Canto No. 6
Bebí del vino blanco
de tus muslos dormidos
en mañanas rociadas,
y libé el rojo vino
del Rhin en tus miradas
y el rosa puro
de tus ardientes labios.
Me emborraché en ti
un día de sol
con espumas calentadas
en un mar infinito
de una mirada azul;
y me harté en desvaríos
de tu carne de fuego,
y en ti vientre fecundo
planté rica simiente
que floreció en manojos
de rosas encendidas
en mañanas y tardes
de colores y luz.
Aleja Bonilla
Agosto 23, 1995
¡¡¡Excelente Doña Aleja!!!
ResponderEliminarLe pido, encarecidamente, continuar deleitándonos con la sutileza y sublimidad de sus tiernos y hermosos versos. Gracias a Miguel de Jesús por publicarlos.
Con sentimientos de estima y cariño,
Diómedes Rodríguez y Familia.