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martes, 24 de febrero de 2009

El Pentagrama de Juan



AFINANDO MI SAXOFON

Cuando usamos la palabra Afinar, en simples palabras significa poner el instrumento en forma donde se pueda tocar lo mas cerca posible del sonido perfecto (440 vibraciones por segundo) que es Tocar Afinado.

Afinar un instrumento es bien “fácil” si la persona que lo afina es conocedora de los procesos que involucran afinarlo. Lo difícil es para el instrumentista tocar afinado. Los instrumentos de tacto como también se le llama al Piano, Guitarra, Bajo, tienen procedimientos muy diferentes al hecho de afinar un instrumento en donde implique el soplo del ser humano.

Los Pianistas usan unas herramientas las cuales van temperando cada cuerda hasta llevarla al proceso de lograr 440 que es la velocidad de ondas de cómo se miden las vibraciones y a esto se le llama el Sonido Perfecto/Afinación Perfecta.

Por consiguiente todos los instrumentos tienen que pasar por el proceso de ser afinados. Existen algunos que requieren mas tiempo que otros pero usando el mismo procedimiento. Otros instrumentos también se afinan usando otras notas como punto de partida, Conga, Tambora, Timbales, etc.

El instrumento mas difícil de afinar es el ser humano, esto implica una serie de procedimientos que en nada tienen que ver con el sonido mismo, pero si con la frecuencia vibratoria del alma misma conectada al universo.

Afinar el alma humana implica primero que todo: Ser Honesto con uno mismo para aceptar el porque debe cambiar y buscar dentro de uno mismo las herramientas que están a la disposición de todos los seres humanos.

Si logramos afinar nuestras almas, logramos arreglar nuestros problemas interiores independientemente de nuestro nivel de educación, lo cual no tiene nada que ver cuando se tratan de procesos internos del ser humano.

Ser honesto, ser leal, ser íntegro, ser humilde, ser conciente de la necesidad de afinar el alma son herramientas básicas que todos las tenemos sin excepción. Son cualidades intrínsecas inalienables en todo ser humano. No puede sacárselo dentro de usted ni transferírselo a nadie.

Por lo que todos podemos afinar nuestras almas. Tampoco podemos afinar la de nuestros hijos, amigos, compañeros, enemigos, etc. cada uno debe afinar su propio instrumento para poder entonar correctamente las notas de la escala universal.

No podemos evadirlo aunque pretendamos callar la voz de nuestra conciencia con lujos, dinero, fama, posición social, etc.; de esa manera jamás nuestro sueño podrá ser placentero.

Nuestras sociedades han colapsado porque no han querido afinar sus instrumentos. La avaricia nos ha arropado y aunque usemos interminables disfraces no podemos tocar la sinfonía con su entonación correcta.

Hemos creído que todo lo podemos comprar con dinero. Le hemos puesto precio a la conciencia y tapones a nuestros oídos para no escuchar la voz tranquila y tenue que ronda nuestro sueño.

Nuestro países ha sucumbido a todo el proceso de afinar el alma. No nos importa que instrumento toquemos. Hemos desterrado las herramientas y la hemos substituido por dinero, hemos hecho de esto el dios de nuestras vidas.

Muchos años atrás inicié el proceso de afinar mi alma. Jamás pensé lo doloroso que era hacerlo. Jamás pensé que era una necesidad urgente el hacerlo. Había logrado calar posiciones envidiables dentro de mi profesión. Preparación profesional sin temor a quedarme sin trabajo. Con la capacidad y preparación humana para mantener en alto las defensas de mis derechos.

Me di cuenta que mi instrumento estaba afinado pero mi alma no lo estaba. Al pretender caminar y dormir tranquilo tenía que enfrentarme a mi mismo e iniciar el proceso de cambio interno. Es una batalla que nadie puede auxiliarte. Solo tú y la Divinidad pueden hacerlo. Ella te proporciona las herramientas pero no te obliga. Hasta te permite que pretendas ser quien no eres a los ojos de la sociedad y hasta pueda vivir una vida entera dejando de ser tú.

En ese proceso el triunfo mas pequeñito lo sientes y el universo se regocija, ahí sientes la fuerza para continuar. Proceso que nos dura la vida entera y apenas alcanzaremos a tocar en los últimos puestos de la gran orquesta del universo.

Pero es muy placentero, gratificante, cuando puedes sin temor, mirar de frente y sostenerle a un poderoso, a un famoso, a un rico, a un miserable, tu mirada.

Todos tenemos grandes derrotas, hechos bochornosos en nuestras vidas. Nadie tiene la potestad de juzgarnos ni sacarnos del lugar que tenemos. Es solamente el gran proceso de querer ser mejor ser humano. Para Que?, para poner un granito de arena en nuestra desgarrante sociedad.

Es para poder mirar de frente la impunidad, la corrupción, para que puedas ver como muchas personas tienen puestos públicos que no merecen y recibiendo salarios que deben avergonzarse porque no devuelven nada de lo que tienen, no obstante se dicen llamar personas íntegras y serias.

Nuestro sistema judicial está corrompido –no solo nuestro país- casi en su totalidad. Vemos como juegan con nosotros con investigaciones y juicios donde son puros payasos, donde el instrumento no suena bien porque no han decido empezar a afinarse. Su grado de impunidad los hace sentirse incontrolables y al mismo tiempo se consideran intocables.

