Lima, (EFE).- El cantante mexicano Luis Miguel deslumbró anoche en Lima con un espectáculo de música, luces y mucho romanticismo, y se dejó querer por las miles de personas que asistieron al inicio de su gira por Latinoamérica.
Tras seis años sin pisar los escenarios peruanos, el artista apareció elegantemente vestido, con camisa de un blanco impoluto y una corbata a rayas, y entonó el tema "Te propongo esta noche", con el que invitó al público local, en su mayoría mujeres, a acompañarlo en la velada.
Con esa imagen de caballero y galán que lo caracteriza a sus 40 años, Luis Miguel saludó a más de diez mil asistentes con palabras de agradecimiento y les invitó a gritar un "¡Viva Perú!", registrado después por un medidor de sonido.
El concierto estuvo marcado por la voz vibrante del cantante, acompañada de dos coristas y una decena de músicos que interpretaron canciones tan conocidas como "Suave", "La incondicional", "Tú, solo tú", "La barca" o "Te necesito".
Entre los primeros temas se coló el mítico "Volver" de Carlos Gardel, que el mexicano convirtió en uno más de sus aclamados boleros.
Parecía como una demostración de su vuelta con fuerza a la escena pública, después de haber vivido meses atrás los rumores de una posible enfermedad o de incluso su muerte.
Para desmentirlos, el llamado "Sol de México" se mostró enérgico y seductor en todo momento sobre el escenario, así como amable con los ramos de flores, peluches y globos de corazones que le llovían desde el público.
En las pantallas colocadas a los lados del escenario, cielos de estrellas, nubes y otras imágenes se alternaban, incluida la de un Frank Sinatra entonando "Come fly with me", al que Luis Miguel tuvo el "atrevimiento" de suplantar en algunas estrofas.
Frente a sus seguidoras, levantadas de las sillas y rendidas a sus pies, el mexicano aprovechó una breve pausa para reaparecer con una nueva chaqueta y camisa, ambas negras, y dispuesto a seguir seduciéndolas con sonrisas y una selección de las canciones de su último álbum, entre ellas "No existen límites" o "Mujer de fuego".
Dejó para el final "Labios de miel", que da nombre a ese último disco, no sin antes animar el ambiente con un popurrí de algunas de las baladas que le han hecho famoso a lo largo de sus casi treinta años de carrera.
Luis Miguel, que grabó su primer álbum con doce años y desde entonces ha vendido sesenta millones de discos en el mundo, se presentó como un hombre maduro y profesional, el mismo que había llegado dos días antes en su avión privado a Lima para ensayar el concierto y dejar a punto el comienzo de una gira que lo llevará este año también a Paraguay, Argentina, Chile, Bolivia y España.
Autor: Belén Delgado
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