Los pasajeros que aguardaban su tren en una
estación de la provincia de Jilin, al noreste de China, se quedaron
sorprendidos cuando una de las pantallas gigantes de las instalaciones
comenzó a proyectar una película pornográfica debido al descuido de un
empleado de mantenimiento.
El trabajador, apellidado Yuan, no se percató de
que su propio ordenador, en el que creía ver en privado la cinta erótica
mientras reparaba la pantalla de la estación, estaba conectado a la
televisión pública, publica hoy el diario oficial "Global Times".
Su despiste pilló desprevenidos a los cientos de
pasajeros que se congregaban en la estación para coger su tren, a
quienes Yuan proyectó inocentemente las primeras escenas de "La Leyenda
Prohibida: Sexo y Palillos".
Diez minutos después -y tras unas cuantas tomas
"subidas" de tono-, la compañía propietaria de la pantalla le llamó la
atención para que desconectara el ordenador del aparato, a lo que el
trabajador, sobresaltado, reaccionó tirando incluso el disco por una
ventana.
Pese a la aflicción de Yuan y a su espontánea
reacción por lo provocado, la prensa oficial apunta que la Policía ha
iniciado una investigación al respecto, y el trabajador podría
enfrentarse a una pena de hasta dos años de cárcel si las autoridades
consideran que ha divulgado pornografía, según contempla la ley china.
Además, la película, basada en el clásico de la
literatura erótica china "La ciruela en el jarrón de oro" -que narra las
peripecias del donjuán y corrupto Ximen Qing, miembro de la dinastía
Song del siglo XII-, está prohibida en la China continental.
Aunque la novela ha sido calificada de
pornográfica y fue prohibida durante siglos, la obra anónima ya es
accesible en China y fue incluso traducida al inglés en 1939.
Sin embargo, las autoridades mantienen la
prohibición sobre la película, producida en Hong Kong, que consideran
"mucho más explícita", lo que podría suponer un problema añadido al
despistado empleado. EFE
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