Por Dante Michelena
El autor es un intelectual argentino residente en nuestro pais
Lo que sigue no es un cuento de hadas, ni una historia rosa de amor platónico, es por el contrario una nota dura que habla de una realidad que envuelve a mis “dos patrias” la que me vio nacer y me forjo y la que me ve vivir y desde luego también me modela.
Es una historia de trampas, de engaños, de angustia, de ira, una historia de vida, cruda y real!!!En el año 2000 Alina acababa de cumplir 17 años y pasaba por momentos difíciles. Vivía en Villa Altagracia, una populosa aglomeración urbana en la periferia de Santo Domingo.
En su pequeña casa, convivían sus padres, ella y sus dos hermanas, el marido de la mayor y un bebé. Su padre, albañil, trabajaba cuando sus achaques se lo permitían. Su madre lavaba ropa y planchaba en casas de familia. Su cuñado trabajaba a destajo en el mercado, cargando mercancía o ayudando a vendedores.
Alina y sus dos hermanas trabajaban en las tareas domésticas ocasionales que conseguían, ayudaban a su madre y se ocupaban de la casa y el niño por turnos. Ella no había podido completar la primaria por tener que dedicarse a ayudar a obtener ingresos para el hogar. Un día se enteró que doña Rosa, una señora que vivía en la misma zona, andaba buscando muchachas jóvenes para ir a trabajar a Argentina.
Tras mucho pensarlo y envalentonada con la compañía de dos amigas, fue a visitarla.La señora les dijo que en Buenos Aires (Bs As) podía ganar unos 300 a 400 dólares por mes como doméstica, teniendo casa y comida pagas, y más en otros empleos pero sin alojamiento ni comida.
Ella cobraba 40,000 pesos dominicanos por la obtención del pasaporte y el pasaje y que con eso aseguraba el trabajo al llegar a Buenos Aires. Para Alina, 300 dólares (unos 5,000 pesos dominicanos de la época) era una fortuna. Más o menos lo que ingresaba a la casa en esos tiempos en un mes bueno, cuando todos conseguían algún peso. Pero 40,000 pesos (unos 2,500 dólares) era una fortuna impensable.
Pese a ello, Alina se entusiasmó y comenzó a sondear a su padre. Y poco a poco la insistencia de la hija menor fue convenciendo al padre, quien finalmente vendió un pequeño terreno que tenia y asi se juntó la suma requerida. Cerrado el trato, Doña Rosa se encargó de sacar el pasaporte rápidamente - “yo tengo buenos contactos”, dijo. En abril de 2001 Alina y doña Rosa partieron para Buenos Aires.
Era la primera vez que viajaba y que se montaba en un avión.Al llegar a Bs.As. Tony, un amigo de doña Rosa, las esperaba. Con su ayuda pasaron rápidamente los trámites de migración y aduanas -“Tony se ocupa de todo, conoce a todo el mundo aquí”, dijo doña Rosa - y se dirigieron a lo que a Alina le parecía la ciudad más grande del mundo, con grandes avenidas, gigantescos edificios y muchas tiendas. Llegaron finalmente a un edificio de seis o siete pisos, en una calle tranquila, y se dirigieron a un departamento.
Allí empezaron las dificultades “Mira, mi niña, aquí las cosas se han vuelto muy difíciles y éste viaje tuyo me ha costado más de lo que esperaba. Me tienes que pagar otros mil dólares, pero no te preocupes, aquí vas a trabajar y ganar bien” la dijo doña Rosa. Sin entender aún muy claramente, Alina se enteró que debía “atender a clientes” en ese departamento y “darles lo que quieran”.
Con incredulidad, recibió la noticia de que se trataba de ofrecer servicios sexuales, “lo que ellos te pidan, de la manera que lo quieran; lo importante es que se vayan contentos para que vuelvan”. “Tú me debes mil dólares y me los vas a pagar!!!.
Te ayudé a venir hasta aquí y ahora tú tienes que hacer tu parte”. Le avisaron que se quedaban con su pasaporte y que sin eso, si la agarraban por cualquier lado, la metían presa de inmediato. Ahogada en llanto la condujeron a su cuarto y le dijeron que descansara.
