Escrito por Tiberio Castellanos |
¿Podría ser para todos? Pienso que no.
Que esto va a ser sólo para los viejos. Y, posiblemente, sólo para
aquellos a los que Fausto Miranda clasificaba como "viejos de verdad".
Cuando la lampara de Paris vuelva a alumbrar los boulevares libres
Eran los dias de la Segunda Guerra Mundial, y en Pimentel,
en el Cibao quisqueyano, escuchábamos por las noches una novela que
transmitia una emisora cubana, probablemente la CMQ. Eran los dias de la
onda corta y en mi casa teniamos un Telefunken que trabajaba con una
bateria de carro. No habia planta electrica en mi pueblito, ni libertad
en el pais de Pedro Henriquez Urena.
Un aviador inglés derribado sobre Francia, busca, en el Paris
ocupado por los nazis, contactos que lo ayuden a escapar hacia
Inglaterra y es guiado en ese afán por una joven francesa. (Algunos
en mi pueblo recitaban aquel poema de Irigoyen Sierra, que dice: "Paris
está de luto, su alegría nocturna se ha vuelto melancólica, se ha
vuelto taciturna, sus luces ya no brillan con su antiguo esplendor...")
Como en otras novelas, surge el amor entre ambos, que el autor narra
bella y románticamente. Siempre ayudado por la francesita, el aviador
escapa rumbo a Londres no sin antes prometer a su adorada: "volveré,
cuando la lámpara de Paris vuelva a alumbrar los boulevares libres".
Pocos años después, yo también escapé de un cerco peligroso y...
caminé muchas veces por el Paseo del Prado, del Parque Central al
Malecon. Alli, el Caballero de Paris y la Marquesa. Mas alla el cine
Campoamor, y luego los versos del poeta junto a su rostro en piedra: "No
busques volanco inquieta mi tumba oscura y secreta, golondrina, ¿no lo
ves?, en la tumba del poeta no hay un sauce ni un ciprés".Casi enfrente
la gran Cadena Azul y un poco más acá las pequeñas Radio Mambí y Radio
Caribe, donde yo trabajé algún tiempo. En Radio Mambí, Alfonsín
Quintana y sus Jóvenes del Cayo, Jose Antonio Alonso, exiliado
temporalmente de la CMQ, y mi amigo Pablo Cairo estrenando su bolero a
la Virgen Maria.
Después, y como tantos, otra vez el mar y el viento, y el
tiempo que nunca se detiene, ni siquiera a la sombra del Tio Sam. Aqui,
la gente (amigos y muy ilusres conocidos), se ha estado muriendo a un
ritmo demasiado acelerado... o quizas yo me he dejado pasar los años con
muchísimo descuido.
Y ahora, mas que los muertos de la guerra y de la represion, me duelen estos muertos en la espera. Pues yo tambien espero.
Dicen hoy mis amigos, que se acerca el muy demorado regreso
de tantos. Y yo, que me he quedado "compuesto y sin novia" tantas
veces, esta vez como ellos, tambien sueño y espero. Y aunque sé que no
me espera alli nunguna francesita, volveré, "cuando la lámpara de Paris
vuelva a alumbrar los boulevares libres"
. Un abrazo.
Buenas tardes amigo, que agradable leerlo. Mi abuelo recitaba este poema de Irigoyen Sierra. Él nació en Río Caribe, un pequeño pueblo de la costa noreste de Venezuela, muy influenciado por corsos e isleños, y por mucho tiempo he buscado ese texto completo y no he dado con él en internet. Si Usted lo tiene y me lo puede facilitar sería muy especial para mí. Mi correo electrónico es liviamgb@gmail.com . Un saludo cordial.
ResponderEliminarMi madre también recuerda unos versos de ese poema. Me encantaría encontrarlo
ResponderEliminarmuy bueno como el vino anejo
ResponderEliminarque junto al pan fresco
producen sensación extrana
de vivir y morir al mismo tiempo
que desandamos la senda de la vida
los recuerdos y los suenos
Eliminarse hacen tangibles cuando
leemos algo que nos agrada tanto
Saludos. Mi abuelo recitaba ese poema y sería muy especial para mí que me lo pueda facilitar. Mi correo es alveka3000@gmail.com
ResponderEliminarEn este caso, yo seré el abuelo que recite ese poema a mis nietos algún día. Tuve la oportunidad de recitarlo en un curso de oratoria. Pero con el pasar de los años se me han ido olvidando los versos. He buscado mucho ese poema pero no lo he encontrado. Usted tendría la amabilidad de enviármelos a mi correo? ahoep1@gmail.com. Gracias.
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