Autor Tiberio Castellanos |
Antes de adjudicársele el nombre de Ciudad Trujillo a la vieja y
primada ciudad de Santo Domingo (¿de Guzmán?), el país de Pedro
Henriquez Ureña y Juan Marichal era llamado indistintamente Santo
Domingo, por los escritores y Quisqueya, por los poetas. Así mencionan
José Martí y sus comtemporáneos (para no ir mas atrás), al país: Santo
Domingo. Y también le llama así en varios de sus libros Emilio Rodríguez
Demorizi, un poquito más para acá.
El
poeta autor de los versos del himno nacional dominicano le llama al país
Quisqueya. Y quisqueyanos a los dominicanos.
Este nombre es el que da al país la santiaguera ausente, Mercedes Zagredo en su muy sentimental canción.
Y perdonándome ustedes la digresión, diré que esta canción
Quisqueya, pudiera ser el himno de los dominicanos ausentes. E informaré
además que en el último gran concierto que Carlos Piantini dirigió aquí
en Miami, y que yo disfruté muchísimo, se interpretó esta canción con
un arreglo sinfónico increíblemente bello. Imaginé fue un homenaje de
Piantini a su primera suegra.
Ya mas acá de el tiempo de los citados escritores y poetas, el
Profesor Ramón Rafael Casado Soler y algunos intelectuales más, han
lanzado la idea de llamar al país Dominicana. Sustantivando el adjetivo
a la manera que lo han hecho los argentinos: "No llores por mí Argentina".
Estuve mirando el mapa de África y el nombre de los
diferentes paises de ese continente. Todos los paises tienen su nombre
propio. Sólo uno de ellos se llama "República Centroafricana", es decir
el nombre del Estado que allí se ha constituido. Me imagino, que en
llegando allí los que pusieron nombres, no encontraron un monte, un río,
una historia, que les permitiera un nombre apropiado.
Muchos paises tienen nombre de mujer. O quizás mejor me
sería decir que he conocido varias mujeres con nombres de paises.
América, Quisqueya, Francia, Italia, Bélgica, Argentina, Libia. A esos
nombres,de mujer, de país y de patria, suelen cantarle los poetas.
Y no creo que hace falta aclarar que República Dominicana
es el nombre del Estado. No del país. Correctamente dicho cuando usted
habla del Embajador de la República Dominicana o de la Constitución de
la República Dominicana. Y no viene al caso el nombre del Estado cuando
usted habla del Yaque del Norte o del Pico Duarte o del último censo de
población. El país tiene ríos, montañas, población. El Estado tiene
leyes, constitución, funcionarios, etc.
¿ Qué pasó entonces?
Cuando se cambió el nombre de Santo Domingo por Ciudad Trujillo
a
la vieja capital dominicana, por la radio se escuchaba con frecuencia:
"desde Ciudad Trujillo, capital de la República Dominicana".Y yo
recuerdo el retintín de algunos colegas al pronunciar esas palabras
mágicas:
Ciudad Trujillo/ República Dominicana.
Así
mismo aparecía en periódicos y en otros documentos. Y yo tengo la
impresión o me da el tufo, de que, todavía hoy, alguna gente disfruta un
pequeño
placer, por mi desconocido, al decir República Dominicana.
Y el nombre Santo Domingo, que por siglos llevó la ciudad capital,
identificando tambien al país, como en el caso de Méjico y Panamá, desapareció,
insólitamente, para la ciudad y para el país.
Lo mismo le ha pasado a la zanahoria, al tomate, y a
la lechuga. Antes hablábamos de Legumbres, Verduras, pero luego que
vimos unos anuncios de
una campaña de buena
alimentación que hablaba de comer "fruits and vegetables", y no tuvimos
interés en una buena traducción, dijimos lo más fácil, frutas y
vegetales. Y muchos comen vegetales, Sí, otros. Yo no. Yo como
legumbres.
Mi colega Eusebio
Sanchez y yo en ocasiones nos tomamos un vinito acompañado de una piza
de legumbres muy sabrosa. Cuando a mi me toca
llamar a la pizería, para evitar cualquier confusión digo: ¡Traiganme una piza con
legumbres!. ¡Si, esa misma que ustedes llaman de vegetales!
Un abrazo.
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