No fue mucho el descanso. Unas horas más tarde Tony entró al cuarto y la violó sin muchas palabras. Después le dijo que se bañara y arreglara, que no tardarían en llegar los clientes. Fue así que comenzó su primer día “de trabajo” en Bs. As.
La primera noche fueron sólo tres, de la edad de su padre, pensó. Pero a medida que pasaba el tiempo los horarios se extendieron y recibía a siete u ocho hombres por día. “Como a los dos o tres meses de estar allí apareció un día doña Rosa mientras yo comía. Me saludó muy amable y entonces junté coraje para decirle que cuándo me iba a pagar algo. Se puso furiosa y me dijo que era una malagradecida, que aún le debía plata, que los clientes pagaban muy poco y que ella me aseguraba la comida.
Le dije que necesitaba ropa y me dijo que debía tratar bien a los clientes y conseguir propinas, que los hombres respondían al buen trato. Le reclamé que nunca podía salir y me dijo que si seguía portándome bien iba a ver qué podía hacer.” “No tuve mayor suerte con las propinas, aunque logré juntar unos diez o quince pesos por semana”. Y como al mes de mí conversación con doña Rosa, vino a buscarme para salir a dar una vuelta.
Tras advertirme que me podían pasar cosas horribles si se me ocurría escapar, y que como no tenía pasaporte la policía me metería presa y abusaría de mí, salimos como dos horas, me pagó unas gaseosas y una pizza, que devoré como si fuera un manjar, y después me llevó a un pequeño supermercado donde me dijo que podía gastar hasta 50 pesos. No fue gran cosa, pero esa salida —hicimos como doce cuadras entre ida y vuelta— me llenó de alegría.” Una madrugada, cuando faltaba poco para cumplir un año de cautiverio, Alina se despertó con un gran ruido en la sala. Poco después un policía uniformado entró a su habitación. Cuando la sacaban del edificio, vio a otra muchacha, a un señor semidesnudo (un cliente seguramente) y a Alberto esposado y con bastante susto. Alina fue conducida a una delegación policíal donde le tomaron sus datos y le pidieron su declaración. Durmió unas horas en una celda y a media mañana la llevaron ante un sacerdote, que pertenecía a una oficina del Arzobispado de Bs. As.
Alina fue llevada a un hogar de monjas, donde le dieron ropa limpia y una buena comida.El resto pasó rápido, aunque transcurrió casi otro mes. Su caso fue llevado ante la oficina de la Organización Internacional de Migración (OIM), donde la ayudaron a obtener una carta de ruta para su retorno a República Dominicana.
La OIM compró su pasaje y llamo a la familia, bañada en llanto, Alina pudo hablar con su madre y su hermana. Y así, en pocos días y algo después de un año de haber salido, Alina se reencontró con su familia.Ella vive hoy en la misma casa y se dedica igual que antes a ayudar a su madre y hermanas. Nadie en la casa tiene trabajo fijo.
El Centro de Orientación e Investigación Integral (COIN) buscó apoyar la reintegración de Alina. Se le hizo un chequeo médico y tuvo que hacer un tratamiento para dolencias vaginales, infecciones virales y anemia. Se buscó que hiciera un tratamiento psicológico pero Alina contestó que “eso es para locos y yo no lo estoy”.
Se le inscribió en un curso para adultos para que completara la primaria, cubriendo también sus costos de transporte, pero Alina nunca asistió alegando falta de ánimo. Asistentes sociales de la Secretaría de la Mujer y de COIN visitaron a Alina varias veces, para buscar como ayudarla a superar lo vivido, pero ella comenzó a rehuirlas y finalmente no quiso atenderlas más. Para la psicóloga de COIN, Alina es un caso claro de trauma y depresión, que en la medida que no se asuma y se supere dejará secuelas en su comportamiento.
No es descartable que a falta de oportunidades y fuentes de ingreso decida tarde o temprano dedicarse a la prostitución. (*)-----------------------------------------------------------Las autoridades argentinas han deportado en el trimestre marzo/mayo de éste año, cerca de 300 mujeres dominicanas de las cuales aproximadamente el 80% de ellas fueron llevadas a Bs.As. engañadas con promesas de conseguir trabajo como domesticas o como empleadas de supermercados, incluso en algunos casos varias llegaron a Argentina creyendo que se encontraban en España!!! Mientras las peticiones de dominicanas para radicarse en Argentina país pasaron de las 663 de 2007 a 1,168 el año pasado.
