Toronto (Canadá).- Con la
financiación del Gobierno canadiense, el investigador Nikolai Dechev
empezará a producir en febrero de 2015 en Guatemala prótesis con
impresoras 3D para personas que han sufrido amputaciones de manos.
El proyecto recibirá 112.000 dólares canadienses
(unos 96.000 dólares estadounidenses) y estará ubicado en la clínica que
la ONG Range of Motion Project (ROMP) tiene en la localidad
guatemalteca de Zacapa.
La financiación del proyecto del doctor Dechev y
la Universidad Victoria de Canadá, donde es profesor asociado, es parte
de la ultima ronda de ayudas del Gobierno canadiense, a través de la
organización Grand Challenges Canada (GCC), que totalizan 2,6 millones
de dólares canadienses para financiar 23 proyectos sanitarios en países
en desarrollo de todo el mundo.
En una entrevista con Efe, el doctor Dechev
explicó que la tecnología de impresoras de 3D permitirá producir las
prótesis en Guatemala por menos de 200 dólares la unidad, cuando
normalmente cuestan desde 15.000 hasta más de 100.000 dólares en el caso
de los aparatos más avanzados.
"El diseño de la prótesis que vamos a imprimir ha
existido desde hace 15 años. El problema es que era muy caro de producir
porque tiene muchos componentes. La tecnología de impresoras de 3D nos
ha permitido que su fabricación sea tremendamente barata. Y también es
una oportunidad para proporcionar la tecnología de impresoras de 3D que
no la tienen", dijo Dechev.
De hecho, el diseño de la mano que producirá ROMP
en Zacapa es el que el propio Dechev creó hace 15 años para avanzar un
concepto que se ha mantenido prácticamente estático desde hace más de 40
años.
"El estándar de la prótesis de hoy en día es un
aparato con capacidad para apretar y se asemeja a las pinzas de una
langosta. Algo muy básico. Pero es muy robusto y versátil, por lo que se
mantiene como el modelo a seguir", explicó el experto.
La mano del investigador es mecánica y utiliza cables activados por el movimiento del muñón o del hombro para mover los dedos.
El diseño original en aluminio de la prótesis de
mano de Dechev contaba con unos 50 componentes, pero, gracias a que las
impresoras 3D permiten agrupar elementos que tienen que ser creados de
forma independiente por máquinas de troquelado, la prótesis que se
producirá en Guatemala tiene sólo 25 componentes.
Las impresoras 3D utilizan plástico que es calentado e inyectado capa por capa para crear objetos.
Dechev señala que un kilo de plástico para el
proceso de impresión de las manos cuesta unos 50 dólares y las
impresoras que se han instalado en Zacapa pueden producir una mano en 20
horas.
Además, esas impresoras 3D, que cuestan unos 2.400
dólares por unidad y producen objetos con seis veces más calidad que
las de hace sólo unos años, también crearán el encaje que conecta la
extremidad con la prótesis de mano, un proceso que requiere unas 24
horas de trabajo de las impresoras.
"Cada dos o tres días -indicó- tenemos una
prótesis de mano y su encaje por menos de 200 dólares cuando costaría
15.000 dólares si fuese troquelada en metal".
El investigador también señaló que, desde un
principio, estaba interesado en llevar este proyecto y tecnología a
Centroamérica "por la gran carencia de ayudas a los amputados de las
extremidades superiores de la región" y afirmó que quiere "servir a la
mayor proporción de gente en necesidad".
Dechev se decidió finalmente por Guatemala, tras
ponerse en contacto con ROMP y comprobar que la ONG era el socio ideal
porque ya tiene una clínica en operación en Zacapa.
"Desde el principio -recalcó-, dejé claro que
quería que el proyecto durara más allá del dinero proporcionado por GCC y
que todo el equipo se instalara en Guatemala para que el personal
guatemalteco aprendiera la tecnología".
Su insistencia funcionó tan bien, que Guatemala ha
recibido ya las dos impresoras, mientras que Dechev todavía está
esperando la segunda impresora para su laboratorio en la Universidad de
Victoria.
"En estos momentos, Guatemala tiene más equipo que el que yo tengo", bromeó el profesor.
El próximo proyecto de Dechev es crear con impresoras 3D herramientas para que las personas con su prótesis puedan trabajar.
"Muchos de los amputados en Guatemala -concluyó-
son agricultores. Me gustaría hacer imprimir herramientas para que los
amputados puedan seguir trabajando en sus granjas. La gente que tiene
discapacidades normalmente no pueden encontrar trabajo, lo que les
sumerge incluso más en este ciclo de pobreza". EFE
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