Vemos como somos capaces de matar estando ebrios en una carretera y dejar a los muertos tirados en el medio sin importarles quien murió para luego salir con su cara muy limpia sabiendo que están libres porque compraron conciencia y justicia. Donde reina la impunidad esta se retroalimenta de ella misma para dar como resultando una orquesta sinfónica totalmente desafinada.

El hecho de una persona de color haber ganado abrumadoramente las elecciones en un país predominantemente racista ha sido un grito desgarrador de personas que hemos querido decirles al mundo que hemos estado afinando nuestros instrumentos pero no hemos podido tocar bien porque la impunidad y corrupción arroparon este sistema y llevaron al mundo a un vergonzoso colapso de impredecibles consecuencias.

Si decidiéramos empezar a afinar nuestros instrumentos viéramos un rayito de luz, pero no queremos hacerlo porque mientras mas te esfuerce por afinar tu instrumento mas se esfuerzan tus semejantes por hundirte y demostrarte que estas totalmente fuera de la orquesta. Sorprendido puedes preguntar, cual orquesta?, y te van a decir que la orquesta de la afinación correcta hace mucho tiempo comenzó su desintegración y solo quedan vestigios de algunos estúpidos como tu y yo.

Duele en el alma cuando no puedo tocar bien una nota de la escala universal y duele mucho mas cuando eres ignorado y hundido aun sin haber empezado a afinar tu instrumento.

Cuando logras comenzar a afinar tu instrumento, el resentimiento, el odio, los abusos, no tienen cabida y tus grandes errores tienen las puertas abiertas para salir a buscar a la persona herida y con la valentía que te da la Vida misma poder mirarlo de frente y pronunciar una palabra que al mismo tiempo es una petición diciéndola desde el fondo del alma, PERDONAME, mi hijo, mi amigo, mi hermano, mi enemigo, quien sea. Tan pronto recibes ese perdón comienzas a sentir que se arregló una nota de tu instrumento y así sucesivamente se van arreglando otras.

Es una tarea titánica porque el proceso duele mucho, encuentra personas que te humillan y por su elevado grado de soberbia se niegan a darte un perdón y ni siquiera a conversar contigo. Tienes que estar preparado para eso. Es parte de la afinación de tu instrumento.

Una de las partes hermosas de todo el proceso es que a quién le pidas el perdón y te lo niegues no se desafina tu instrumento, sino el del otro porque está resistiendo la ley universal del amor y ya es su problema seguir así.

Nuestro peor enemigo para nuestro proceso es el Ego, nuestro enemigo número uno el cual se confunde muchísimo cuando usamos el disfraz de la humildad. La diferencia es muy sutil porque detrás de una cara presentando humildad se puede esconder un ente capaz de pulverizarte en un segundo y luego darte su bendición.

Mi instrumento no es mejor que el tuyo, tampoco lo es peor. Tenemos las mismas herramientas y oportunidades. La decisión de seguir afinándolo aunque muera sin un peso en los bolsillos es tuya. Un miserable puede estar lleno de dinero, de seguidores, de adulones, pero nunca de amigos verdaderos. Amigo es aquel que te da su hombro para que llores y usa sus manos para ayudar a levantarte.

Si en el proceso de afinar tu instrumento lograste reencontrar un amigo, entonces vas por el camino de entrar a formar parte de la gran orquesta universal. Pero esa gran orquesta no se entra con payola, con salir en muchos programas de radio, de tv, de vender miles de copias, de fingir lo que no eres, con gritarle al mundo tan duro lo que eres que nadie pueda escucharte.

Ahí se puede entrar cuando te has despojado de lo que te hace creer que eres grande y te conviertes en un ser humano capaz de sonreírle a un hermoso amanecer, a un hermoso atardecer. Cuando eres capaz de echarte a un lado porque alguien siente que le eres estorbo para sus planes mezquinos de alcanzar la fama y el reconocimiento.

Viví una experiencia con un compañero que después de pasar años ayudándolo a ser mejor músico, a entrar a los estudios de grabación, sin saberlo me convertí en su enemigo mortal lo cual lo hizo obsesivo y su mayor anhelo era verme fuera de los combos. Creo que debe ser feliz porque hacen mucho años decidí salir de ahí.

Lo que se le olvidó a el y a todas aquellas personas que aceptaron sus calumnias para tomar mi lugar en un determinado combo que tocábamos fue que mi instrumento no estaba mas interesado en tocar ahí, porque era el saxo que llevo en el alma, el que quería afinar y no el que llevaba en las manos. Y que mis conocimientos nadie podía quitármelo porque habían sido herramientas que el universo me había otorgado para su uso.

He llevado mi instrumento con orgullo, con dignidad y hoy puedo mirar a mis hijos (mi gran tesoro), mi compañera, mis amigos íntimos, y mirarlos con la escala del alma porque puedo empezar a ensayar la sinfonía que me ha permitido vivir 60 años.

No pienso parar y mientras tenga un aliento de vida seguiré afinando mi instrumento por el bien propio y de nuestro país. Es nuestro legado. Desgarrar el alma por un mejor mañana.

Y tu?, te vas a decidir afinar tu instrumento. Hazlo, es la decisión mas hermosa que pueda hacer un ser humano.



Juancolon52@hotmail.com

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