La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, se
abstuvo hoy de pronunciarse sobre la carta en la que el exanalista de la
Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de EE.UU. Edward Snowden anunció la
posibilidad de solicitar asilo en Brasil.
"No creo que el Gobierno tenga que manifestarse
sobre el caso de un individuo que no hace una petición formal (de
asilo)", afirmó la jefe de Estado en unas declaraciones que concedió a
los periodistas con los que tuvo un desayuno de trabajo para despedir el
año.
La mandataria reafirmó la posición divulgada el
martes por la cancillería en el sentido de que el Gobierno de Brasil no
ha recibido una petición formal de asilo del exanalista de la NSA ni
considera la carta de Snowden publicada este martes en el diario Folha
de Sao Paulo como una solicitud.
"Tengo derecho a no manifestarme. No interpreto cartas de nadie", afirmó Rousseff.
En su "Carta abierta al pueblo brasileño", Snowden
anunció su intención de pedir asilo permanente a Brasil, país que, tras
la divulgación de los documentos de la NSA que revelaron que EE.UU.
espió las comunicaciones de la presidenta Dilma Rousseff, lidera
diversas iniciativas globales para regular el espionaje a través de
internet.
El Gobierno hasta ahora se ha negado a
posicionarse en torno a la carta y a la campaña lanzada en internet por
el brasileño David Miranda para recoger firmas con el fin de presionar
al Ejecutivo para que atienda la posible petición de asilo.
Miranda es el compañero del periodista
estadounidense Glenn Greenwald, excolumnista del diario británico The
Guardian residente en Río de Janeiro, uno de los "contactos" de Snowden y
quien publicó muchos de los documentos filtrados por el exempleado de
la NSA.
La cancillería tan sólo ha dejado claro que el
asilo es un instrumento del derecho humanitario para beneficiar a
víctimas de persecución política que no puede ser concedido a cambio de
informaciones.
Ello debido a que la carta sugiere que el
exanalista estaría dispuesto a revelar otros detalles sobre el espionaje
estadounidense en Brasil a cambio del asilo.
Según Snowden, "hasta que algún país" le conceda
asilo permanente "el Gobierno de EE.UU. seguirá interfiriendo" en su
"capacidad de hablar" y denunciar.
Tras obtener refugio temporal en Rusia en junio
pasado, el exanalista pidió asiló a una veintena de países, entre ellos
Brasil, pero el Gobierno de Rousseff se limitó a comunicar entonces que
"no tenía intención de responder". Posteriormente el entonces canciller,
Antonio Patriota, aseguró que Brasil no iba a conceder el asilo.
Rousseff canceló una visita de Estado que iba a
hacer a Washington en agosto pasado tras la filtración de los documentos
que revelaron que sus comunicaciones telefónicas y digitales eran
espiadas, así como las de sus asesores y las de la petrolera estatal
Petrobras.
Además de promover un debate en la ONU para que se
establezcan normas globales que impidan el espionaje a través de
internet, la presidenta brasileña convocó a una conferencia global para
marzo del año próximo en Sao Paulo a fin de que el asunto sea debatido
por jefes de Estado, empresarios, académicos y movimientos sociales. EFE
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