Washington.- La iniciativa de
la Casa Blanca para elevar el salario mínimo y el debate desatado por la
legalización de la marihuana en dos estados de EE.UU. agitaron este fin
de semana el debate en la reunión invernal de gobernadores del país,
que se celebra hasta el lunes en Washington.
La posibilidad de elevar el salario mínimo a 10,10
dólares la hora generó una discusión muy dividida entre gobernadores
demócratas y republicanos, mientras que el debate sobre la marihuana sí
deparó una conclusión clara: es improbable que otros estados sigan
pronto el ejemplo de Colorado y Washington, donde la droga es legal.
Cuatro gobernadores que participan en la cita de
la Asociación Nacional de Gobernadores (NGA) descartaron hoy la
posibilidad de despenalizar la venta y el consumo de marihuana en sus
estados.
En una entrevista conjunta en la cadena CNN, el
gobernador de Texas, el republicano Rick Perry, respondió con un rápido
"no" a la pregunta de si legalizaría la marihuana; igual que el de
Indiana, el también republicano Mike Pence, quien subrayó que se ha
opuesto a esa posibilidad "durante mucho tiempo" y lo seguirá haciendo.
Tampoco se mostraron abiertos a ello dos
gobernadores demócratas, el de Connecticut, Dan Malloy, y el de
Missouri, Jay Nixon, quienes consideraron más viable que cada vez más
estados despenalicen la marihuana para fines médicos, como ya ocurre en
20 territorios.
"Creo que nuestro Congreso (estatal) podría
considerar esa opción (del uso medicinal), pero ir más allá de eso sería
andar sobre un puente que no se ha construido aún", indicó Nixon.
Malloy afirmó que su estado ya ha ido "lo más
lejos que va a ir" en el debate sobre la marihuana, dado que la ha
legalizado con usos medicinales y ha despenalizado la posesión de
pequeñas cantidades.
Agregó que los legisladores estatales, como los
que plantean la posibilidad de legalizar la marihuana en Maryland, no
deberían "inclinarse por esa vía debido al dinero", es decir, por los
impuestos que generaría la venta legal de la sustancia.
Los gobernadores reunidos este fin de semana
mantuvieron además una mesa redonda sobre otro asunto relacionado: el
creciente problema de adicción a medicamentos con receta en todo el
país, por iniciativa del gobernador de Colorado, John Hickenlooper.
La Casa Blanca no ha ocultado su intención de
aprovechar la cita bianual para impulsar el debate sobre la iniciativa
para elevar el salario mínimo y el propio presidente Barack Obama instó a
los gobernadores a apoyar esa idea al comienzo de la reunión el
viernes.
"La gran mayoría de los estadounidenses piensa que
el aumento del salario mínimo es una buena idea", enfatizó entonces
Obama, que hoy recibirá a los gobernadores para cenar en la Casa Blanca.
Malloy respaldó hoy la iniciativa y aseguró que
elevará gradualmente el salario mínimo en Connecticut, su estado, hasta
llegar a los 10,10 dólares la hora el 1 de enero de 2017, con el fin de
ajustarse al alza del coste de vida.
"Sabemos que la gran mayoría de la gente que tiene salario mínimo está intentando sostener a una familia", señaló Malloy.
En cambio, Pence rechazó la idea y aseguró que el
verdadero motor para la recuperación económica será la innovación de
cada estado.
"Creo que el mensaje básico, señor presidente
(Obama), es que necesitamos más libertad y más flexibilidad", indicó el
gobernador de Indiana.
La reforma sanitaria impulsada por Obama y que ha
comenzado a aplicarse a través de los estados también estuvo en la
agenda y el gobernador de Vermont, el demócrata Peter Shumlin, criticó a
los republicanos que se niegan a abrir mercados de seguros de salud en
sus territorios "sólo porque no les gusta el presidente".
"Las páginas web se arreglan; nosotros estamos
arreglando la nuestra, y el programa federal está funcionando mejor",
dijo Shumlin sobre los problemas informáticos de los últimos meses. EFE
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinion nos ayuda a crecer