POR Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ Cuando se sentó en la mesa de su comedor en un apartamento de la calle Gerard en El Bronx y sintió la presencia del repugnante reptil, la dominicana María Domínguez, no podía creerlo.
NUEVA YORK._ Cuando se sentó en la mesa de su comedor en un apartamento de la calle Gerard en El Bronx y sintió la presencia del repugnante reptil, la dominicana María Domínguez, no podía creerlo.
La nunca bienvenida serpiente había entrado subrepticiamente a la vivienda, donde ella reside con sus hijos y justo, en el momento, en que se disponía a desayunar notó la aparición de la serpiente.
“Fue, sencillamente, una hora de horror”, explicó la mujer después que policías del condado tuvieran que utilizar una escoba y una bolsa de basura para capturar la sierpe. Ella y sus tres vástagos se quedaron virtualmente petrificados al ver a la culebra y comenzaron a gritar a todo pulmón en busca de auxilio.
La serpiente fue avistada por la mujer a las 7:00 de la mañana pegada a la pared de su sala. “No se cómo llegó aquí, me desperté y la ví”, añadió relatando el terror que la embargó junto a sus hijos. La serpiente, al verse descubierta, comenzó a dar saltos por toda la sala, la cocina y el baño.
Jacqueline, una hija asmática de Domínguez entró en pánico y se sofocó a tal grado que no podía respirar por el susto que se dio al ver la culebra. Tampoco sus otros hijos – Hugo de 7 y Nancy de 13 – pudieron sobreponerse al miedo.
Ella explicó que las únicas mascotas que tienen sus hijos son tres pececitos que viven en su pecera, pero que ni siquiera les agradan los perros, cuanto más una repugnante serpiente.
Esos animales que miden entre 3 a 5 pies de largo están legalizados como mascotas domésticas en los Estados Unidos, pero se ignora si el reptil invasor es inofensivo.
Se crían en el Sureste del país y son comunes en las tiendas de mascotas, aunque no siempre amigables dijo Sean Casey experto en vida silvestre y quien tomó la custodia de la serpiente de color amarillo y con rayas.
El animal se nutre y sobrevive de ratones y aves y pudo haber entrado al apartamento de la dominicana situado cerca del Centro Cívico de El Bronx por un agujero en la cocina.
Dijeron que reclamarán al casero reparar el hueco para evitar que otras serpientes grandes vuelvan a entrar por ahí a la casa de la señora Domínguez.
Algunos creen que la culebra escapó del zoológico del condado que está a una distancia considerable del edificio visitado por la serpiente.
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