en lo que va de año, según
datos de la fundación "Death Penalty Informacion Center".
En los últimos cinco años la pena capital fue
aplicada a más de 200 reos (37 en 2008; 52 en 2009; 46 en 2010; y 43 en
2011 y 2012).
Actualmente la pena de muerte está en vigor en 32
de los 50 estados de la Unión y también puede ser aplicada para delitos
cuya jurisdicción corresponde a tribunales federales o militares.
Maryland, el pasado 2 de mayo, fue el último
estado en abolir la pena capital, una lista a la que en los últimos
cinco años se han sumado Nueva Jersey, Nuevo México, Nueva York,
Connecticut e Illinois.
Completan la relación de 18 estados en los que no
se aplica la pena de muerte Alaska, Hawai, Iowa, Maine, Massachusetts,
Míchigan, Minesota, Dakota del Norte, Rhode Island, Vermont, Virginia
Occidental y Wisconsin.
También está abolida en el Distrito de Columbia
(la capital) y, desde noviembre de 2011, hay una moratoria en el estado
de Oregon.
Los estados del sur acumulan la mayor parte de las
ejecuciones. Texas, con 498, seis de ellas en 2013, es el estado donde
más veces ha sido aplicada la pena de muerte desde 1976. Le siguen
Virginia, con 110, uno de ellas este año, y Oklahoma, con 103, también
una en 2013.
Del total de presos ejecutados, 749 eran de raza blanca, 457 de raza negra y 103 latinos.
El método más habitual para llevar a cabo las
ejecuciones es la inyección letal, aplicada en 35 estados, y que ha
acabado con la vida de 1.158 personas.
La silla eléctrica fue utilizada en 158
ejecuciones, once condenados murieron en la cámara de gas, tres en la
horca y otros tres fueron ajusticiados por un pelotón de fusilamiento,
siempre según "Death Penalty Informacion Center".
Aparte de lo que determine cada estado en su
jurisdicción, la legislación federal estadounidense también contempla la
pena de muerte para algunos delitos, por lo que los tribunales
federales también pueden imponerla.
En la práctica, desde 1976, lo han hecho en tres
ocasiones: la ejecución del terrorista Timothy McVeigh (2001), condenado
por un atentado contra un edificio federal en Oklahoma; la del
narcotraficante Raúl Garza, también en 2001; y la del ex soldado Louis
Jones (2003).
Asimismo el código militar norteamericano
contempla la pena de muerte para delitos como la traición, pero no ha
habido ejecuciones desde 1976.
El último preso ejecutado en Estados Unidos fue
Elmer Leon Carroll, ajusticiado en la prisión estatal de Raiford
(Florida) el pasado 29 de mayo mediante una inyección letal, tras más de
dos décadas en el corredor de la muerte por violar y estrangular a una
niña
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