Por José Checo Estévez.
El autor es Comentarista de televisión.
II de II.
Ante un cielo lleno de nubarrones, con la amenaza de tormenta tropical, es decir, viento fuerte y lluvias torrenciales, talvez él presidente Fernández, cansado de los abastares del Poder, no quiera verse en el ojo del huracán.
Ahora bien, si él, como lo visualizamos algunos dominicanos que confiamos en su talento, capacidad volitiva y concepto histórico, toma como un reto todos esos inconvenientes, entonces, hay que prever una lucha interesante y nunca vista en nuestra historia democrática.
Tal como afirma el articulista Guarionex Rosa, el doctor Leonel Fernández Reina goza de justa fama, de un prestigio ganado a pulso aquí y en el extranjero. Es, sin lugar dudas el político-estadista más depurado con que cuenta la nación y la Zona Caribe en los actuales momentos.
Nadie osa desafiar su autoridad en ese campo. Aunque a diario se hacen críticas a su gestión, la mayoría de ellas vienen de sectores del PRD, y de grupos menores que han perdido su incidencia en el pueblo y los sectores de poder. Es muy posible que muchos de estos reclamos tengan asideros, que sean justos pedimentos de comunidades olvidadas por las autoridades gubernamentales, en el orden social y económico.
El presidente ha admitido en ocasiones su frustración por no contar son recursos para satisfacer todas las demandas populares. No dudamos que, pese a su sapiencia y pericia, el doctor Fernández cometa errores en su gestión de gobierno, pero nunca ex profeso, como los cometieron otros, sólo por complacer amigos y canchanchanes del partido. En el gobierno del ingeniero Mejía por ejemplo, había funcionarios dispendendiosos al que mandatario, reconociéndolo, se negaba a cancelar.
Sin embargo, cuando se fustiga y fustiga sin tener méritos ni moral para hacerlo, la propia dinámica de la política criolla, con su jerga cantarina, llena de estribillos gastados, de frases rimbombantes y verdades de perogrullo, cuyos emisores, políticos de pacotilla, voceros desafinados y sin caretas de carnaval, las van convirtiendo en merengue sin letra que nadie quiere bailar.
No obstante, creemos que si en verdad el presidente Leonel Fernández piensa optar por un nuevo mandato deberá comprometerse seriamente con la nación en estos puntos fundamentales:
a) Mejor distribución de las riquezas nacionales a fin de mejorar el nivel de vida de núcleos marginados de nuestra sociedad
b) Emplear mayores recursos y energía en la lucha contra la corrupción y la criminalidad dentro de su administración.
c) Aumentar el gasto público en las áreas vitales del desarrollo, como son: La educación, la salud y la creación de empleos, dinamizando nuestro aparato productivo.
d) Lograr que los diferentes sectores sociales se aboquen al tan cacareado proyecto nacional, donde se elaboren políticas modernas e inclusivas de corto, mediano y largo plazo.
e) Concertar con Haití y los líderes mundiales, una verdadera política migratoria que sea efectiva y duradera.
f) Disponer una depuración gradual de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, a fin de hacerlas más profesionales y con mejores estándares de eficacia.
g) Un reordenamientos de la administración pública, a fin de eliminar la burocracia estatal, donde aparecen entidades que se cruzan realizando las mismas funciones.
Es muy probable que algún chusco politizado al leer esta lista de objetivos en un nuevo gobierno de Leonel Fernández, comente con malicia:
“Ah, pero eso es lo que él ha prometido siempre en campaña y nunca ha cumplido”.
Eso no es así. Hasta el propio Danilo Medina, quien no esconde sus aprestos e intenciones para sucederle en el cargo, admite que en la administración del presidente Fernández hay más luces que sombras.
Que al pasar balance, no hay forma de soslayar las grandes conquistas del gobierno, y, por consiguiente, del propio mandatario.
Los logros tangibles en la economía y en muchas otras áreas están a la vista de todo el mundo. Sería prolijo enumerar un listado de ellas, por ello sólo destacaremos lo que consideramos aspectos brillantes en su administración como son: La Ley de Seguridad Social, que aunque el PRD reclama su paternidad, es el presidente Fernández quien la impulsa y le da razón de ser.
El impulso a la educación, creando centros universitarios por todo el territorio nacional y fortaleciendo la entrega del desayuno escolar de manera permanente. La creación de cientos de farmacias del pueblo a fin de que los pobres tengan acceso a los medicamentos esenciales.
La organización del sistema sanitario, fortaleciendo el Primer Nivel de Atención, a fin de poder aplicar una medicina preventiva.
Modernizando con tecnología de punta los hospitales del país y construyendo centros traumatológicos que permita atender con eficiencia a los accidentados en nuestras carreteras.
Eso en el orden material de ejecuciones, porque en orden institucional tenemos también muchas cosas que presentan una obra de gobierno muy positiva.
Empezando porque los dominicanos tenemos una nueva constitución donde de manera clara y meridiana, se habla de las garantías de derechos.
Este texto es mucho más moderno, inclusivo y actualizado que la que nos dimo durante muchos años y constituye un instrumento de desarrollo para los distintos sectores que conformamos esta sociedad.
Pero como dice el dicho popular: No hay peor ciego que el que no quiera ver…muchos fanáticos políticos no quieren darse por enterados de los cambios que, en todos los órdenes, hemos recibidos en estos gobiernos presididos por el presidente Fernández.
