Arq. Leopoldo A. Espaillat (Nanita) |
Amigos de Coalición Verde:
No salgo de mi asombro al leer las reflexiones de
Tiberio Castellanos acerca de los llamados 'errores' de Juan Pablo
Duarte, atribuyéndolos a su empeño 'de ser diferente' a sus compañeros.
Duarte era diferente, porque era el líder y los demás le seguían. Era
diferente porque suya fue la obra intelectual de soñar la independencia,
y redactar sus normas institucionales. Ahora, tardíamente, se le ha
reconocido como el primer constitucionalista de la República, porque
efectivamente lo fue.
Era diferente porque siendo auténticamente idealista
en el empeño de ser independiente, rechazó alinearse con ningún grupo
de los que buscaba sacar a los haitianos, para ponernos bajo el dominio
de alguna potencia de la metrópoli europea, que como siempre, eran
mayoría, como era el caso de Santana, que fue afrancesado y finalmente
español; siendo responsable del fusilamiento de los restauradores en el
abortado intento de Febrero 25 de 1863 en Santiago, entre los cuales
estaban mi bisabuelo Pedro Ignacio Espaillat y el poeta Eugenio Perdomo.
Duarte era diferente porque, teniendo su familia
mejor condición económica que sus compañeros, pudo ser enviado a viajar
para educarse, haciendo escala en las independizadas 13 colonias
inglesas, ya formadas como Estados Unidos; en su ruta a una Europa, que
protagonizó la revolución libertaria francesa, hechos en los cuales jugó
papel protagónico la masonería, la cual Duarte asumió y luego traspasó a
sus compañeros, siendo el motivo real de la animosidad de la iglesia
católica contra los Trinitarios y especialmente contra Duarte.
Castellanos silencia que todos los movimientos
libertarios de la época estaban encabezados por masones. Lo fueron
Bolívar en Venezuela; San Martín en Argentina; O'Higgins en Chile; Martí
en Cuba; Benito Juárez en México, y lo era Duarte en la patria
independiente que soñaba.
Castellanos silencia que el
traidor Santana, ya declarado Jefe Supremo de la Junta Central
Gubernativa, declaró a Duarte y a los Trinitarios, 'traidores a la
patria' con Res.No.17 de Agosto 22, condenándoles a 'destierro
perpetuo' so pena de muerte al ser identificados en el territorio bajo
su control, pena que le aplicó a Fco. del Rosario Sánchez, a su
hermana María Trinidad, y a su hermano menor Narciso.
Atribuyo las críticas de
Castellanos a Duarte, a la misma ignorancia que quien escribe tuvo de
esa triste realidad, hasta que por medio del debate de esta página,
recibí esa conmovedora información de parte de
Argelia Tejada Yangüela, lo que me
permitió ir al Archivo Gral. de la Nación, y encontrar allí los
documentos que nos había preservado la ingente tarea del historiador
Emilio Rodríguez Demorizi.
Aunque ya he puesto en circulación en el Internet
más de una vez esos documentos, esta es una buena ocasión para anexarlos
nuevamente y arrojar con ellos un poco de luz sobre la verdad de la
lucha de Duarte y sus Trinitarios. Espero que Castellanos acepte los
errores que cometió en su incursión en la historia de nuestras luchas
por llegar a ser una Nación, y le pida perdón a la memoria de Juan Pablo
Duarte, por referirse en forma tan ligera e inconsecuente a su pobreza
en Venezuela y al olvido de que ha sido objeto a consecuencia de las
culpas históricas que se ocultan.
¡Fuera Santana el Traidor del Panteón Nacional! ¡El Verdugo y las Víctimas No Pueden Estar Juntos!
Con sentimientos solidarios
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