A la izquierda Don Polin Amaro (fallecido ,padre de Nelson)al centro Nelson Amaro y su madre Dona Aleja de Amaro |
Se nos ha ido un ángel. Sabemos
que muchos de los que conocieron a nuestro hermano Nelson comparten este
calificativo, pues él siempre fue una persona generosa, sencilla y humilde, de
conducta transparente y que deseaba lo positivo y lo bueno para todo aquel a
quien conocía. Con su eterna sonrisa y un trato de caballero, siempre estuvo
atento para dar el consejo a quien lo necesitara.
En su transitar por esta tierra,
donde vivió físicamente durante 56 años y cerca de 10 meses (pues el 12 de
abril venidero hubiera cumplido los 57 años), fue un brillante profesional de
la medicina, de acuerdo a las palabras expresadas por sus colegas. Egresado en
1986 de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, alcanzó honores de los que
nunca se vanaglorió.
La Sociedad Dominicana de Menopausia y Osteoporosis le
reconoció en noviembre del 2011 por sus valiosos aportes al desarrollo y al
estudio del área en cuestión, siendo el Primer Ginecólogo Endocrinólogo de
nuestra región, especialidad que junto a otras alcanzó en el 1992 en el
prestigioso Hospital “Gregorio Marañón” y Clínica Nuestra Señora de la
Concepción - Fundación Jiménez Díaz, ambos de Madrid, España.
En procura de su constante
actualización profesional y como un aporte de sus conocimientos en las diversas
áreas en las que se especializó, realizó numerosas investigaciones médicas,
algunas de ellas publicadas.
Así mismo, tanto en el país como en el extranjero
participó en varios congresos, simposios y seminarios de las ciencias médicas,
en algunos de ellos como Conferenciante Expositor. Respetado docente de la
cátedra de “Gineco-Obstetricia” en la Pontificia Universidad Católica Madre y
Maestra, así como de los Cursos de “Endocrinología Ginecología” del Programa de
Residencia Médica del Servicio de Gineco-Obstetricia del Hospital Regional
Universitario José María Cabral y Báez, de Santiago.
Inició sus servicios médicos en
el 1983 como Médico Interno, luego Médico Asistente y posteriormente Jefe de
Grupo, en el Instituto de Maternidad San Rafael de Santo Domingo; Médico
Pasante en 1985 en la Clínica Periférica Urbanización Juan Pablo Duarte de
Santo Domingo; Médico Asistente del Servicio de Gineco-Obstetricia en el
Hospital San Francisco de Asís y la Clínica Dr. Záiter, ambos en Santo Domingo.
En Madrid, España, fue Médico Becario Extranjero en el Hospital Provincial
Gregorio Marañón; Médico Residente del Servicio de Gineco-Obstetricia en la
Clínica Nuestra Señora de la Concepción Fundación Jiménez Díaz. Desde el 1993
ejerció la medicina con abnegación en el Instituto Dominicano del Seguro Social
y en el Hospital Regional Universitario José María Cabral y Báez de Santiago,
creando allí por primera vez la consulta de Endocrinología Ginecológica.
Hasta la hora de su muerte fue
miembro activo de las principales agrupaciones médicas de nuestro país y de
España, tales como la Asociación Médica Dominicana (desde el 1986), la Sociedad
Dominicana de Ginecología y Obstetricia (desde 1992) de la que fue directivo en
el período 1996-1998, la Sociedad Española para el Estudio de la Osteoporosis y
Menopausia (Miembro Número 273 desde 1991), la Asociación de Becarios
Extranjeros de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, España; la Federación
Latinoamericana de Sociedades de Ginecología y Obstetricia, la Federación
Internacional de Ginecología y Obstetricia, la Sociedad Interamericana de
Medicina, Cirugía Estética y Cosmetológica (desde marzo del 2008).
Nelson fue siempre un médico
apegado a los más puros principios éticos; nunca aceptó realizar un aborto o
cualquier otra práctica ilícita o criticable. Luchó siempre por la vida de los
demás. “Como paciente, en la lucha por su propia vida fue un gran guerrero, un
batallador, un hombre extraordinariamente valiente con una reciedumbre
admirable”, dijeron de él los enfermeros que le acompañaron así como sus amigos
colegas y compañeros de trabajo del Centro Médico Cibao y del Hospital
Metropolitano de Santiago, donde tenía sus consultorios para la atención de sus
pacientes.
Como miembros de su familia, agradecemos
el apoyo de todos los que nos han acompañado en este difícil trayecto y, sobre
todo, en este momento de dolor. Nos reconfortan las expresiones de
reconocimiento y admiración por este gran ser humano que hoy despedimos. Una de
sus amigas de infancia dijo acerca de él que fue “Tan extraordinariamente
amoroso, sencillo y entregado a la voluntad de Su Creador”; uno de sus colegas
médicos expresó que “Nelson fue un ser humano generoso y dedicado, y como
profesional era lo máximo”; otro de ellos destacó que fue “Un ser humano
especial, dotado de gran humanidad”; otra de sus amigas manifestó que Nelson
fue “Un excelente ser humano, merecedor de llamarse hijo de Dios y heredero de
su reino”;
Para ustedes él fue Nelson, o el
Doctor, o el Dr. Amaro. Para nosotros fue nuestro Checho, el Macho, Mi Querido,
Papi, Tío Ezo, un hermano maravilloso y un hijo excepcional.
Despedimos hoy su cuerpo pero él
continuará existiendo en nuestros corazones; su suave sonrisa angelical con la
que se despidió de su madre y con la que se encontró con Jesús continuará en
nuestras imágenes. Sabemos que nuestro Señor Jesucristo está recibiendo a
Nelson Rubén Amaro Bonilla con alegría, porque a los cielos está entrando un
ángel.
Querido Nelson, consciente de
que cumpliste a plenitud tus deberes en la tierra, tienes ahora el derecho de
gozar de la visión divina en la dulce Mansión del Señor. En nombre de tu madre,
de tus hijos, tus hermanos, tus sobrinos y todos tus familiares, así como tus
amigos y colegas, te deseamos el sueño hermoso de la eternidad al lado de Dios
Padre.
¡Descansa en paz por
siempre!
NOTA:
Palabras leídas a nombre de la familia Roxana Amaro Bonilla (hermana)ante sus
restos mortales en el Cementerio Municipal “Reverendo Francisco Franco” de la
ciudad de Mao, al momento de su sepultura (7 de febrero, 4:45 P.M.).
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMUCHO MAS QUE UN ANGEL!
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