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viernes, 10 de septiembre de 2010

Anciano de 90 es condenado a 17 años y medio por asesinar a martillazos a su esposa

NUEVA YORK._ Para su abogado y mucha gente de su poblado en Buffalo, el anciano John Bunz de 90 años de edad y quien asesinó a martillazos a su esposa, pudo haberse vuelto “loco” producto de su longevidad, quizás sin ni siquiera entender la magnitud y consecuencias del hecho.


Pero el juez David Steinheilber de la Corte Suprema Estatal en Buffalo, rechazó todos los argumentos a favor del anciano que mató con un martillo a su mujer - Virginia Buns - de 89 años de edad y lo sentenció ayer jueves a 17 años y medio de cárcel. Tenían 68 años de casados.



La situación física de Bunz es tan deteriorada que tuvo que ser ayudado a sentarse en la silla del acusado por oficiales de la corte. Interrumpía por momentos al magistrado para decirle que no podía oír la lectura de la sentencia.



El propio juez dijo que estaba apenado por el caso, pero le recordó que asesinó a su compañera con saña con 30 martillazos consecutivos. El crimen se produjo en medio de una violenta discusión de la pareja en el apartamento que ocupaban en un complejo residencial para jubilados en el sector de Amherst (Buffalo).



El condenado fue hospitalizado por lesiones que él mismo se hizo después de ultimar a la mujer. Usando un andador y luego una silla de ruedas, trató de entrar por sí sólo al tribunal pero perdió el equilibrio siendo auxiliado por los oficiales. El fiscal Paul Bonano, quien no dejó de reconocer la edad de Bunz, pidió al juez 20 años de cárcel, basándose en el nivel de violencia con que mató a su esposa. “La señora Virginia Bunz fue golpeada 30 veces en la cabeza y en las manos, mientras trataba de defenderse del ataque”, expresó el fiscal.



El abogado del sentenciado, calificó el crimen como una “anomalía” dentro de una “vida decente”. El juez se preguntó el porqué sucedió el hecho. “Durante 90 años, John Bunz vivió una vida decente con respeto a la ley y durante 68 de esos años, los estuvo casado con su amada esposa Virginia”.



El anciano fue empleado por décadas de la empresa Niágara Mohawk Power Corporation en la que laboró como químico y técnico. El magistrado sostuvo que a partir de ahora, la vida de Bunz estará marcada por unos pocos minutos de violencia inexplicable.



Durante la sentencia se dijo que los psicólogos que examinaron a Bunz, lo encontraron mentalmente apto. “Usted tuvo en cuenta la naturaleza violenta y cruel de lo que hizo”, le dijo el fiscal Buscaglia al anciano.



La pena fue mediante un acuerdo con los fiscales en el que desestimó el cargo de homicidio en segundo grave, haciendo una excepción por su edad. El hijo y la hija de la pareja, no se presentaron en la corte pero refrendaron el acuerdo con la fiscalía.

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