Un Momentito con Miguel
Leni Hernández |
Autor Miguel De Jesús
Locutor y Abogado Dominicano
|
Hoy al levantarme
me abracé al Sol de una mañana de Febrero, inicié mi día agradeciendo la vida a
nuestro Dios. Pensé en la distancia de un amor y la fuerza que une dos
corazones por encima de mares y tempestades.
Pensé en los
labios que abren para dar besos y mi mente comenzó a volar por los mundos de amores y sus sabores. Le escribí
un piropo a la foto del profile de
whatsAp de mi compadre y hermano Miguel Guarocuya Cabral junto a su nieta recién
nacida.
Declaré un día de
paz y me quedé en casa, disfrutando de las transmisiones de los carnavales de Santiago y la Vega. Estaba
flotando en una nube de algodón, quería llenarme de colores de alegría y
libertad.
Quería
encontrar las caricias que convierten en
flores los enojos, quería invitar a la montaña a bailar un merengue y darle
vueltas tan rápidas que levantaran su falda para ver alta su cara sonrojada.
Quería vestirme de
marinero y navegar al frente de un crucero sin rutas ni puertos
donde anclar, quería y quería tantas cosas en un Domingo que con risas
escondidas me invitaba a descubrirlas.
Esa quimera
acariciada por los pétalos de poesías fue interrumpida por la bella muchacha
que conocí en medio de la primavera de Abril de 1994,que me abrió las puertas de su hogar y que tanto ella como su adorada abuela
hicieron un nido para abrigarme con el calor de familia .
Ella es prima hermana de Francina Hungría, la
joven Ingeniera que en la ciudad de Santo Domingo delincuentes le dispararon
para despojarla de su vehículo y la condenaron a la oscuridad al apagarle la
luz de sus pupilas. Leni mi adorada
amiga narró en su cuenta de Facebook el capítulo
de su vida hoy.
Aquí comparto
el relato que por suerte no fue fatal:
“Buenas noches, ciertamente en el sector
Evaristo Morales fui atracada alredededor de las 8 de la noche, me desmontaba
del carro e inmediatamente un tipo vino hacia mí corriendo y otro esperando en
un motor, solo atiné a pensar en lo sucedido a mi prima Francina y extendí el
brazo para entregar el celular y la cartera, pero al halarme la cartera me
tiraron al pavimento y tengo algunos golpes, estoy adolorida, pero estoy viva
gracias a Dios, no se imaginan que horrible es esto, justamente pasa cuando
estamos luchando con una sentencia en contra de cuatro delincuentes que dejaron sin visión
a Francina y hoy me pasa esto”.
Y yo agrego preguntándome
¿acaso
está prohibido vivir en paz, en armonía, disfrutar cada suspiro, dar serenatas
en frías madrugadas, caminar de manos de la amada de manitas agarradas en los
parques? Leni Hernández por poco me
roban tu ternura. “COOOOOOOOOOÑO BASTA YA”
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