Washington.- Los republicanos en
la Cámara de Representantes de EE.UU. debaten esta tarde si intentan
enmendar el acuerdo del Senado sobre el "abismo fiscal" o lo someten ya
sin cambios a voto.
Un número significativo de republicanos en la Cámara
de Representantes exigió este martes avances en el recorte del gasto
público como condición para apoyar el acuerdo bipartidista que el Senado
produjo anoche con el fin de minimizar el impacto del llamado "abismo
fiscal".
A pocas horas de que se reabran los mercados
internacionales, EE.UU. se adentraba hoy un poco más en el temido
"precipicio", ante la incapacidad del Congreso para ponerse de acuerdo
sobre una legislación que anule la subida general de impuestos y el
recorte indiscriminado del presupuesto federal.
Los republicanos en la Cámara de Representantes,
donde son mayoría, han celebrado hoy dos reuniones a puerta cerrada en
las que han analizado los detalles del compromiso y los próximos pasos.
Según algunos participantes en las reuniones, la delegación republicana se encuentra muy dividida.
El jefe de la mayoría republicana y número dos en
la Cámara, Eric Cantor, dejó claro que no apoyaría el proyecto del
Senado, algo que el presidente John Boehner se abstuvo de decir.
La duda que se plantea es si los republicanos
decidirán finalmente proponer enmiendas al proyecto del Senado, lo que
podría significar el final de la tramitación de la ley, o si preferirán
dejar la batalla sobre los gastos para dentro de dos meses.
El tiempo apremia porque, además, el próximo
jueves iniciará su andadura un nuevo Congreso, salido de las elecciones
del pasado 6 de noviembre, y los proyectos que no hayan sido adoptados,
como sería el caso del preacuerdo fiscal del Senado, quedarán anulados.
Boehner podría, por el contrario, someter el
proyecto hoy a votación sin enmiendas y aplazar la batalla de los gastos
para hacerla coincidir con la negociación sobre un nuevo aumento del
endeudamiento nacional.
En Estados Unidos el Congreso fija el límite del
empréstito autorizado, y el vigente actualmente, de 16,39 billones de
dólares, se superó ya el lunes pasado.
El Departamento del Tesoro notificó oficialmente
al Congreso que ponía en marcha medidas de emergencia para impedir una
cesación de pagos y la interrupción de funciones del gobierno, pero esas
medidas acabarán a finales de febrero como mucho.
A la confrontación sobre la deuda se le suma antes
de marzo la expiración de la "resolución continua", el mecanismo de
financiación que mantiene funcionando al gobierno de Estados Unidos a
falta de la aprobación de un presupuesto apropiado.
El presidente Barack Obama y el Congreso no se han
puesto de acuerdo en un presupuesto por tres períodos fiscales y las
resoluciones continuas periódicas siguen asignando a los ministerios y
otras agencias los fondos estipulados en el presupuesto de 2009.
"Yo espero que los republicanos pelearán tan duro
acerca del límite de la deuda como Barack Obama peleó por los
impuestos", dijo el senador republicano Lindsey Graham, de Carolina del
Sur, quien calificó de "hueca" la victoria política obtenida por el
presidente con el preacuerdo del Senado.
A mediados de 2011, cuando debía ocurrir una de
las tantas elevaciones del límite de la deuda, los republicanos que
salieron fortalecidos de la elección legislativa en 2010, decidieron
darle una batalla dura a Obama exigiéndole recortes de gastos.
El estancamiento de la disputa hizo que las
agencias calificadoras de crédito, por primera vez en la historia
estadounidense, bajaran los puntos de Estados Unidos.
En agosto de 2011 el Congreso autorizó una subida
del endeudamiento pero postergó la solución más amplia al problema de la
deuda y del déficit fiscal hasta después de la elección presidencial de
noviembre de 2012.
Los republicanos calcularon que, si ganaban esa
elección y fortalecían su mayoría en el Congreso, sacarían adelante su
plan de reducción de gastos sin aumento de impuestos.
El presidente Obama ha procurado separar las
disputas en torno al presupuesto deficitario de EE.UU. y las que rodean
al techo del endeudamiento nacional, pero los republicanos insisten en
vincularlas, señalando que no se resolverá la deuda si no se ajusta el
presupuesto.
La deuda nacional de EE.UU. es ahora más grande que el producto interior bruto del país. EFE
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinion nos ayuda a crecer