El presidente y la primera dama de Estados Unidos,
Barack y Michelle Obama, saludaron hoy a los voluntarios que ayudaron
en los primeros minutos de la tragedia de Boston y a los heridos que
permanecen en el hospital.
Poco después del servicio ecuménico en la catedral
católica de la Santa Cruz de Boston, el mandatario y su esposa se
desplazaron a una escuela cercana para saludar a los trabajadores de los
servicios de emergencias y los voluntarios de la organización del
maratón que el pasado lunes ayudaron a salvar vidas.
"Estoy aquí para decirles lo orgulloso que está el
país de ustedes, lo agradecidos que estamos de que frente al caos y la
tragedia hayan desplegado lo mejor del espíritu estadounidense", dijo
Obama.
"Han demostrado compasión, deber cívico y coraje",
indicó el presidente después de una intervención en la catedral en la
que prometió que Boston y las víctimas "volverán a correr" y recuperar
el espíritu que ha convertido a esta ciudad en "icónica".
Obama aseguró que aquellos que acudieron a
auxiliar a las víctimas han inspirado a todo el país y deben estar
"orgullosos" de lo que hicieron.
Antes del oficio religioso, el matrimonio Obama
tuvo un encuentro en privado con los familiares de una de las tres
víctimas mortales, la joven de 29 años Krystle Campbell.
Posteriormente, el presidente y la primera dama se
dirigieron por separado a sendos complejos hospitalarios, donde
saludaron a las víctimas y hablaron con los miembros de los equipos
médicos que han operado a los internados más graves.
Obama visitó el hospital Massachusetts General,
adonde fueron trasladados una treintena de heridos y donde acabaron
ingresados 11 personas, cinco de gravedad.
David King, un cirujano del hospital que tras
participar en el maratón corrió hasta su puesto de trabajo para atender a
las víctimas, indicó a la prensa apostada a las puertas del nosocomio
que el presidente saludó y habló con víctimas "de manera emotiva, muy
inspiradora y sencilla".
Asimismo, aseguró que los pacientes se mostraron sorprendidos por la visita del mandatario.
La primera dama visitó a los ingresados en el hospital infantil de Boston y en la maternidad de Brigham.
La mayoría de los 176 heridos por las dos bombas
del lunes han sido dados de alta, aunque varias decenas siguen
ingresados y al menos 13 han sufrido amputaciones graves. EFE
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