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| Autor Antonio Regalado (lider espiritual) |
La
época del profeta Miqueas se caracterizó, según los hechos históricos,
mayormente por personas egoístas y oportunistas que imponían sus
influencias desde las áreas del gobierno hacia toda la colectividad,
guiando al pueblo mediante sus malas prácticas hacia el caos, derrota,
podredumbre e incertidumbre sociales.
Sus
gobernantes se habían pervertidos y la justicia ya no era tal, sino un
instrumento de sus inmoralidades y corrupción. La honestidad carecía de
reputación con el agravante de una proliferación de avaricia y falta de
compasión ante el dolor generalizado de la gente. La maldad,
inclemencia, barbarie, atrocidad, dureza y otras cosas, formaban parte
de las vestiduras mostradas desde las mieles y las alturas del poder.
Es
ahí cuando DIOS da testimonio de Miqueas y lo presenta ante un
colectivo deteriorado y sumido en la más profunda corrupción en que lo
habían llevado sus gobernantes, para comunicar un mensaje de aliento y
esperanza hacia aquellos corazones abatidos y en descenso en su calidad
de vida en el orden físico y espiritual.
Así
habló el Señor por medio de Miqueas profeta: 9 ¡Escúchenme, líderes de
Israel! Ustedes odian la justicia y tuercen todo lo recto. 10 Construyen
Jerusalén sobre cimientos de crimen y corrupción. 11 Ustedes,
gobernantes, toman decisiones con base en sobornos; ustedes, sacerdotes,
enseñan las leyes de Dios solo por dinero; ustedes, profetas, no
profetizan a menos que se les pague. Sin embargo, todos alegan depender
del Señor. «Nada malo nos puede suceder —dicen ustedes— porque el Señor
está entre nosotros». 12 Por causa de ustedes, el monte Sión quedará
arado como un campo abierto; ¡Jerusalén será reducida a escombros! Un
matorral crecerá en las cumbres, donde ahora se encuentra el templo.
Miqueas 3:9-12 Nueva Traducción Viviente.(NTV).
Este
mensaje tiene lecturas edificantes para los tiempos que estamos
viviendo hoy día,(1) El profeta denuncia a esos dirigentes envueltos en
actos de corrupción en el desempeño de la cosa pública, esto indica que
los hijos de DIOS no podemos hacer alianzas con dirigentes y gobernantes
que sean como esos, Miqueas no lo hizo, (2) Soborno en la justicia,
este comportamiento es inaceptable para una nación de valores familiares
y espirituales, y que desea vivir con dignidad y decoro, (3) los
sacerdotes no eran honestos para dar el mensaje y enseñanzas de DIOS,
porque fueron corrompidos por el dinero, los profetas vendían sus falsos
oráculos y su comportamiento era movido acorde con las exigencias de
los poderosos, experiencia que debería movernos, a quienes ministramos
la presencia de DIOS, a reflexionar profundamente, porque todo acto que
conlleve a distorsionar el mensaje de Su Palabra y a hacer causa común
con los lineamientos de la carne, traerá juicios de ÉL, y, claro está,
también producirá consecuencias a lo interno de ministerios e Iglesias.
El
Señor procederá a arar esos montes y matorrales que operan en el mundo
de las tinieblas, que después de haber puesto sus manos en el arado de
Jesucristo; volvieron sus espaldas hacia la agenda de las circunstancias
y estrategias humanas, y los reducirás a escombros, es cuestión de
esperar en Su Tiempo.
Dice
la Palabra del Señor en Éxodo 23 versículo 8: “No recibirás soborno,
porque el soborno ciega a los que ven con claridad y pervierte las
palabras de los justos”.
Este
domingo 15 de mayo, 2016, tenemos el deber de elegir en la nación
dominicana; a un presidente y autoridades que regirán el período
2016-2020, deberíamos llevar esta decisión en oración ante el trono de
la Gracia de DIOS, para que ÉL ponga en nuestros corazones por quien
hacerlo; conjuntamente con las demás autoridades.
MARANATHA,
DIOS TE BENDIGA
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