La cónsul dominicana en Buenos Aires, Diana Cambiaso de Mena informo a la prensa, que en marzo pasado una dominicana de 18 años escapó de un prostíbulo y viajó "a dedo" 750 para llegar a Buenos Aires y pedir ayuda al consulado de su país.
"Tuvo la suerte de que un hombre bueno, un viajante de comercio, la subió a su auto cuando la vio haciendo dedo en la carretera. El hombre quiso llevarla a la comisaría de un pueblo vecino, pero finalmente decidió que era más seguro traerla con él a Buenos Aires y llevarla al consulado" acoto la diplomática. La joven había tomado un avión en Santo Domingo convencida de que iba a conseguir trabajo en España y al escapar descubrió que no estaba en Madrid como pensaba, sino en una ciudad argentina.
Como integrante de ambas sociedades no puedo echar las culpas sobre ninguna de ellas sin dejar de ser en cierta forma cómplice, como integrante de ambas a la vez encuentro en las dos, motivos suficientes como para culparlas.A una por no brindad posibilidades reales de desarrollo concreto y no garantizar un pleno y real acceso a la educación, la otra por permitir que funcionarios corruptos, burócratas delincuentes y carroñeros del oportunismo hagan su America a expensas de lucrar con la vida de personas como si fueran ganado.
Una por permitir que sus integrantes vean en un pasaporte la única salida posible de una situación angustiante, y la otra por aprovecharse de esa situación y de sus victimas!! Una por ser una sociedad que ve la prostitución como una “salida laboral” y la otra como una “profesión”. Una que hipócritamente calla verdades sociales a cambio de unos dólares con olor a bajeza y la otra que cree que por imitar las injusticias del desarrollo se convierte en desarrollada!!!!
Las sociedades avanzadas no muestran su desarrollo en sus defectos sino en sus virtudes!!! No es por su “white trash” o la cantidad de dólares que gasta en drogas que Estados Unidos es desarrollado, no es por sus abusos policiales, por sus torturas a prisioneros de guerra o por sus tiroteos en escuelas, que es considerado un país avanzado. No es por la cantidad de celulares o sucursales de Mc Donalds, ni por construir grandes rascacielos, sino por seguir de pie como sociedad después del 911!!!
Por sus aportes a la ciencia y la cultura, sus inventos y progresos, su llegada a la luna o su sentido de autocrítica!!!Si pensamos que imitando sus bajezas seremos mejores, creo entonces que estamos enviando a nuestros hijos un mensaje equivocado!!!
El trafico de personas y la mal denominada “trata de blancas” (termino racista que alude solo al crimen que involucraba mujeres de ese color, por que con raza no era crimen!!!) seguirán existiendo, no creo que podamos eliminar el delito, solo entiendo, podemos en dado caso evitar que existan nuevas victimas, para lo cual será necesario el concurso todas las partes, para lograr un compromiso en procura de condenar a todos los culpables sin enjuiciar a las victimas, No condeno ni justifico a la mujer que vende sexo, no soy quien para hacerlo, condeno a aquellos que abusan de inocentes y aprovechando sus debilidades y flaquezas trafican con lo mas sagrado que poseemos, nuestra dignidad humana!!!
Espero algún día poder ver que aprendimos a imitar lo mejor de los mejores y no a falsificar lo peor de lo mas bajo, y que finalmente aprendamos a valorar la vida en su justo precio!!!Dante Andrés MichelenaDante Andrés Michelena: es un ciudadano argentino residente en Republica Dominicana.
Fuentes:Migración, prostitución y trata de mujeres dominicanas en la Argentina (Organización Internacional para las Migraciones -Argentina 2000) www.iom.int“La segunda ola de un negocio ilegal nacido en los 90” Virginia Messi, Diario Clarín (Buenos Aires, Arg. 19 abril 2009) www.clarin.com“Argentina repatrió en marzo 166 dominicanas” Diario Libre (Santo Domingo, Rep. Dom. 19 abril 2009) www.diariolibre.com (*)Resumen de una entrevista realizada a una victima a través del “Programa de Asistencia para la Protección y Reintegración de Mujeres y Niños objeto de Trata” (OIM –Argentina, 2002).
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