Un plan sería ampliar el ducto por donde se suministran alimentos a los mineros.
A 26 días del derrumbe del socavón que dejó a 33 mineros bajo tierra, el plan de rescate dispuesto por el gobierno de Chile entra en su fase principal.
Según las previsiones de las autoridades, hoy se dará inicio a las perforaciones, para cavar un ducto vertical de unos 70 centímetros de ancho y 700 metros de profundidad por el que los obreros del yacimiento San José podrían salir a la superficie.
Para ello, se ha ensamblado sobre el cerro del yacimiento una excavadora de alta complejidad, desplazada hasta esta zona, a 830 kilómetros de Santiago, no sin inconvenientes. El último, la demora en el envío de una pieza desde Alemania, que postergó el inicio de las operaciones por 12 horas.
Hay que analizar todos los elementos para determinar el tiempo total que va a llevar: imprevistos, fallas mecánicas, tiempos de mantenimiento y reparación de las máquinas
Laurence Golborne, ministro de Minería de Chile
Por la tarde, se espera que la Raise Borer Strata 950 -el llamado "topo" mecánico- se encienda para horadar la roca a una velocidad de 20 metros al día, por los próximos tres a cuatro meses: ése es el plazo que han dado los responsables técnicos para llegar al refugio subterráneo de los mineros.
"Esto no es solamente calcular el tiempo de perforación dividiendo la cantidad de metros por los días de trabajo", le dijo a BBC Mundo el ministro de Minería, Laurence Golborne, durante una visita a la zona restringida de la mina donde trabajan sin descanso los rescatistas.
"Hay que analizar todos los elementos para determinar el tiempo total que va a llevar: imprevistos, fallas mecánicas, tiempos de mantenimiento y reparación de las máquinas".
El funcionario se mostró cauto ante la posibilidad de acelerar la tarea, pese a las señales de optimismo del presidente Sebastián Piñera. El mandatario chileno se comunicó con su par boliviano, Evo Morales, y le aseguró que en noviembre viajaría a La Paz con su connacional Carlos Mamani, el único minero atrapado que no es chileno, según publicó el diario El Mercurio.
Diez planes
El ministro Golborne reconoció que el gobierno estudia "hasta diez" vías alternativas de salida para los mineros, que permanecen bajo tierra desde el 5 de agosto y fueron localizados con vida hace apenas 8 días.
Un plan sería ampliar el ducto por donde se suministran alimentos a los mineros.
"El presidente (Piñera) nos pidió ver otras opciones... Esto ya se está analizando", declaró el titular de Minería, y señaló que el visto bueno final lo dará el mismo mandatario.
Y agregó: "Son técnicas que no están probadas y que vamos a ir probando día a día".
Según los expertos, el más viable de los proyectos alternativos es el de ensanchar gradualmente – primero hasta unos 30 centímetros, luego a un poco más del doble- una de las tres sondas que actualmente llegan al refugio y que se emplean para el envío continuo de víveres, agua, medicinas y oxígeno, entre otros enseres.
Las tareas de ampliación comenzarían cuando arribe a la zona otra máquina perforadora (T-130) proveniente de un yacimiento en Iquique, lo que demorará al menos tres días más.
En caso de funcionar, este ducto ampliado podría permitir el rescate de los mineros en dos meses, tal como informó Walter Herrera, ingeniero de la empresa de sondajes Geotec que trabaja en el operativo.
Máquina de la esperanza
En tanto, el plan de rescate primario depende de la Strata, que trabaja con dos "pasadas" entre la roca. La primera, con un tubo guía más angosto, comprobará que el albergue puede alcanzarse desde el punto de excavación.
Luego, una segunda perforación, que utiliza la primera como base y es más lenta, ampliará el túnel a los 66 centímetros necesarios para que pasen los hombres, uno a uno, hasta el exterior.
"No se hace más ancho porque cuanto más ancho, más se demora. Es lo mínimo para que puedan salir", dijo a BBC Mundo Emilio Durán, uno de los electromecánicos que realiza labores en la cima del cerro.
El ministro de Minería intenta acelerar la tarea de rescate.
En el plano técnico, las autoridades se muestran cautas sobre posibles imprevistos durante la perforación del hoyo principal, en una zona de la montaña en la que no se ha excavado antes.
Los 33 trabajadores deberán tomar parte activa en su propio rescate: tendrán que retirar entre 3.000 y 4.000 toneladas de rocas, que caerán mientras se realice el perforado.
Para ello deberán cumplir turnos de 24 horas, separados en cuadrillas, aunque este trabajo no comenzará sino en dos meses.
Según el ingeniero André Sougarret, a cargo de la misión de rescate -bautizada Operación San Lorenzo, en honor al patrono de los mineros- en el fondo de la mina ha quedado equipamiento suficiente para hacer frente a esta tarea, como carretillas o barredoras industriales que funcionan a batería.
También se anticipa que los hombres estarán en condiciones físicas de remover los escombros.
Es más bien la salud psíquica de los mineros lo que más preocupa. A los 33 hombres les espera una larga estadía y las autoridades de Salud prevén vaivenes en los estados de ánimos, a los que intentarán hacer frente con asistencia psiquiátrica
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