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lunes, 10 de febrero de 2014

Leni Hernández, por poco me roban tu ternura



Un Momentito con Miguel

Leni Hernández
  
Autor Miguel De Jesús
Locutor y Abogado Dominicano

Hoy al levantarme me abracé al Sol de una mañana de Febrero, inicié mi día agradeciendo la vida a nuestro Dios. Pensé en la distancia de un amor y la fuerza que une dos corazones por encima de mares y tempestades.

Pensé en los labios que abren para dar besos y mi mente comenzó a volar por  los mundos de amores y sus sabores. Le escribí un piropo a la foto del profile  de whatsAp de mi compadre y hermano Miguel Guarocuya Cabral junto a su nieta recién nacida.


Declaré un día de paz y me quedé en casa, disfrutando de las transmisiones de  los carnavales de Santiago y la Vega. Estaba flotando en una nube de algodón, quería llenarme de colores de alegría y libertad.

Quería encontrar  las caricias que convierten en flores los enojos, quería invitar a la montaña a bailar un merengue y darle vueltas tan rápidas que levantaran su falda para ver alta su cara sonrojada.

Quería vestirme de  marinero y navegar  al frente de un crucero sin rutas ni puertos donde anclar, quería y quería tantas cosas en un Domingo que con risas escondidas me invitaba a descubrirlas.

Esa quimera acariciada por los pétalos de poesías fue interrumpida por la bella muchacha que conocí en medio de la primavera de Abril de 1994,que me  abrió las puertas de su hogar  y que tanto ella como su adorada abuela hicieron un nido para abrigarme con el calor de familia .

 Ella es prima hermana de Francina Hungría, la joven Ingeniera que en la ciudad de Santo Domingo delincuentes le dispararon para despojarla de su vehículo y la condenaron a la oscuridad al apagarle la luz de sus pupilas. Leni mi adorada amiga narró en su cuenta de Facebook  el capítulo de su vida hoy.


Aquí comparto el relato que por suerte no fue fatal:

“Buenas noches, ciertamente en el sector Evaristo Morales fui atracada alredededor de las 8 de la noche, me desmontaba del carro e inmediatamente un tipo vino hacia mí corriendo y otro esperando en un motor, solo atiné a pensar en lo sucedido a mi prima Francina y extendí el brazo para entregar el celular y la cartera, pero al halarme la cartera me tiraron al pavimento y tengo algunos golpes, estoy adolorida, pero estoy viva gracias a Dios, no se imaginan que horrible es esto, justamente pasa cuando estamos luchando con una sentencia en contra  de cuatro delincuentes que dejaron sin visión a Francina y hoy  me pasa esto”.

Y yo agrego preguntándome   ¿acaso está prohibido vivir en paz, en armonía, disfrutar cada suspiro, dar serenatas en frías madrugadas, caminar de manos de la amada de manitas agarradas en los parques?  Leni Hernández por poco me roban tu ternura. “COOOOOOOOOOÑO BASTA YA”

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