Autor Antonio Regalado |
"Entonces el polvo volverá a la tierra como lo que era, Y el espíritu volverá a Dios que lo dio". Eclesiastés 12:7.
La
partida de esta tierra es algo que está advertido en la Palabra de
Dios, por lo que hay que estar preparado para la transición que puede
ocurrir en cualquier momento no importando en qué lugar del planeta
vivamos.
"Todo va a un mismo lugar; todo es hecho del polvo, y todo volverá al mismo polvo". Eclesiastés 3:20.
Pero,
Jesucristo se distanció de la muerte, estableciendo una enorme
diferencia para beneficio de su pueblo adquirido por el precio de su
sangre derramada, precisamente para eso vino, a derrotar la muerte, a
quitarla de los que mediante Su Sacrificio en la cruz del calvario
fuimos redimidos.
"¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?
ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley.
Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo ". 1 Corintios 15:55-57.
La esperanza nuestra está puesta en Jesucristo, "Dios
nos mostró ese gran amor por medio de lo que Jesucristo nuestro
Salvador hizo por nosotros. Porque él destruyó a la muerte y, por medio
de la buena noticia, nos ha dado la vida eterna". 2 Timoteo 1:10,
Traducción en lenguage actual (TLA).
Jesucristo
transformó "nuestro lamento en danza" en esperanza, en presente
glorioso, pero además, nos privilegió a nosotros sus escogidos, su
pueblo especial, su Iglesia, con el fruto de su ofrenda, "No
se apareció a todo el pueblo, sino a nosotros, a quienes Dios había
escogido de antemano como testigos. Nosotros comimos y bebimos con él
después que resucitó". Hechos 10:41, Dios Habla Hoy(DHH).
En Job tenemos un poderoso testimonio de nuestra morada final, Yo sé que mi Redentor vive,
Y al fin se levantará sobre el polvo;
Y después de deshecha esta mi piel,
En mi carne he de ver a Dios;
En mi carne he de ver a Dios;
Al cual veré por mí mismo,
Y mis ojos lo verán, y no otro,
Aunque mi corazón desfallece dentro de mí". Job 19: 25-27.
Y mis ojos lo verán, y no otro,
Aunque mi corazón desfallece dentro de mí". Job 19: 25-27.
Dios
imparte fortaleza en medio de la partida de nuestros seres amados por
medio de Su Palabra, y esto es una Luz Y Consolación en el momento que
parten hacia el Señor. Lo hizo conmigo en el 2012 cuando viví la
experiencia de mi madre y mi hija, las dos partieron en ocho días, junio
30, mi Mamá Ana, julio 8, mi hija Zaida, y ahora, mayo 20, 2016, parte
mi padre, Juan Carvajal.
He sentido a Dios obrando con Poder y Gloria sobre mi vida, el Señor es bueno y para siempre es Su Misericordia.
Jesucristo es nuestra Esperanza de Gloria en todo tiempo.
El
testimonio e inspiración de dos varones que impartieron avivamiento a
los discípulos mientras Jesús se iba, constituye seguridad y aliento de
parte de Dios para su remanente fiel: " Y
estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se
iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras
blancas, los
cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando
al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así
vendrá como le habéis visto ir al cielo". Hechos 1:10-11.
MARANATHA, DIOS TE BENDIGA
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