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lunes, 3 de febrero de 2014

Defensa, soberanía y estrategia



Danilo Medina
Autor FERNANDO RODRÍGUEZ CÉSPEDES


Los dominicanos tenemos que reconocer la capacidad de estratega del presidente Danilo Medina quien es capaz de concitar aplausos y aumentar su popularidad, presentando las críticas a la nefasta sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional como un atentado a la soberanía de la nación.

Nadie, en su sano juicio, discute el derecho soberano que tiene el país y sus autoridades a crear y aplicar las leyes que consideren necesarias para regir  los derechos de nacionalidad y asuntos migratorios siempre que se respete la Constitución y los derechos humanos.


Pero en el caso de la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional, se violó la Constitución y se irrespetaron los derechos humanos de miles de ciudadanos dominicanos de ascendencia haitiana, pese a las  justificaciones jurídicas que se les han querido dar a esta draconiana sentencia.

Los votos disidentes y razonados de las juezas del TC, Isabel Bonilla y Katia Miguelina Jiménez, constituyen los argumentos más sólidos  en contra de una sentencia que originó un drama humano que hasta el presidente Medina reconoció llegando a pedir excusas a los afectados.

Como presidente respetuoso de las leyes, no podía oponerse ni llamar a incumplir  la referida sentencia aunque en el fondo no estuviera de acuerdo con el espíritu ni los alcances de la misma y por ello manejó su aplicación y el problema migratorio con suma prudencia.

Esto molestó a quienes cubriéndose con la bandera del nacionalismo, dan riendas sueltas a sus posiciones racistas y discriminatorias contra los emigrantes haitianos y sus descendientes, ignorando los aportes que han hecho y siguen haciendo a la producción agrícola y a la  construcción.

Pero el Estado y las clases dominantes son uno solo y por mucho que se patalee, acaban imponiéndose, incluso a un presidente que como Danilo Medina, ha terminado defendiendo de manera altisonante y distorsionante una sentencia que en el fondo de su corazón, sabe abusiva e infame.

Hábilmente el mandatario dominicano aprovechó las críticas del primer ministro de San Vicente y Granadinas, Ralph Gonzalvez a la sentencia 168-13 para presentarlas como un atentado a la soberanía de la República y arremeter contra quienes desde distintos foros, la han criticado.

La II Cumbre de la CELAC en la Habana, fue el escenario ideal para Medina lucirse como el paladín de la defensa de nuestra soberanía, una soberanía que en ningún momento ha estado en peligro  como han hecho creer el Presidente y los soberbios nacionalistas de nuevo cuño.

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