Escrito por Antonio Regalado |
Nadie nace por una casualidad. Dios no nos ha creado con el
objetivo de ocupar un espacio y nada más, existe un plan del Señor tras
la decisión de colocarnos en esta tierra, Dios nos da la bendición de
nacer con una agenda de vida espiritual, cada ser tiene una tarea que
desarrollar, encuentra la tuya!!!.
En su reino no hay improvisación, y cada
persona es enviada a una demarcación específica y a una determinada misión, donde nada
es estéril, todo es fertil, fecundo, cosecha abundante.
A Moisés lo escogió para liberar a su
pueblo de la esclavitud egipcia, optó por Abraham para engendrar en él una
nación grande, para engrandecer su nombre y para fuera bendición en toda la tierra.
Ell llamado de Dios tiene un objetivo, es glorioso y de valor eterno, la mejor inversión para su creación. Miles de
personas en todo el mundo desde una edad temprana han tomado el llamamiento al
ministerio como su estilo de vida, y eso es valioso, y tenemos que celebrarlo con
un fuerte gloria a Dios!! y Amén!!.
Vernos en el espejo de los discípulos es un
contundente testimonio y escenario de proezas, ellos lo dejaron todo para seguir el llamado de Cristo,
¡que gran bendición!
Manifiesto es el ejemplo de Melquisedec Pulinario, quien
desde los cinco años recibió la enseñanza del fundamento del evangelio de parte
de sus padres en una ciudad de San Cristobal, Repúlica Dominicana.
Un joven
ejemplar, integro, honesto,esposo que gobierna bien su casa, como establece la
palabra de Dios, con un llamado a ministrar música para adorar a Dios, siendo
egresado del Conservatorio de música de Nueva Inglaterra en Boston,
Masachusettss, Estados Unidos.
Por su calidad humana, moral y espiritual,
tiene muy bien ganada reputación y acogida en la comunidad cristiana donde el
Señor lo ha colocado, ordenando sus pasos para ser de bendición junto a su
esposa y sus hijos.
Cuando el llamado es de Dios,
disfrutamos de su respaldo,
bonanza y benevolencia. Grande es este misterio, deposito una ofrenda de
paz
por tu llamado!!!. No eres casualidad, sino un enviado con
propósito, para bendecir y ministrar la misericordia del Señor en su
oportunidad. Amén!!
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