Facundo y yo tenemos mucho en común

Autor Humberto Marte

Desde Philadelhia (USA)

Como facundo (YO) “no soy de aquí ni soy de aya no tengo edad ni soy feliz” soy errante en un mundo de locos, soy rebelde ante la hipocresía, soy humilde ante la arrogancia,  impotente ante el abuso, atónito ante el saqueo que sufren los pueblos, perplejo por la complicidad de los perversos con los corruptos 

 

Facundo Cabral 

Como facundo vivo inocente de la vida libertina y abrumado por la exageración del vicio, vivo hastiado de la gente que ama el lujo, de esos a los que les importa mas un black berry que aprender a ser mejores ciudadanos, vivo asustado por el poder de la mentira y lo fácil que penetra en los cerebros sencillos y débiles

Soy vagabundo porque no he encontrado sustancia en donde hago mi estancia, porque no he podido encontrar a quien comprenda lo penoso que ha sido para la tierra la existencia del hombre, como facundo he agradado algunos y alborotado a otros lo que he hablado o escrito lo he hecho por el bien de todos, pero todos por el placer que da fantasía me han despreciado

Facundo y yo tenemos mucho en común, con dificulta al hablar en nuestras niñez, analfabetos hasta la adolescencia, auto educados y observadores de principios inquebrantables,

Comparto con ustedes la forma de pensar de facundo, que es tan parecida a la mía que me llena de agrado saber que pienso como uno de los que educó a la generación de quienes le quitaron la vida, decía Facundo

"De mi madre aprendí que nunca es tarde, que siempre se puede empezar de nuevo". "Puedo decir descaradamente que soy un tipo libre y feliz". "La gente es todo lo vieja que quiera ser. He visto algunas muchachas con 20 años y estar totalmente envejecidas, por el contrario, conozco a una muchachita con 83 años, Teresa de Calcuta, que nos enseña a vivir todos los días".

 "Escapa de los que compran lo que no necesitan, con dinero que no tienen, para agradar a gente que no vale la pena". "El que no está dispuesto a perderlo todo, no está preparado para ganar nada". "Llorar por la muerte es faltarle el respeto a la vida".  

Como Facundo no se hasta cuando estaré aquí entre mortales cobardes y amadores de lo que menos sirve, entre esos que venden al diablo el alma de los justos, que traicionan por placeres vanos la amistad, y tronchan por dadivas y migajas las enseñanzas del justo, no se cuando me iré pero eso será seguro porque como Facundo, jamás renunciaré a la defensa de la verdad, porque como el Cristo pudiendo ser redimido por los hombres ofrendó su vida para que fuera Dios yo también quiero.