Apropósito del artículo 124 de la nueva Constitución, a continuación les copiamos dos párrafos de un artículo que salió publicado en este mismo periódico, bajo el título de :”Leonel Puede Ser Candidato En El 2012” y que contienen la opinión del destacado jurista dominicano doctor Julio Cury, quien afirma de manera categórica que el presidente Leonel Fernández puede postularse nuevamente en las lecciones presidenciales del año 2012, ya que no hay ninguna causa legal que se lo impida. Veamos:
“Ha sido definida que una norma es retroactiva cuan al inicio de su ámbito temporal de aplicabilidad directa es anterior al inicio de su intervalo de existencia jurídica. Si se pretende que en las elecciones del 2012 se aplique la prohibición de la reelección que contiene el artículo 124 de la nueva constitución, tomando en consideración la elección de Leonel Fernández en 2008, eso, indefectiblemente, es retroactividad, en la medida en que se está tomando en consideración en la aplicación de la norma un hecho ocurrido con anterioridad a su entrada en vigencia.”
Y en el otro párrafo el brillante jurista expresa lo siguiente:
“De la aplicación del principio de irretroactividad y del efecto inmediato de la ley, siendo un límite del otro se colige que para que pueda concretarse l a prohibición de la reelección que estatuye el artículo 124 de la nueva constitución, es necesario que a quien se aplique dicha prohibición haya sido elegido o se repute que ha sido seleccionado bajo el régimen de esta última”.
Esta situación de la reelección, para la cual ya se cuenta con vallas publicitarias donde se ve pensando en el futuro al presidente Fernández, mirando hacia al mar y debajo de un sol promisorio, pone furibundo a los perredeístas.
Pero también los preocupa el hecho de que dando una señal de reactivación política, el doctor Fernández ha vuelto a celebrar los Consejos de gobierno, actos que como el celebrado esta semana en la provincia de Pedernales, lo ponen en contacto directo con el pueblo, hace temblar la dirigencia del partido blanco..
Es por ese motivo que la oposición que encabeza el PRD, luce exarcebada, pero no necesariamente efectiva. Me explico.
Hay una competencia cerrada entre los diferentes grupos internos del Partido Blanco por ver quien logra impactar en los votantes a través de acusaciones altisonantes de corrupción administrativa; de incapacidad gubernamental; y hablan hasta de desafueros en la justicia; de crimen de lesa patria por asunto medio ambiental; y, en fin, a través de su tinglado mediático, asistimos a un carnaval de opiniones, que se inscriben dentro del marco al que nos referimos en un párrafo anterior.
Pero lo que verdaderamente importa es en qué medida este partido, otrora el de mayor militancia, podrá cohesionar sus fuerzas y lograr con una buen política de alianzas, superar los números estáticos que le han asignado las encuestadoras de prestigio en los certámenes electorales.
Y es que, por primera vez en toda su vida institucional ha llevado a esa organización a no tener representación senatorial. Resulta evidente, que la dirigencia del PRD ha vivido subestimando la capacidad de comprensión del pueblo dominicano y nunca ha querido asumir su Mea Culpa, por los gravísimos y costosos errores cometidos cuando han ocupado el Poder del Estado, situación que se ha traducido en sufrimiento, pobreza extrema para muchos sectores de la mediana burguesía y un acentuado descreimiento de la población en sus postulados políticos.
Mientras los dirigentes perredeístas no comprendan eso, no tendrán el respeto y el perdón del pueblo; es más, yo afirmo que, el pobre desempeño de muchos alcaldes y legisladores pasados, no favorecen las aspiraciones de sus actuales precandidatos presidenciales.
Si a eso agregamos la lucha encarnizada que mantienen por el control de la organización los ingenieros Miguel Vargas e Hipólito Mejía y Luis Abinader, que los lleva a calificarse de “tontos e idiotas”, entre ellos, (La expresión fue del Doctor Hugo Tolentino Dipp), entonces esas diatribas insustanciales y erróneas a todas luces, podría dar al traste con las aspiraciones de la militancia, que anhela volver a las mieles del poder.
Si una vez más los dirigentes perredeístas obnubilados como bueyes, atados al yunque de la pasión irreflexiva, se empecinan en usar el canibalismo político en desmedro de sus aspiraciones políticas, entonces, y como ha sido siempre la historia del PRD, estaremos asistiendo a la crónica de una muerte anunciada, y el proyecto de ese partido, independientemente de quien encabece la boleta electoral de Miguel Vargas o Hipólito Mejía., sucumbirá de nuevo y el futuro de esa organización será cada vez más incierto.
La única posibilidad de triunfo que tiene el PRD, se daría si, al aceptar una nueva nominación presidencial el doctor Leonel Fernández, Fernández, al imponerse con la fuerza de su liderazgo, al licenciado Danilo Medina que ha sido de todos los precandidatos del PLD, el único que ha manifestado signos de impaciencia, dando a entender que si no es escogido candidato presidencial por el PLD, él podría pactar un acuerdo electoral con otros grupos o partidos.
Danilo ha insinuado que podría aceptar por ejemplo una candidatura vicepresidencial de Hipólito o Miguel), entonces, en esas condiciones el proyecto presidencial del PRD tendría alguna oportunidad de salir airoso, tal como sucedió con la candidatura a la alcaldía de Gilberto Serrulle, que emergió sin muchas posibilidades frente a José Enrique Sued y al pactar con partido blanco, ganó la posición en la importante plaza de Santiago.
Es por esas y por otras muchas razones que insistimos en que el presidente Leonel Fernández está en una difícil disyuntiva y aunque no quiera se encontrará en el ojo del huracán.
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